La década y el lenguaje menguan a la par

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

Empieza a menguar la segunda década del siglo XXI y los obstáculos que encontramos en el campo de la educación parecen ser cada vez más complejos. En realidad no hay mucho de qué asombrarse si nos detenemos a pensar que la educación está creada y articulada por el hombre para el hombre, que las filosofías de vida que se adoptan en cada país son el resultado de lo que se vive y se genera entre la misma gente. Imposible dejar de observar que actualmente, las redes sociales trasfieren información que se adopta de una nación a otra y que trae como consecuencia, transformaciones culturales que gradualmente evolucionan conductas y pensamientos.
La educación seguirá como un tópico complejo, sin embargo, se espera genere reflexiones para resolver –tanto como sea posible- y de la mejor manera las situaciones que se presentarán. Específicamente apunto el tema a la forma de expresarse de la mayoría de los jóvenes de ahora. En la década de los 50 y 60 del siglo pasado, se vivió una gran decadencia del lenguaje; el principal factor de transmisión eran el cine y la tv. El tiempo ha demostrado que las influencias de esos medios, arrojaron “palabras nuevas”.
En México se viven corrientes sociales, culturales, políticas y administrativas entre otras más; éstas dan la pauta para hacer evaluaciones de todo lo que está a nuestro alcance. Cabe mencionar que una evaluación es el hecho de juzgar críticamente situaciones y/o cosas, a través de aplicar análisis que invitan a verificar resultados y así generar incluso, líneas nuevas de investigación. Las expresiones “nuevas”, que se integran a la forma de vida actual, están posesionándose de una manera vertiginosa; se pisotea literalmente la riqueza del lenguaje castellano. Al evaluar la forma de hablar y escribir de alumnos/as menores de 25 años y mayores de 17, causan (en lo personal) un impacto inesperado, los esquemas de comunicación empiezan a cambiar drásticamente. Expresiones como: -mi crush-, -el daddy shugar-, quiero tuitear, comida crocante y otras mezclas, son cada vez más comunes en el vocabulario diario y devaluación del mismo.
Me queda claro que el proceso de invasión del lenguaje, ha generado transformaciones desde siempre; así han nacido los idiomas o lenguas, pero aun creo que se puede defender la identidad de nuestra lengua, evitar continuar con aberraciones que lo único que traerán a largo plazo, será comunicación pobre, pérdida de reglas gramaticales y estructuras de información débiles que continuará arrojando, alumnos reprobados en el sistema educativo mexicano en asignaturas como Español y Matemáticas. En realidad el trasfondo es enorme y pregunto ¿la Real Academia de la Lengua Española tiene una terea laboriosa?

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. [email protected]

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