Indignación, vergüenza, hartazgo: mejor renuncie señor gobernador
Andrea Ramírez Barajas*
En estos momentos me encuentro en la ciudad de Buenos Aires, capital de la república argentina, desde acá tenía pensado escribir y comentar en torno a la propuesta del Modelo de educativo de Enrique Alfaro, candidato de Movimiento Ciudadano al gobierno de Jalisco. Pero la noticia de la confirmación del asesinato de los tres estudiantes de cine desparecidos hace como un mes me ha robado la atención.
Resulta (según la información vertida por distintas agencias noticiosas) que el levantón de los estudiantes de cine no fue un acto causal, uno de ellos sobrino de la persona que tenía nexos con el cartel “Nueva plaza”, sirvió de pretexto para realizar un ajuste de cuentas entre dos bandas o dos grupos delictivos.
Este hecho (desaparición, tortura, muerte y abuso de tres estudiantes de cine), no es un acto aislado, lo peor de todo esto, es que dicha serie de lamentables acontecimientos se vinculan a las instancia gubernamentales, no es posible que el gobierno no se dé cuenta (la fiscalía, las procuradurías, las policías municipales), ¿en qué país vivimos Agripina? Pregunta el personaje central en el cuento de Luvina de Juan Rulfo, ¿en qué estado vivimos Juan Pueblito?
La indignación es internacional, la prensa, las personas de calle preguntan por los tres jóvenes, la gente se ha dado cuenta que no sólo han muerto sino que esto ha sido muy trágico, muy lamentable. Ha muerto en Jalisco la democracia, las instituciones que imparten justicia, los poderes de gobierno, ha muerto la institucionalidad, ojalá y pronto desaparezcan los que hoy nos matan la esperanza y el deseo de construir un mundo mejor.
Me uno a las voces que en Jalisco exigen que Aristóteles Sandoval renuncie a su cargo de gobernador, que se separe del cargo por inepto, por omisión o por negligencia. Cuando un gobernante no es capaz ni en lo más mínimo de garantizar la seguridad de los ciudadanos, no merece ser ratificado en el cargo ni un segundo más. No sólo es el cinismo con el que responde de manera brabucona, también es un figura tan empequeñecida que cada día lo hace aún más pequeño.
Hoy en día estamos muy necesitados de una propuesta educativa que nos garantice un entorno educativo basado en la formación ciudadana, que permita vivir la democracia mucho más que hablar de ella, de fomentar una cultura de paz que sea capaz de superar conflictos y que nos acerque a una nueva cultura de convivencia social respetuosa e incluyente desde las escuelas.
La nota de los tres jóvenes no deja de indignarnos, pero ante ello qué se puede hacer, qué debemos exigir, qué nos toca como sociedad civil para contribuir a sanear esta sociedad. Por lo pronto es bueno continuar con la campaña para que renuncie el gobernador, él debe dejar su cargo y facilitar todas las investigaciones.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]
Reciba un saludo Doctora y creo que ni tres minutos de silencio por cada joven pueden dar tres minutos de calma a sus familias ni a nadie. Un sentido abrazo a todos los deudos y a la sociedad