Denigrantes

 In Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

 

Las historias y las anécdotas se entrelazan, compiten por lograr más impacto, más alcance, por generar más temor y por convertirse en más votos para quien denigra a otras personas, grupos, pueblos, convicciones, ubicaciones, legados. La frase de “la tengo azorrillada” que usó una maestra para describir a una estudiante a la que exigió que pasara al pintarrón para resolver un problema puede aplicarse a otras personas y situaciones. La frase surgió a raíz de que la niña no pudo aguantar el terror de la pregunta que estaba a punto de plantearle la maestra y se orinó frente a todo el grupo, mientras temblaba ante la posibilidad de un regaño más por no saber la respuesta a una pregunta que no llegó a plantearse ante su reacción fisiológica.

En las aulas, en las instituciones de educación o de salud, en las oficinas gubernamentales, en las calles, en los ámbitos domésticos, en las relaciones entre grupos de población, es frecuente que encontremos esta actitud de quienes tienen algún poder en alguna demarcación y que optan por degradar a otras personas. En una declaración reciente, el 47º presidente de Estados Unidos se burló de los posibles reos de la recién nombrada e inaugurada “Alligator Alcatraz” en Florida. “Que aprendan a correr de los lagartos”, se burló Trump (https://hartmannreport.com/p/alligator-alcatraz-isnt-just-a-prison). Estas instalaciones, notables por la manera en que los reos quedan expuestos a los elementos y a los animales peligrosos, posiblemente se conviertan también en una prisión política, ubicada en el estado de Florida, no sólo para poner una muestra de lo que puede suceder a quienes llegaron a Estados Unidos sin documentos migratorios, sino también para los opositores al régimen del republicano.

Así, esta manera de privar de la libertad y, además, exponer a los posibles encarcelados a los peligros de la naturaleza y de animales depredadores, es una muestra, a escala mayor, de los castigos escolares denigrantes frente a los otros estudiantes. Los llamados “patrióticos” a la obediencia y la sumisión tienen un paralelo en los llamados “pedagógicos” para que los estudiantes se disciplinen frente a los docentes o las autoridades. Los golpes, las horas en que los estudiantes o los presos permanecen parados al sol o con el rostro hacia un muro, las tareas exageradamente repetitivas o agotadoras, las faenas que deben realizar un día para destruirlas o verlas derribadas por otro equipo, son parte de estas formas de rebajar a las personas y hacerlas sentir que valen poco y hasta se merecen esos malos tratos. Los centros de detención de migrantes, como ejemplo de autoritarismo y de la policía como agencia represora, son prolongaciones de los castigos y medidas disciplinarias que se ejercen en espacios que “deberían” impulsar la autonomía y el aprendizaje, pero que se convierten en oportunidades para que algunos “poderosos” se luzcan ante quienes admiran la disciplina y el orden que aspiran a imponer más allá de ese día y ese lugar.

En días recientes se ha señalado que algunas nuevas leyes mexicanas que requieren compartir información personal podrían derivar en mayor control de la población, así como el totalitarismo y el desprecio a personas de determinadas características las han vuelto más vulnerables; se disfrazan de patriotismo y de seguridad (https://youtu.be/lF7WXzsXIsw?si=fTzV98htBk2cL_kH). Alligator Alcatraz es una forma de sentar precedente (https://share.google/L0It9ck8ZEOm3DhJ2): o aprendes a comportarte y a reconocer que vales menos que otras personas con mayores “méritos”, te alineas y te disciplinas, o puedes convertirte en pasto de los lagartos, o ser objeto de castigos y sanciones que pueden costarte la vida tuya o de personas cercanas a ti en el afecto o en la geografía.

Cuando nos enteramos de que algún gobierno etiqueta como “terroristas” a determinados grupos del crimen organizado, cabe preguntarse ¿quiénes son los “terroristas”?, si los gobiernos anteriores contribuyeron al fortalecimiento de esos grupos ahora señalados. De terror resulta que gobiernos y gobernantes que han denigrado a múltiples grupos y personas se abroguen una superioridad moral que se sustenta únicamente en su superioridad numérica, su supuesta popularidad o su posesión de armas más letales y de mayor alcance.

Hemos observado algunos casos en que agentes del gobierno federal de Estados Unidos han realizado detenciones arbitrarias en su afán por cumplir sus cuotas diarias y mensuales de personas retenidas y deportadas (https://www.instagram.com/reel/DJclqvJpQTI/?igsh=cGwybmR4NGFkejl0). También nos hemos enterado que el delito irónicamente denominado de “portación de cara” (Racial profiling) se ha convertido en uno de los más frecuentes en el vecino país del norte para secuestrar incluso a sus ciudadanos bajo el argumento de que se trata de latinoamericanos y, por ende, son sospechosos de estar en el país sin documentación que demuestre su estancia legal (https://truthout.org/video/los-angeles-ice-agents-kidnapped-us-citizen-andrea-velez-says-her-lawyer/?fbclid=IwY2xjawLWCJhleHRuA2FlbQIxMQABHlqNJiYBFOSenj9CVv7nwHqn2fkO-HJ2pp5i-e2r3PVTddrnN8xQtM7cOkaI_aem_OnY66GvXl1rDK5lWVanrjA&sfnsn=scwspwa; https://elpais.com/us/migracion/2025-07-04/latinos-denuncian-que-el-ice-usa-perfiles-raciales-para-detener-a-ciudadanos-estadounidenses-soy-americano.html).

La política de “primero deténlos y después viriguas” equivale a detener a los “usual suspects” y se aplica en diversas escalas acordes con los prejuicios que mostramos en las escuelas y en las calles en la vida cotidiana. “Tenía que ser” fulano, o una persona de determinado sexo o preferencia o tendencia, se torna en “tenemos que detener” o agredir, o deportar, o castigar, o privar de la libertad a personas o grupos con los que hemos asociado alguna característica negativa. Así, ser latino es motivo de sospecha para no contar con documentos migratorios, o ser joven es motivo de sospecha para ser rebelde, iconoclasta y destructor, o ser mujer para no saber manejar un vehículo, o ser gay para agredir simbólicamente al statu quo…

Y ahora resulta, para mayor humillación, que Benjamin Netanyahu propone a su amigo y cómplice Donald Trump para recibir el premio Nobel de la Paz. Ensalzar al poderoso que denigra y asesina es una muestra del grado de perversión al que pueden llegar los poderosos de la especie humana (Netanyahu nomina a Trump al Premio Nobel de la Paz y revela plan para reubicar palestinos | El Mañana de Nuevo Laredo). Encuentro un paralelo en los docentes que son premiados por “mantener el orden” de grupos silenciosos de estudiantes a punta de castigos y amenazas de aplicar algunos que ya se han aplicado en ocasiones pasadas. Estas políticas acaban convirtiendo en rivales, adversarios y enemigos a otras personas que todavía no han sido castigadas, como se ha visto recientemente en manifestaciones de xenofobia en México, enfocadas en contra de la “gentrificación” causada por los extranjeros en la CDMX (https://www.youtube.com/live/AURoq0hkHKY?si=BZ2BdhAGwIHYT-8h).

De tal modo, pasaportes, etiquetas, prejuicios, color de piel, creencias religiosas, historia pasada de un grupo o un individuo y hasta su formación en determinadas escuelas o culturas (https://youtube.com/shorts/DDcZddyCJFA?si=r99SWXxfwjr2o5Li) acaban convirtiéndose en señales para la discriminación o para la segregación racial, como se ha visto en las ciudades estadounidenses de las que han huido las personas de piel clara, dejándolas a los afroamericanos con menores privilegios en ese país (https://youtu.be/PUSHOvFIULg?si=Emo2644DP-cFR92e). Así, resulta “denigrante” ejercer determinadas actividades, ocupaciones, o vivir en determinados espacios que se deterioran en una espiral en la que se asocian determinadas características de las personas que las habitan con determinados riesgos para las personas que podrían ser atacadas o expulsadas.

 

*Doctor en Ciencias Sociales. Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara. rmoranq@gmail.com

Showing 4 comments
  • Miguel Baz

    Excelente texto. Lo esencial de la denuncia también se puede aplicar en menor intensidad a sucesos y grupos mexicanos. Habrá que seguir esta reflexión. Saludos y gracias.

  • Mustafa Aksakal

    Excelente Reflexión sobre un desarrollo bárbaro

  • Moisés Cadena

    Lo que ocurre dentro de las aulas de clases es una metafora de lo que se vive en la sociedad a gran escala, es evidente, cuando se hace de la agresión un simil de la disciplina, en orden del orden y la civililación. Excelente metáfora doctor Morán.

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