Economía cognitiva

 In Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodin*

Esta nota la escribo gracias a los comentarios que han hecho en entradas anteriores, y agradezco mucho a todos quienes se toman un momento para escribir un mensaje. Es grato saber que alguien ahí afuera lee lo que escribimos. Mil gracias por su tiempo y sus opiniones.
Una pregunta se refería a la dificultad de aprender conforme avanza el tiempo. Tal parece que lo que no se aprendió cuando niño, es imposible hacerlo parte de nuestro sistema cognitivo cuando adultos. Específicamente el comentario se refería al aprendizaje de un segundo idioma.
Diversos estudios apuntan hacia la flexibilidad neuronal de la infancia como mecanismo de aprendizaje y adaptación. Muchos refieren que los niños parecen esponjas capaces de inyectar casi todo en sus mentes. Si bien es cierto que es una necesidad de las especies (pues se observa lo mismo en bebés humanos que en cachorros de otras especies), cabe aclarar que está salpicada de algo que es clave para el aprendizaje y es la motivación.
Los bebés necesitan comerse al mundo para determinar sus capacidades y poder responder mejor en el medio, pero a ello se agrega el hecho que los niños tienen menos cosas que recordar, pues están bajo constante monitoreo de los adultos: haz la tarea, báñate, ve aquí, haz esto, haz lo otro… Los adultos no contamos con esos constantes recordatorios, debemos haber aprendido los hábitos y los vamos a cumplir para no perder la pista. ¿Ha notado que siempre se acuesta del mismo lado de la cama y se baña en el mismo orden?, eso es por que el cerebro tiene sistemas específicos para ejecutar tareas cotidianas, de este modo no tiene que recordar cada una de las acciones a ejecutar, una vez que se aprenden, se consolidan y se producen sin pensar.
Esto es un ejemplo de lo que algunos llaman economía cognitiva, digamos que no tenemos que pensar en la tarea, por ejemplo no tenemos que pensar como caminar, o como manejar un auto, pues el reflejo vestíbulo ocular tiene toda esa información para no molestar al resto del sistema, que está ocupado con miles de otras cosas.
A nivel cerebral esto es un logro evolutivo, pues economizamos tiempo y esfuerzo, pero a veces no permite los nuevos aprendizajes, pues socialmente decimos que ya estamos muy grandes para aprender. Sin embargo, esto no aplica bajo ciertas condiciones:

  • La primera como ya mencionaba es la motivación, si ésta excede al nivel de conformidad, es posible movilizar al sistema para abrir las compuertas necesarias.
  • La segunda condición es el uso del nuevo aprendizaje, no vamos a aprender algo nuevo que implique años de ejecución para presumirlo sólo una vez durante 20 minutos, ¿verdad? El nuevo aprendizaje debe responder al ambiente. Por eso en el caso de la segunda lengua, lo conveniente es la práctica continua es situaciones cotidianas. Personalmente deje de hablar inglés como libro científico cuando comencé a platicar con mis vecinos, pues abrí un canal llamado necesidad de comunicación.
  • La tercer condición es hacer del aprendizaje algo divertido, esto aplica a niños o adultos. Cuando más se disfruta, más se aprende.

¡Por eso no hay forma de dejar de aprender!

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. alma@almadzib.com

Comments
  • Victor David Madariaga Vega

    Interesante y motivador artículo. Gracias por invitarnos a un nuevo aprendizaje.

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