El tiempo pasa

 en Adriana Piedad

Adriana Piedad García Herrera*

Siempre que escucho esa frase la completo con Pablo Milanés: “nos vamos poniendo viejos”. El tiempo presente, nunca será lo mismo que el pasado, pero es el tiempo que nos tocó vivir. El próximo miércoles llega 2025 y el tiempo sigue pasando, y nosotros… Termina un año y es la ocasión propicia para hacer un recuento y no solo dejar que el tiempo pase. Detenernos a reflexionar es recordar y valorar, y entonces hacer la diferencia con el año que empieza.
El tiempo es subjetivo en el recuento, pero siempre objetivo: un año 365 días y cada cuatro 366, un día 24 horas, y una hora 60 minutos. Cómo hemos vivido ese tiempo es lo que marca la diferencia. Decía mi madre que el tiempo cada día puede parecer lento, pero después te das cuenta de lo rápido que se pasó. Ya 5 años de la pandemia, que vivimos como una eternidad en el encierro. Ya más de un año con la Nueva Escuela Mexicana (NEM) en los programas de estudio y una lentitud día a día de su comprensión en la práctica hasta hoy. Ya el Plan 2022 de educación Normal va en quinto semestre la primera generación, un plan muy mencionado por su estrategia de co-diseño; sin embargo, pasa el tiempo y no se hace una revisión tanto de los programas como de la estrategia.
Ya 25 años de aquel año 2000 tan esperado y pronosticado y aquí seguimos. El tema no es que seguimos, sino cómo seguimos. Cómo hemos vivido estos 25 años del nuevo milenio, que se han pasado muy rápido viéndolo a la distancia. Cada año en la televisión vemos programas que hacen un recuento de cierre. ¿Qué tenemos para decir hoy al final de 2024? ¿Qué hicimos con nuestras horas, días y meses? Puede ser que el tiempo se pasó volando, pero no podemos vivir así, dejando sólo que el tiempo pase; cada día es una oportunidad para hacer la diferencia.
Tampoco es cosa de plantearse propósitos de año nuevo que en el primer mes se rompen; el tema es aprovechar la experiencia. Decía Dewey que cuando somos distintos después de una vivencia es que aprendimos, aprendimos de la experiencia. Aprender de la vida para disfrutarla, para valorarla, para mejorarla, para vivirla en el presente y no en un constante recuerdo de lo que fue y ya no es. La experiencia nos brinda nuevos ojos y nuevas posibilidades para el presente, este día a día que se nos puede ir de las manos solo porque el tiempo pasa.
Dejemos ir el 2024 con la sabiduría del que aprendió y con ese aprendizaje caminemos al 2025. ¡Un abrazo para tod@s!

*Doctora en Educación. Catedrática de la Benemérita y Centenaria Escuela Normal de Jalisco. [email protected]

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