Educación, empleo y trabajo indígena
Gildardo Meda Amaral*
En México estudiar una carrera universitaria no es garantía de que al egresar se tenga un empleo y que éste sea bien remunerado. De acuerdo con la Encuesta de Comparación Global 2013 elabora por Hay Group, en México un directivo tiene un salario en promedio 11 veces mayor que el de un colega recién egresado de la universidad y con menos de un año de experiencia laboral.
Para los egresados de educación superior o aquellos que por algún motivo dejaron de estudiar y que ingresan al mundo de los Nini (aquellos que ni estudian ni trabajan), les cuesta en promedio 3.5 años salir de esa condición.
Pero si eso acontece en el mercado laboral con la mano de obra calificada, que se preparó por al menos cuatro largos años en la educación superior, el panorama no es menos alentador para la mano de obra no calificada, fundamentalmente para los jornaleros agrícolas de nuestro país, como lo demuestra la detención de un grupo de agricultores que tenían prácticamente en condiciones de esclavitud a 200 indígenas rarámuris en dos ranchos del municipio de Comondú, en Baja California Sur.
Esto destapó la cruenta explotación y marginación que se vive en Baja California. En estos campos agrícolas conviven indígenas mixtecos, zapotecos, nahuas y de otras etnias de diferentes estados del sureste de la república mexicana.
Sacar a flote esa explotación motivó la movilización de casi 30 mil trabajadores migrantes agrícolas en el corredor El Carrizal-Vizcaíno-San Quintín en Baja California, cuyas condiciones no distan mucho de la de los rarámuris, ya que cubren extenuantes jornadas de trabajo por tan solo 130 pesos al día. Desde hace más de una semana se estableció una mesa de negociación para atender sus demandas de mejores condiciones de alojamiento, comida y salario, así como el cese de acoso sexual hacia sus mujeres por parte de los empleadores y capataces, sin resultados concretos. La respuesta del gobierno local fue la represión y el encarcelamiento de los principales líderes. El gobernador Francisco Vega de Lamadrid, tratando de minimizar las condiciones de explotación en la que viven los indígenas, expresó “Aquí han encontrado oportunidades y mejores condiciones que en otro lado. Si no, no tendría sentido que vinieran, ¿no?”
Haciendo eco a sus palabras, el gobierno tomó la decisión de “rescatar” a los indígenas rarámuris y retornarlos a sus lugares de origen; regresarlos al lugar de donde habían huido por la falta de oportunidades de empleo, en lugar de asegurar condiciones laborales dignas para ellos.
No cabe duda que al igual como lo hacemos con los migrantes, en los Estados Unidos exigimos un trato digno para ellos, mientras que a los centroamericanos que transitan por nuestro país se les humilla, se les veja, se les roba y hasta se les asesina. Para nuestros jornaleros agrícolas de los valles de Estados Unidos pedimos respeto; para los trabajadores indígenas migrantes en nuestro país, toleramos las vejaciones y los maltratos. Incongruencias de la vida y de la lógica neoliberal, que desestima las condiciones de pobreza y explotación que tienen los desposeídos del campo y la ciudad.
Esta situación de explotación develó la parte oscura de la presunción neoliberal del gobierno mexicano. Enrique Peña Nieto al visitar estos productivos valles no se cansa de elogiar el posicionamiento y trascendencia que está teniendo México en el mercado exportador internacional, pero deja de lado las condiciones miserables de los jornaleros que trabajan esos campos. Este presidente que no está empeñado en colgarse “medallitas”, bien le caería resolver de tajo la situación en que viven estos migrantes.
Estafeta
Nos escribe Víctor Mendoza Trujillo, quien es supervisor de primarias, para alertarnos de que la Secretaría de Educación Jalisco pretende desaparecer los grupos vespertinos, al no dar clave en la plataforma para inscripciones a primer grado a 432 escuelas primarias vespertinas, con la consabida saturación de grupos en el turno matutino y sin discutir plenamente las bondades de esta medida. En Jalisco, al igual que a nivel nacional, la educación tiene diferentes tonos y matices por la falta de un modelo educativo.
*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque. [email protected]
Una de las funciones de las escuelas de turno vespertino es ser receptora de alumnos que trabajan por la mañana desempeñando trabajos que van desde cargadores de bolsas de “mandado” en los mercados, viene vienes, separadores de hortalizas, etc.,teniendo el turno vespertino como unica opcion para estudiar. Al argumentar esto, en Planeacion nos señalaron que si acaso no sabiamos que el trabajo infantil esta proscrito. Acaso ignoran que es un sintoma de un mal muy nuestro que se llama pobreza? Un ejemplo de ello lo constituye la Urbana 114, cuyos alumnos en su mayoria constituyen una importante fuente de ingresos para sus familias, la mayoria disfuncionales.
Gracias Gil por compartir. El panorama que describes pareciera de antes del porfiriato. Realmente desolador, paliado con los programas sociales que no transforman el entorno de los grupos en situacion de pobreza y despojo. Y eso de la reduccion de turnos vespertinos ALERTA SNTE!!!