La curva del desarrollo humano
Alma Dzib Goodin*
La curva del desarrollo humano se compone a partir de las habilidades que somos capaces de exhibir desde el nacimiento, hasta la muerte. Es claro que alcanzamos el punto más alto de la curva en la edad adulta y poco a poco los procesos cognitivos comienzan a declinar. Quizá entre los primeros signos de la declinación cognitiva se deben a las dificultades con la memoria y respecto a la movilidad, nadie puede negar que comienzan dolores en las rodillas y las manos después de los 50 años.
Del otro lado de la curva, los bebés comienzan con la incapacidad para recordar, pues el cerebro está ocupado creando redes neuronales, por lo que la memoria no comienza a establecer contactos con la conciencia hasta alrededor de un año, momento que las habilidades motrices comienzan también a explotar.
La razón por la cual llamo la atención sobre esta curva, es porque la mayoría de los esfuerzos a nivel educativo se centran en los niños, aunque en realidad se agrupan en solo un puñado de problemas del neurodesarrollo, lo cual ha creado un cuello de botella letal para aquellas familias que ven debilitadas las capacidades de los niños pequeños, por ejemplo es común en el vocabulario de la gente la palabra autismo, Síndrome de Down, pues han acaparado mucho tiempo en los medios, pero aquellos padres con niños con otros trastornos genéticos y del desarrollo como el síndrome de X frágil, Rett, Prader-Willi o Angelman, o bien la esclerosis tuberosa, seguramente recibirán la etiqueta de autistas, porque supuestamente es más comprensible que ir un poco más allá y buscar un diagnóstico diferencial para los niños.
Todo padre sabe que habrá que peregrinar por muchos sitios antes de recibir atención, y algunos de ellos, quienes tengan recursos suficientes, buscarán ayuda en el extranjero. A nivel educativo, bajo las políticas de inclusión los niños terminarán sufriendo literalmente ante la imposibilidad de los maestros para ayudarles, por lo que pasarán de año en año sin realmente tener un manejo de su aprendizaje.
Al otro lado de la curva sucede exactamente lo mismo, se tiene en la mente al Alzheimer, que es solo una de las muchas formas de demencia, mismas que requieren de cuidados específicos. Se sabe que en los Estados Unidos 1 de cada 6 adultos va a desarrollar algún tipo de demencia, la mayoría de ellos concretamente será diagnosticado con enfermedad de Alzheimer, que es solo una de las causas del síndrome de la demencia, pero se tienen otras como la demencia vascular, frontotemporal de los cuerpos de Lewy, o la enfermedad de Parkinson. Se sabe que en Latinoamérica el número de casos puede ser mayor, pero al igual que sucede con los problemas del desarrollo en la infancia, no existen datos epidemiológicos, en parte porque no se cuenta con diagnósticos adecuados o en muchos casos, ni siquiera existe un seguimiento profesional de las dificultades.
¿Cómo se relaciona todo esto con la educación?, me parece que tiene dos grandes vertientes. La primera tiene que ver con el desarrollo de las personas, pues mientras que en la niñez el progreso de las funciones tanto cognitivas como motoras puede ser posible, en el caso de la tercera edad es irreversible la pérdida de éstas, y se sabe que aquellas funciones que no se consoliden en la primera infancia, pudieran tener impacto en los años siguientes. En este sentido, dificultades en los procesos de aprendizaje, tendrán relación con otros síndromes que pueden potencialmente costar mucho en términos de atención primaria en salud, educación y en la calidad de vida de las personas.
El costo de vida en términos tanto económicos como de cuidado es tan alto para un niño con un niño con trastornos del desarrollo, como lo es para una familia con un miembro con algún tipo de demencia. Si aumenta la tasa de dificultades en el desarrollo en la primera o tercera edad, el impacto en términos de salud será la necesidad de mayores impuestos que puedan cubrir el manejo de estas personas, aun cuando en la familia no exista ningún caso de trastornos del desarrollo.
La segunda razón, ya que queda claro que esto nos impacta a todos como sociedad, es la necesidad de programas educativos que alerten a todos los miembros de la sociedad sobre la necesidad de prevenir en la medida de lo posible, dichas dificultades. Un público son los adolescentes, que se embarazan sin tomar las precauciones necesarias como mantener una dieta balanceada, rica en ácido fólico, maestros que sepan manejar a niños con dificultades del aprendizaje de los niños que se encuentran en las aulas, hasta las familias, para que sepan tratar a las personas de la tercera edad. El ciclo de vida es irreversible, es por eso que todos debemos estar involucrados en el cuidado de la sociedad, por que la curva no detiene su caída conforme avanzan los años.
*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. [email protected]