De continuidades y discontinuidades en la SEJ
Jaime Navarro Saras*
Tuvieron que pasar casi 40 años para que un gobernador de Jalisco mantuviera a un secretario de Educación por 6 años; haciendo recuentos desde 1989 (en que se creó la SEJ) a la fecha, estos son los números: durante el sexenio de Cosío/Rivera hubo 3 secretarios, inició José Luis Leal Sanabria, continuó Eugenio Ruiz Orozco y terminó Guillermo Reyes Robles; con Cárdenas Jiménez, del PAN, inició Don Efraín González Luna y terminó Miguel Agustín Limón; con Ramírez Acuña continuó Miguel Agustín y lo terminó Guillermo Martínez Mora; con Emilio González inició Miguel Ángel Martínez y lo terminó Antonio Gloria Morales; durante el gobierno de Aristóteles Sandoval, del PRI, inició Francisco Ayón, continuó Alfonso Gómez y terminó de nuevo Ayón; con Enrique Alfaro de MC, Juan Carlos Flores duró todo el sexenio; con Lemus Navarro continúa Juan Carlos Flores como secretario. En total, 13 secretarios en 35 años de todos los colores, estilos y sabores, unos de grato recuerdo y otros, difícilmente alguna calle, plaza o escuela llevará su nombre como homenaje por su paso por la SEJ, en ese sentido, solo don Efraín González Luna fue distinguido con reconocimientos y hoy en día algunas escuelas llevan su nombre.
A nivel federal, la falta de continuidad es lo que ha prevalecido los últimos ocho sexenios con un total de 21 secretarios. Hubo un sexenio, el de Carlos Salinas, que se dio el lujo de tener 4 secretarios al frente de la SEP (al igual que con Pascual Ortiz Rubio, y el récord lo tiene Victoriano Huerta con 5); el sexenio que recién terminó tuvo 3 y el que está iniciando, de seguro tampoco culminará el sexenio, ya que Mario Delgado (actual secretario), por su personalidad aspiracionista, es difícil que termine los 6 años; el último secretario que duró todo el sexenio fue Reyes Tamez en el gobierno de Fox (2000-2006).
Pablo Lemus se esperó casi hasta el final para decidir quién estaría al frente de la SEJ; lo hizo 4 días antes del inicio del sexenio. La continuidad de Flores Altamirano en la SEJ no sorprendió a nadie, ya que se ajusta perfectamente al estilo de Lemus y porque defienden las mismas causas; suelen privilegiar a la educación privada y les dan apertura a los grupos empresariales para los negocios.
A la fecha no hay una evaluación seria que dé cuenta de lo que pasó en la gestión del actual secretario de Educación, a menos, claro, que el texto publicado por Xavier Aragay (en su blog) y que se puede consultar en la siguiente liga (https://www.xavieraragay.com/principales-conclusiones-de-la-evaluacion-del-impacto/?fbclid=IwY2xjawHFWeVleHRuA2FlbQIxMQABHcrXahTSJYnkdhlZm8GfMsx6XCW9w_EjpHrbyThV7RL_CX9zxBqdTKEvlA_aem_rhFpT82XTndJn2RR-CGC3Q) dé cuenta de ello. Lo sucedido con Juan Carlos Flores Miramontes al frente de la SEJ es inédito, nadie había durado los 6 años y, con su continuidad en el actual gobierno, de seguro dejará un récord de años muy difícil de igualar en el futuro.
El sexenio de Flores Miramontes se caracterizó por crear un modelo educativo, defenderlo y ponerlo por encima de todo, principalmente sobre las políticas educativas federales y la Nueva Escuela Mexicana. Recrea fue y es el principal discurso que se movió durante el sexenio; se caracterizó por traer personajes ad hoc al modelo para que lo difundieran y publicitaran, como el caso de Xavier Aragay (quien no tiene la menor idea de lo que se hizo en las escuelas y del impacto que logró entre el magisterio y, sin embargo, se atreve a dar cuenta del sexenio en un texto informal). Como él hay un montón; hasta Eugenio Derbez se dio baños de Recrea y (casi al final) y, por quedar bien con las políticas federales, se volteó a ver el legado de Paulo Freire por las periferias.
Es un sexenio en que ninguna placa fundacional de escuela alguna tendrá el nombre del gobernador y del secretario de Educación, ya que no construyeron ninguna, solo se dedicaron a maquillar algunas con pintura, banquetas, muros perimetrales y demás. El mejor ejemplo es la valla que se construyó en la Torre de Educación y el elevador de las oficinas centrales de la SEJ en Zapopan.
Hay muchos pendientes que se dejaron de lado, principalmente los procesos de actualización del magisterio, el nivel superior casi olvidado (escuelas Normales, los CAM, las UPN y el posgrado), la falta de plantillas completas de personal en la mayoría de escuelas de educación básica, los problemas de pago y la coordinación con la federación, solo por citar algunos vacíos. Lo cierto es que la continuidad de Flores Miramontes no traerá grandes cambios; se seguirá con Recrea y lo que ya sabemos de ello; las escuelas continuarán con el burocratismo y los maestros seguirán maniatados y con el Jesús en la boca gracias a los protocolos propios de las prácticas virreinales, pero en fin, vayamos haciendo crónicas de los hechos mientras se presenta la evaluación final de lo que fue el sexenio desde la voz de ellos mismos. Ante ello, será más fácil que las Chivas sean campeonas del futbol mexicano (tal como lo prometió Lemus) que la educación en Jalisco tenga grandes cambios.
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]
Triste y azaroso panorama de la educación en Jalisco.
Gracias Jaime por el análisis hecho.
Excelente análisis Jaime. Recrea solo pasará a la historia como un proyecto de culto de la personalidad de un Secretario que no pudo consolidar políticas educativas para mejorar las escuelas en Jalisco.