El SNTE y la historia de sus dinosaurios

Andrea Ramírez Barajas*

Me llegó la información a través de las redes sociales, que el exlíder del SNTE Juan Alcalá Espitia había muerto a los 73 años de edad. Juan Alcalá es uno de los personajes más controvertidos en la historia del SNTE local, logró derrotar a los viejos caciques de la sección 47 del SNTE, (el famoso grupo de los inspectores) y con una demanda sindical a favor de la educación secundaria fue capaz de amalgamar una importante alianza de nuevos dirigentes y depurar el SNTE para instaurar un nuevo cacicazgo: el suyo.
Con la llegada de Elba Esther Gordillo en 1989 a la dirección nacional del SNTE, ella dijo que no permitiría cacicazgos regionales o que nadie estaría por encima de ella. De esta manera en Jalisco, Nayarit y Veracruz ,entre otros muchos casos, los caciques regionales (allá le llaman lideres) tuvieron que ceder su poder o compartirlo con la máxima lideresa nacional en el SNTE (en el periodo 1989–2013).
Juan Alcalá intentó recobrar su poder recientemente, volvió a juntar al grupo de seguidores e incondicionales que en otro tiempo los había ayudado, no sólo participó en el SNTE local también comenzó a incursionar en la política civil. El poder y los recursos cobran facturas, a veces muy difíciles de pagar, Juan Alcalá también vivió excesos de varios tipos y eso no fue bien visto por muchos de sus allegados.
Juan Alcalá tuvo dos grandes aciertos a su paso por la dirección en la Sección 47 del SNTE, fue capaz de confrontarse y derrotar a los viejos caciques que controlaban todas las decisiones y la vida sindical en el SNTE y logró asumir un liderazgo potente, tuvo miles de incondicionales a su servicio, el “licenciado” como lo conocían, controlaba, manejaba, mandaba y en otras ocasiones exigía lealtad a su persona. Hubo disidencias dentro del mismo grupo “institucional” a las cuales nunca les perdonó su atrevimiento.
El SNTE es el sindicato más numeroso y también el más antidemocrático y corrupto de América Latina, aglutina a cerca de 1 millón y medio de afiliados, los cuales no son capaces de elegir de manera directa a sus dirigentes entre otras muchas cosas. Además, la historia del SNTE, es la historia de distintos personajes que se han beneficiado de diversas maneras del patrimonio de los trabajadores, Juan Alcalá no fue la excepción.
Hoy en día el SNTE vive sumido dentro de una profunda crisis de credibilidad, legitimidad y convocatoria, su proyecto sindical está agotado, no sólo por falta de visión de sus actuales dirigentes, sino también porque actualmente responde a las directrices que el gobierno le ha impuesto. El ingreso de Elba Esther Gordillo a prisión fue un aviso de lo que les pudiera pasar al resto de los dirigentes. Juan Alcalá ha sido una persona más de esta trágica historia de abuso sindical en contra de los trabajadores de la educación en México y de Jalisco. Después de él han llegado otros que siguen beneficiandose del patrimonio de los trabajadores de la educación y todo mundo tan campante, aquí no pasa nada y nadie hace lo posible para que las cosas sean diferentes.

*Doctora en educación y consultora independiente. andrearamirez1970@hotmail.com