En las aulas, calles y plazas públicas, la naturaleza de la protesta magisterial

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Desde que la presidencia de la república envió la propuesta de reforma de la Ley del ISSSTE al Congreso, iniciaron protestas contra su aplicación en más de la mitad de los estados de la república; fue tal el movimiento que la propia presidencia ordenó su cancelación. Aún así, y a pesar de dicha cancelación, el magisterio adherido a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió tomar El Zócalo y las diferentes plazas públicas de los estados, cuyo propósito tiene que ver con la cancelación definitiva de la reforma de 2007 al ISSSTE.
El máximo protagonismo del magisterio en estos meses lo ha tenido la CNTE y, gracias a ello, se ha detenido la reforma y se han logrado acuerdos importantes como el congelamiento de la edad para jubilación del personal adherido al ISSSTE, además de la revisión de los créditos del FOVISSSTE y lo que se seguirá acordando de aquí al 15 de mayo, fecha donde el gobierno federal anuncia el incremento salarial y las mejoras en otros rubros de los derechos del magisterio.
En este río revuelto ha aparecido, como siempre, el SNTE al querer adjudicarse los logros y acuerdos que ha generado la CNTE y toda la disidencia mediante la protesta, y que, a decir de Alfonso Cepeda Salas, secretario general del SNTE, señala que la disidencia solo representa el 7% en todo México y ellos son los verdaderos representantes del magisterio en el país con el 93% de la nómina.
Además, presumen que los logros que hasta el momento ha acordado la CNTE con la presidencia, ellos ya los venían exigiendo desde hace tiempo. Esa posición del SNTE tiene un nombre y se llama desvergüenza, ya que las condiciones paupérrimas del magisterio se deben a las negociaciones realizadas por el SNTE a cambio de canonjías y espacios en las administraciones (llámense diputaciones, secretarías de educación en los estados, presidencias municipales, regidurías o una Senaduría como la que ocupa Cepeda Salas; ¿acaso no recuerdan que el SNTE no solo aprobó, sino que se encargó de promover, promocionar y presumir las bondades que tenían reformas como la del ISSSTE en 2007 y la reforma educativa de 2013?, las cuales, a la larga resultaron dañinas y perjudiciales para los ingresos económicos y la pérdida de derechos ya ganados en décadas pasadas. De no haber sucedido esas malas negociaciones, hoy estaríamos hablando de otras realidades y condiciones laborales, pero no, ahora se solicita lo que ya se tenía ganado y eso solo sucede en países como el nuestro: gracias a que somos amantes de la resistencia y no de la resiliencia, practicantes del sufrimiento y no de la vida en paz.
Que quede claro: lo que se logre en los siguientes meses para la mejora laboral del magisterio se debe a los esfuerzos de los maestros y maestras disidentes y, de ninguna manera, al entreguismo y complicidad con que el SNTE se relaciona con los gobiernos estatales y la federación, aún a pesar de que el Día del Maestro salga del evento Alfonso Cepeda con su cara triunfalista y presumiendo que el incremento salarial y las demás mejoras son debido, nada más y nada menos, a sus negociaciones, lo cual será visto en vivo y en color en poco más de un mes, al tiempo.

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

Comentarios
  • Martin Linares Ramos
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    Desvergüenza de quienes, desde siempre, han usurpado la representación de los trabajadores de la educación.
    Ellos dirán que son legítimos representantes. A semejanza del PRIANRD.
    ¿Acaso se puede esperar otra cosa de estos tipos?

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