¡Dale, dale, dale!… no pierdas el tino

 en Verónica

Verónica Vázquez Escalante*

Al escuchar los alegres y entusiastas gritos de un tradicional “¡Dale, dale, dale!”, no queda duda… hay una fiesta, una posada, un cumpleaños, las fiestas patrias se están celebrando o un evento cualquiera que alegra a niños y grandes.
Bien sabido es por la cultura mexicana, la riqueza que simboliza una piñata; se cree que tiene sus orígenes desde la época de la conquista pero lo curioso es que los españoles encontraron costumbres parecidas en la Nueva España a la que ellos le abonaron ideas y doctrinas. Una característica importante para quebrarla, es que al ejecutor se le cubran los ojos y al momento del rompimiento, todo cae de manera desparramada, regada y salpicada, entonces todos podrán correr a ganar algo de los premios que ésta contiene e incluso ganar más regalos que los demás participantes. Depende mucho de las habilidades y destrezas que desarrollas desde los dos o tres años de edad.
La piñata en nuestro país tiene un especial significado y se le asignan cientos de modelos o motivos, tantos como alcance a dar la imaginación de las personas que viven de tal industria.
Si se me permite hacer una analogía, creo ver muy claramente que con los ojos tapados se le está golpeando a la educación como si fuera una piñata. Quien está en el turno de “dar regalos” tiene que golpearla pero no se sabe qué es, dónde está y a quién puede lastimar; pero eso sí, apela a la buena suerte y buena puntería para después de golpear y golpear, quebrar por fin la figura del burro (sólo por mencionar uno de los cientos de motivos que se diseñan. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia, así reza la frase de algunas películas ¿verdad?).
El lugar estratégico aquí es que ya se está en turno de golpear a la piñata, llámese educación, economía, políticas exteriores, presidencia, en fin; la responsabilidad que se asigne será para ganar a manos llenas. Esperamos pierda el tino.
En el campo de la educación, si la revienta gana, porque esa misma persona la diseñó, pero si sólo la golpean otros pues también gana porque finalmente si se queda en su mismo puesto u otro más redituable. Ha sido un momento muy oportuno de crear y creer en sus propios proyectos porque se puede convencer a otros de lo que ha sido tan criticado. Dicen las buenas costumbres que antes de incluir una piñata en una reunión social, el cristiano deberá tomar en consideración la conciencia de los demás. Supongo que aquí ya hay también, distintos diseños de cristianos, humanos, personas o simplemente, variedad infinita de valores.
Los que queremos a nuestra patria, la festejamos con respeto, sin posturas falsas y podemos decir ¡Viva México!

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. [email protected]

Comentarios
  • Carlos Augusto Garces

    Muy sutil y clara analogia, podriamos tambien pensar que la Educacion Publica fue la gran piñata golpeada o apaleada para exterminar sus fortalezas y derramarlas para que fueran”cachadas” por la poderosa Iniciativa Privada y “pepenadas” por los Gobiernos Estatales, para convertirlas en su “caja chica” y jugosas “economias” …..pero el maquiavelico trasfondo es resquebrajar a la nacion regalando en “premios” y pedazos de la Piñata Nacional a los dueños del poder mundial…..magnifico tema Doctora Veronica !felicitaciones!

  • Julieta Pérez Fernandez

    Cuando se educa para competir, para ganar al otro, para quedar bien con la pandilla y todo dentro de un juego, no sorprende la conducta de aquellos que se alquilan para llevar la responsabilidad de un gobierno…sin responsabilidad.

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