El cáncer es un asunto de células
Alma Dzib Goodin*
Durante el mes de octubre se busca hacer conciencia sobre el cáncer, el cáncer de mama, y se habla mucho de las mujeres. Sin embargo, los medios ofrecen información un tanto sesgada sobre esta enfermedad.
El cáncer es solo un nombre genérico que se da a un gran grupo de enfermedades que se caracterizan por un crecimiento y diseminación anormal de las células. En este sentido, el cáncer es una enfermedad de las células, especialmente de aquellas células que se reproducen, que tiene un origen genético. Para poder brindar una idea de las distintas manifestaciones posibles, puedo mencionar que se reconocen solo dos tipos de células que no tienen dicha característica que son las neuronas y son células que dan soporte al cerebro; las otras células que no se reproducen son los óvulos, con los que las mujeres nacen y poco a poco van envejeciendo hasta alcanzar la menopausia, punto en que los óvulos se acaban.
Bajo este principio, cualquier tejido del cuerpo humano tiene la probabilidad en algún momento de la vida de ver afectada la capacidad celular para obedecer las leyes de reproducción celular, se dice que las células se reproducen al menos 10 veces en la vida. Básicamente el cáncer se produce cuando las células ignoran o no son capaces de reconocer las señales que les indican que deben morir, principio llamado apoptosis.
A ello se agrega que mientras que las células normales maduran para tener funciones específicas y distintivas, en el caso de las células cancerígenas no tienen una función específica y su única orden es dividirse sin parar.
Si bien, existen tumores benignos cuya característica es que no invaden a otros tejidos, sino que se reproducen en un mismo lugar, los tumores malignos al contrario, son capaces de invadir otros tejidos. A este tipo de tumores de les conoce como cáncer.
Al negarse a morir, las células continúan su reproducción, sin control alguno y en el caso de los tumores sólidos, crean distintos mecanismos para sobrevivir, con lo que toman recursos sanguíneos y del sistema inmunológico que les ayudan a diseminarse, llegando invadir órganos lejanos.
Como mencioné antes, el cáncer es una enfermedad genética, pero no implica que es heredable, sino que tiende a afectar a tres tipos de genes que son los proto-oncogenes, los supresores tumorales los cuales son importantes para el crecimiento y la división celular. Sin embargo, cuando estos genes se ven comprometidos, se activan más de lo normal convirtiéndose en genes capaces de causar cáncer, llamados oncogenes, permitiendo que las células sobrevivan y se reproduzcan.
El tercer tipo de genes son los de reparación de ADN, que en circunstancias normales, pueden arreglar problemas del gen, pero que cuando las células sufren mutaciones en estos genes tienden a desarrollar mutaciones adicionales en otros genes y juntos pueden causar que las células se vuelvan cancerígenas.
Con cada división celular, mayor cantidad de errores pueden presentarse en el material genético. Es por ello que a mayor edad, mayor probabilidad existe de sufrir algún tipo de cáncer. Sin embargo, no es la edad el único factor, pues hay bebés que nacen con cáncer y los niños también lo sufren. Aunque también debo mencionar que el cáncer en los niños y en los adultos tiene causas distintas y por ende, requiere de tratamientos diferentes.
Dependiendo del tejido afectado, las posibilidades de sobrevivencia varían, esto se debe a la cantidad de tratamientos disponibles, la rapidez con que el cáncer se pueda desarrollar, la edad y factores sociales.
Cada persona tiene una combinación única de cambios genéticos y cuando el cáncer comienza su crecimiento, es posible que los cambios adicionales ocurran haciendo necesario un tratamiento personalizado.
Diversos factores pueden alterar el curso normal de la células. Existen los factores cancerígenos que pueden ser sustancias químicas como el tabaco; virus que pueden alterar los genes o bien, la radiación que alteran los mecanismos celulares.
En el caso específico del cáncer de mama, se dice que es un asunto de mujeres, sin embargo, la glándula mamaria está presente en los varones, aunque por la función que tiene, solo un número limitado de varones desarrolla este tipo de cáncer.
En los países desarrollados, los neoplasmas malignos son la segunda causa de muerte, después de los problemas cardiacos. Ante ello, la importancia de hacer campañas que informen a la población sobre los riesgos y la ciencia del cáncer es importante, pues en muchas formas de cáncer son curables, tal es el caso del cáncer de mama. Lo único es que debe ser detectado a tiempo.
*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. [email protected]