La convivencia social en el magisterio
Isaac Reyes Mendoza*
Los cambios en la política educativa traen consigo cambios que debiéramos conocer en sus diferentes fases, a través de comprender y explicarnos las consecuencias que influyen en la identidad y la cohesión del gremio magisterial.
Al observar cómo son los lazos de amistad fraterna en los pocos espacios donde conviven los maestros de manera colectiva y cómo expresan su desarrollo deportivo, profesional y su aprendizaje social a través de la socialización espontánea y la organización de los juegos deportivos donde participa.
Para este caso tomemos como referencia los juegos artísticos y deportivos del magisterio, actividades que involucran directamente a los mentores.
Los representantes sindicales de los maestros inauguran y promueven durante los meses de marzo, abril y mayo la fase estatal de la Jornada Nacional de los Juegos Magisteriales Artísticos y Deportivos, en las diferentes regiones del estado acordes a la estructura geográfica sindical. Se realiza a través de actos protocolarios donde se llama a redoblar esfuerzos por mantener la unidad sindical y piden (sus líderes) una actitud positiva para mejorar la educación.
En dichos juegos asiste un buen número de maestros y sólo un porcentaje mínimo participa en los equipo que compiten en alguno de los deportes, es ahí donde se observan algunos fenómenos dignos de destacar: la cercanía para charlar y expresar libremente sus opiniones en torno a diferentes temas, muchos de la cotidianidad familiar, escolar, laboral, y en pocas ocasiones para abordar la realidad política del país.
Por la cercanía de las elecciones, se presta para hacer prosélitos por parte de la dirigencia que tiene compromiso con el instituto político creado por la otrora dirigente magisterial y continuado por los actuales dirigentes de la organización política en simbiosis con la organización sindical, que en aras de conservar escaños de representación política y con el objetivo de defender los intereses de grupo político asumen un discurso de defensa del gremio.
De entrada se alcanza a reconocer, que no es para comprometerse más con la educación de las generaciones jóvenes, y se proyecta el juego político de una organización en declive, que abandona la defensa de los derechos colectivos y utiliza la estructura sindical para promover intereses políticos que poco han beneficiado al gremio en general, y donde los únicos beneficiados han sino unos cuantos personajes enquistados en la cúpula del SNTE.
¿Qué sucedería si la fuerza del magisterio estuviera encaminada a la defensa de los justos derechos? ¿Cómo podría aprovecharse la convivencia social para promover círculos de reflexión sobre la realidad política? ¿Acudirían con igual ímpetu si se les convocara a emprender una acción en solidaridad a sus compañeros que les deben pagos rezagados, pagos retroactivos e interinatos cubiertos de manera profesional y digna sin tener el pago oportuno?
Rehacer la fuerza, identidad y cohesión que alguna vez tuvo el magisterio implica mucho trabajo de por medio, paciencia, tiempo y muchos recursos para llevar a cabo un proyecto de refundación sindical, pero habrá que iniciar con estas reflexiones en las charlas de estos espacios que aún quedan como resquicios y baluartes de la organización sindical.
*Profesor de educación básica. [email protected]