De práctica judicial y académica
Rubén Zatarain Mendoza*
Mientras un enorme tinaco rotoplas desechable flota a la deriva por los arroyuelos inmundos del área de Lopez Mateos y Mariano Otero genera la hilaridad en las redes; mientras se cuelan arroyos por la estación San Juan de Dios del tren ligero, en la ciudad de Guadalajara dormitan áreas de gobierno sin cesar la constante actividad partidista.
La paz y la seguridad de los Altos en la débil llamita de una vela encendida, la paranoia colectiva, el miedo ocasionado por el caso de los 5 jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, el caso de un estudiante de la Universidad de Guadalajara y las marchas de voces débiles inaudible para el destinatario.
Seguridad, educación en Jalisco, el modelo pedagógico ficción, el candil dádiva de la entrega de computadoras para maestros y maestras de educación primaria, la rechifla.
El contexto, el escenario, el matiz del tiempo político intensificado de estos días es el debate prolongado sobre los Libros de Texto Gratuitos (LTG), la jueza, el ministro y los amparos contra la distribución en el estado de Coahuila, la SEP, las mañaneras, las conferencias informativas vespertinas.
Trinchera a defender o plaza por tomar el posicionamiento es ineludible, cruza el pensar y el sentir desde dentro (asunto de maestras y maestros en servicio y de nuevo ingreso, supervisores y directores, niños, niñas, adolescentes y jóvenes y desconcertados padres de familia); el pensar y el sentir desde afuera (periodistas objetivos y subjetivos, sonrisas socarronas en las oficinas parcialmente ocupadas de la UNPF, jueces y magistrados, gobernadores(as) oportunistas y partidos políticos), organizaciones sindicales (SNTE, CNTE).
El lucro mediático, el arte de la zancadilla, la resistencia conservadora que confunde y sube al pleito a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (Luis Maria Aguilar Morales).
LTG objeto de estudio en esta semana del Consejo Técnico y el Taller de Formación Continua para los docentes en el preámbulo recalentado del inicio del ciclo escolar, el próximo 28 de agosto; LTG otra vez objeto de opinión, de posicionamientos bien y mal intencionados, objetos de pira por manos ajenas al laicismo en el estado de Chiapas.
La vertiente de la educación en crisis por los arroyuelos inmundos, el río revuelto, los libros anteriores, los de hoy.
Pocas veces en la historia de la actualización de los maestros se tiene un clima social tan adverso al aprendizaje que impacta la asimilación del cambio y la propuesta.
Pocas veces también para los menores de edad se ofrecerá una propuesta pedagógica donde concurren tantas críticas.
Los LTG, el origen político de la discordia, el encono, las minorías privilegiadas “desideologizadas” ideologizantes, el magisterio heterogéneo donde hay defensores y detractores.
La ruta jurídica con los dados cargados, la sospecha de la imparcialidad, el tiempo de la enseñanza y el aprendizaje que no espera la modorra u opacidad de la práctica de los juzgados.
Vulnerar instituciones, perder todos por aviesos fines electorales y ambiciones políticas carnavalescas de egoísmos con dislalia ética y piezas dentales torcidas, golosas de dinero y poder; el aplauso conservador al acto de declinación del insostenible Santiago Creel; la meliflua beneficiaria, el juego del designio.
La escuela pública y sus usuarios de los LTG, los LTG culpables o inocentes, el juicio social necesario sobre los actores y los ejecutores de la ley que cobran puntuales y departen banquetes.
La lectura de la realidad, el bastión que antecede a la visión conservadora, su tiempo histórico extendido y la profecía autorrealizada del éxito y el mérito personal confirmado sólo en pocos, el colonialismo de las mentalidades, las Pedagogías críticas y liberadoras en constructo desde las epistemologías del sur y el humanismo urgente, los referentes lejanos, incomprensibles colectivamente, la mentalidad colectiva de la sociedad mexicana a la que se le ha insaculado desde ayer fobia sobre lo comunitario-comunista, desde las balas que cegaron vidas en la plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco hasta el caso de la localidad de Canoa en el estado de Puebla y TV Azteca, los obispos y sacerdotes que opinan sobre LTG en los púlpitos.
Las Pedagogías críticas, humanistas, liberadoras en condición de inexperiencia en propuesta formativa de la niñez, en materia de actualización de la generación de maestros a los que se les canceló desde antes de la reforma educativa la formación filosófica profunda y la militancia política necesaria.
Los académicos incendiarios que atizan la hoguera, la noción de Intelectual Orgánico, tomada del sociólogo colombiano Orlando Fals Borda que ilustra el papel de algunos académicos, los huérfanos del Instituto Nacional de Evaluación foxista-peñista, los salinistas comprados, el debate ideológico sobre los libros de texto gratuitos de hoy que les da nueva oportunidad, nueva coyuntura.
Los jueces y ministros. La noción del estado de derecho y su estructura jurídica, normas y el rol que ahora juegan en la trinchera contra el cambio y en específico contra el LTG, la noción de aparato ideológico del estado que plantea Louis Althousser y su rol en los Estados de herencia neoliberal.
Las formas de manipulación y el rol legitimador del staus quo, el periodismo fenicio pagado para hacer terrorismo desinformativo, la luz de las aportaciones de Mattelart y Chomsky, entre otros.
No son pocas las voces que se alzan contra la forma, el contenido y el cambio mismo, contra la denominada innovación metodológica que entraña la propuesta de la Nueva Escuela Mexicana en riesgo de envejecer en tribunales y en la guerra de papel donde se solazan los terroristas bien pagados de la pseudo academia y la ley.
El papel de los jueces e intelectuales que bajo un saber “legítimo” de bases pedagógicas curriculares cojas pretende ser una entrada a un posible debate de ideas y obnubilar miradas.
Los horizontes entre el conocimiento de ayer y hoy no son concurrentes, la mirada de pretensión objetiva y las emociones reguladas no debieran estar recalentadas por una opinión inmediatista y rijosa.
El papel de los académicos, muchos de ellos huestes baratas o gratuitas de la noción de universidad y escuela de educación básica, reproductoras de valores neoliberales. Los que juegan a saber y se inclinan hacia el conservadurismo. Lo habían advertido autores clásicos como V. I. Lenin en la revolución bolchevique o el mismo Mao Tse Tung al emprender la revolución cultural de fines de los sesenta.
El intelectual orgánico aliancista, obrero ilustrado sin conciencia de clase, modernos capataces que medran en la periferia del pensamiento crítico y que atizan la confrontación más desde la víscera que desde la inteligencia.
La guillotina cruenta, esa especie de metaevaluación implacable sobre los LTG que no han vivido la prueba de las manos y las inteligencias infantiles.
El libro de texto gratuito, ese objeto de análisis sobre el que han opinado personajes como Gilberto Guevara Niebla y Carlos Ornelas entre otros.
El LTG bien vale un ejercicio de tipología y clasificación de las voces y los mensajes.
Ese debate inusual ahora a través de las mediaciones de las redes sociales que suplantan el necesario encuentro dialógico cara a cara parcializa la decodificación de los mensajes.
Voces universitarias comodinas en contra de los LTG como las de Gilberto Guevara Niebla y Carlos Ornelas.
Las perversiones de la academia derechista, la caja negra y el sueño de una noche de verano local hacia 2040, lo subyacente, el rotoplas grafiteado de desecho flotante y chocador fuera de sitio que devela voces de último momento en las aguas turbias de las opiniones sobre los LTG.
*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]