El gatopardismo en la educación pública mexicana

 en Miguel Ángel Pérez Reynoso

Miguel Ángel Pérez Reynoso*

Esta semana que concluye, ha sido semana de cambios y de relevos tanto en el contexto nacional como en el plano local, los titulares de la SEP y de la SEJ han dejado sus cargos, para aspirar a mejores posiciones políticas, de esta manera se demuestran dos grandes cosas que aquí venimos diciendo con cierta insistencia desde hace algún tiempo:

a) A estas personas la educación les interesa demasiado poco, tanto a Nuño como Ayón no hubo ninguna fuerza pedagógica que los detuviera en sus aspiraciones. La supuesta reforma educativa no ha sido tan importante como para detenerlos en sus puestos hasta al final como sus principales defensores.
b) El oportunismo es su ideología y su mejor bandera, estos personajes no tienen principios (no sé si nunca los tuvieron), pero aquí en sus dimisiones los mueve mucho más su interés personal, por continuar con esa loca carrera de seguirse beneficiando del erario público y del patrimonio de todos. En el caso de Nuño, aspiraba a una mejor posición pero ahora deberá agacharse y disciplinarse, se pactó en lo oscurito quien encabezaría el proyecto de continuidad neoliberal y quienes deberían esperar una próxima oportunidad, por eso Nuño se va a coordinar la campaña de su nuevo jefe. Analizar los adeudos que deja en educación es darle demasiada importancia a un tipo de bajo perfil que no la merece.

Por otra parte, en el ámbito local, las notas de periódico han sido escuetas, en todos se lee lo mismo, sale Francisco de Jesús Ayón López y en su lugar Alfonso Gómez Godínez llega a la SEJ, de los dos habla excelentemente el señor gobernador ¿de qué se trata?, ¿ante que estamos? Estamos de frente ante una pieza más del gatopardismo jalisciense, “se trata de que las cosas cambien para que todo siga igual”.
Aquí la forma es el contenido, el que se va estaba acostumbrado a la cobertura mediática, a los tuits, a dar declaraciones de todo y de cualquier cosa, el que llega a tomar esta posición, lo hace para continuar y cuidar la silla del que se va, en términos simbólicos la jerarquía se sigue respetando.
Los cambios en la SEP y en SEJ eran esperados desde hace semanas, tal vez desde hace un par de años y llegan ahora en el último año de seis, ya cuando nadie les hará caso a los que llegan (los reflectores estarán enfocados en lo que sigue, en el que llegará a Los Pinos y a Casa Jalisco). ¿Qué se espera del cambio? Una sola cosa: CUIDAR EL CHANGARRO.
En el ámbito federal es más papista que el papa, sabrá darle continuidad a la defensa del proyecto perdido en este sexenio y en el local el nuevo titular de la SEJ deberá si de verdad quiere ser secretario, des-marcarse de su antecesor, hacer cambios, piezas, personajes y en un año hacer lo que no se logró en cinco ¿se puede?, con disposición y voluntad política se pueden hacer muchas cosas.
Es muy probable y deseable que el PRI ya no repita ni el ámbito federal y local, para ellos es necesario profundizar en la gestión de proyectos alternativos, no solo en educación sino en la vida global en la sociedad mexicana.

*Doctor en educación. Profesor–investigador de la Unidad 141 de la UPN Guadalajara. [email protected]

Comentarios
  • Manolo

    Óigame no. El que los disfuncionales funcionarios no se comporten piensen ni sientan como ud no implica que carezcan de proyecto o ideología Demandar que sean lo que no son es además de ilusorio erróneo. Ver el detalle de lo que Si están haciendo define con claridad lo que sienten piensan y conducen. Demostraciones y adjetivos sobran para calificar y evaluar a los evaluadores. Pero eso no cambia un ápice de lo que la realidad cotidiana demanda.

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