Descolonizar las prácticas de paternidad

 In Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Los modelos de hacer paternidad responsable están en constante movimiento, por ende, los modelos de hacer maternidad también se reacomodan.
Todo análisis del entorno familiar como hecho social implica extender la mirada a la sociogénesis y simbolismos antropológicos en los lenguajes y prácticas de padres y madres, a sus acciones y omisiones.
La crisis del buen ejemplo, la evasión impuesta o voluntaria de obligaciones fundamentales, el niño y la niña, el adolescente que juega mucho de la salud de su personalidad en la imagen aprendida del padre.
La doble vía y la introyección de prácticas diferenciadas por género conforman el nicho formativo básico de los educandos: identidad, valores, modelos de comportamiento.
La transformación de las percepciones y el reacomodo de comportamientos ante la emergencia de los géneros alternativos, las demandas socioemocionales y sociocognitivas de los otres.
En la calidad de relaciones, en la disposición de tiempo para compartir tareas extraescolares y acompañamiento, además del género, por supuesto, influyen de manera fuerte las variables de escolaridad y capacidad económica de los padres.
La crisis del buen ejemplo, la vaciedad de las nociones de la paternidad responsable.
La ausencia del padre por razones laborales y de emigración, por un sistema que arrincona emociones y afectividad, por división social del trabajo formativo, por la dictadura del “proveedor” impuesto por las tradiciones religiosas, el autoritarismo y el patriarcado legitimado casi universalmente.
La ausencia de padre y crisis del buen ejemplo de los padres consumidores recurrentes de drogas legales como el alcohol y el tabaco.
Las prácticas de paternidad juvenil y multi paternidades en los padres que se dedican a actividades no legales.
Las diversidades en materia de atención nutricia, formación emocional y de valores que concurren en las instituciones educativas.
La diversidad del alumnado y sus distintas demandas no siempre visibles y atendidas.
Desde el oficio de educadores estamos ante un observatorio de los distintos niveles de participación e involucramiento de los padres en materia de formación de los Niños, Niñas y Adolescentes.
La construcción de paternidades en las familias de maestros y maestras como objeto de reflexión.
Se echa de menos al padre presente y proactivo, al padre capaz de compartir la responsabilidad educadora en el seno del hogar.
El padre en su condición vicaria de lo disciplinario; aunque urge una renovación de las formas y una práctica reflexiva de las estrategias a veces violentas para corregir.
El padre como representación de la autoridad y la fuerza, cono ejemplo permanente ante los ojos de los niños y las niñas. La necesidad de dosificar premio y castigo sin nulificar desarrollo humano, sin generar prácticas de obediencia ciega y estandarización del buen comportamiento por miedo.
La paternidad omisa en el otro polo del espectro. La paternidad laissez faire que no corrige a tiempo y que deja desbordar los diques de la comunicación y la relación humana sustentada en el mutuo respeto.
Ojalá esos fines de semana de junio, mes de la celebración del padre, fueran una fiesta formativa donde haya lugar para la comunicación asertiva y para la formación de valores importantes como la laboriosidad y la colaboración.
Ojalá el padre tipo, seguidor pasivo de partidos de fútbol y de peleas de box y lucha libre apagara más el televisor y compartiera más tiempo de calidad con los hijos, que se emancipara de ese rol reproductor de haceres y decires acríticos que solo benefician a un sistema inequitativo y explotador.
Ojalá que fuera un generador de oportunidades de encuentro y de distanciamiento del uso de las pantallas digitales y televisivas.
Ojalá la figura del padre se descolonizara de falsas celebraciones y de intenciones externas de origen económico.
Tal vez debiera ser inmaterial el regalo al padre como reconocimiento a su trabajo y resultados. Tal vez una carta, un poema, una canción, un abrazo, una mirada silente, una palmada en la espalda, una charla donde se cultive la confianza y el recíproco conocimiento de intereses y necesidades.
El regalo del padre a los hijos tal vez pudiera ser un poco más de amor inteligente, un poco más de conocimiento de esas personitas comúnmente ignoradas en las salas de casa y en los comedores.
Y en el hogar y la escuela, el discurso pedagógico debe fortalecer y empoderar el reencuentro entre padres e hijos.
El amor al padre como oportunidad de celebración, pero antes que nada de edificación de los pilares endebles en los que a veces se sostiene el edificio familiar.
Descolonizar la celebración comercial del día del padre, descolonizar las formas de reproducción social sobre el tipo ideal de padre parte entonces de revisar las prácticas y aceptar la transformación por emprender, los conflictos y debilidades y las acciones en esta vía para la construcción de una mejor paternidad, de una paternidad real y diferente.
Es cierto, el modo de producción dominante de carácter neoliberal se apodera de la energía y el tiempo efectivo para el desempeño de las funciones responsables de la paternidad; pero en ese margen, habrá que reaprender y movilizar paradigmas en favor de la salud psíquica y emocional de los niños y las niñas.
La salud de las relaciones intrafamiliares es un pronóstico de la salud de relaciones en sociedad, de ahí la importancia de retomar el sentido formativo de.las relaciones padres e hijos y apuntar a un esquema de comunicación asertiva, retroalimentación oportuna y atención, comunicación horizontal y de calidad.
En temas como los que ahora ocupan la educación básica de prevención de adicciones por ejemplo, la perspectiva es la didáctica del modelaje, desde las fuentes mismas de acción de paternidad en el seno del hogar.
Padres practicantes de vida saludable, promotores del deporte y de amor a las expresiones artísticas universales, relaciones humanas más edificantes, padres garantes de entornos emocionales de confianza y participación, de escucha y diálogo.
Descolonizar las formas de paternidad en materia de formación de la infancia y la adolescencia, en materia de formación de las habilidades sociales de las nuevas generaciones, temas donde se requiere concurrencia de educadores y familias.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. zatarainr@hotmail.com

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