Entre el final del 2018 y el inicio del 2019, los temas por atender en educación

 en Andrea Ramírez


Andrea Ramírez Barajas*

Estamos en el momento cúspide de final de año con deudas y temas pendientes y, el inicio de otro año, con deseos y expectativas basadas en la esperanza de una mejor educación para un mundo mejor.

La educación es uno de los asuntos públicos que más controversia genera, debido a la diversidad de posiciones y de propuestas. Dicho clima de controversia atraviesa la agenda pública en este momento.

El balance en educación a todo lo largo del 2018, es de déficits y de incumplimientos, hay un número importante de lectores que se molestan por las posiciones críticas que asumimos en este portal, pero es necesario que valoren, ya que la realidad rebasa toda crítica que pudiéramos hacer.

El déficit educativo del 2018 inicia con la obsesión por pretender imponer una propuesta de reforma educativa inviable para el país, ya en diversas ocasiones hemos mencionado que dicha reforma se centró en una sola variable (evaluar todo lo que se ponía en el camino de la tarea educativa), modificar la regulación laboral de los docentes a partir de restarles derechos históricos y desconfiar de su desempeño y dejar hasta el final el asunto del cambio curricular (que en otros intentos de reforma es lo que siempre se atendía en primer término).

Para el caso de Jalisco, se pudiera afirmar que el año 2018 es el año del desastre en educación, con un gobierno que hizo un pésimo manejo de los recursos públicos al darle prioridad a los caprichos de la persona que despachaba en la Torre de Educación. Incluso, en este momento aun se le adeuda a miles de maestros y a muchos de ellos (cerca de 6 mil docentes) se les pagó supuestamente con un cheque de un banco y de una cuenta inexistente. El 2018 ha sido una pesadilla para la educación pública en Jalisco, no sólo por la inoperancia de los funcionarios que estuvieron al frente de la SEJ, sino también por el descaro de un estilo despótico al administrar los asuntos y recursos públicos de la educación pública del estado.

Los temas de formación de docentes y de reforma a la educación Normal han quedado postergados para mejores tiempos, así como los ajustes del tema de la reforma curricular en mejores términos para la educación básica.

Con la llegada de un nuevo año fluyen los deseos y las aspiraciones pensadas en una mejor educación como principio de justicia para los mexicanos y las mexicanas, en dichas aspiraciones el camino no será fácil para el gobierno de la esperanza que recién inicia. En todo caso la llegada del 2019 se torna en un área de oportunidad para hacer ajustes y apostarle a un mejor servicio educativo.

De nuevo, y para el caso de Jalisco, parece que el gobierno de Enrique Alfaro no quiere aprender de los errores del gobierno anterior y ha comenzado cometiendo las mismas inconsistencias de quienes les antecedieron.

En medio de todo, entre el final del 2018 y el inicio del año 2019, está el compromiso público por generar una mejor educación y, en ello, los que somos agentes educativos estamos obligados a participar de mejor manera en dicho compromiso.

*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]

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