Entre ponche y sidra
Alma Dzib-Goodin*
La Navidad es para muchos un momento de reflexión sin importar la religión, la cultura, la geografía, pues su mensaje se ha extendido a todos los rincones del mundo con sus significados propios, a veces comerciales y otros humanitarios.
La mayoría de las veces es momento de reuniones familiares que no se disfrutan en otro momento del año, y a veces, también significa la soledad por la partida de seres queridos, ya sea porque buscan nuevos horizontes, o bien, porque su estancia entre nosotros ha concluido, es lo que marca las emociones de manera tan certera. Navidad significa familia y amigos a quienes se les da gracias por ser y por estar siempre a nuestro lado.
Personalmente, la Navidad huele a ponche y a sidra, la canela y el azúcar dan a la navidad ese sentimiento de dulzura que embarga los corazones por una vez al año y que transmite en la forma en que hablamos, nos movemos y sonreímos, quizá por el efecto de la cena de Navidad, preparada con tiempo, amor y un toque de sabor inesperado que deja a todos con ganas de repetir en el recalentado, es un manjar tan especial como la compañía que solo la familia nos puede dar.
Deseo a todos ustedes y sus familias una MUY FELIZ NAVIDAD, agradeciendo como siempre que se tomen un momento para leer mis ideas, incluso en Navidad.
Reciban un cordial abrazo de oso con bufanda, guantes y triple nudo y que este día sea especial en todos los sentidos.
*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. [email protected]