Conformación de equipos de trabajo: CTE
Carlos Arturo Espadas Interián*
Los equipos de trabajo se constituyen y forman, son resultado de trabajo, estrategias y acciones que identifican las habilidades, talentos y visiones de la profesión docente. Toda la organización para que un grupo de docentes comience el camino de constituirse como equipo, le corresponde primera y fundamentalmente a quien ocupa la Dirección.
Los aspectos clave para la constitución de los equipos radican en la honestidad del directivo, respeto, integridad y, sobre todo, el trabajar por el bien común a partir de objetivos sentidos por todos los actores escolares.
Sin esos aspectos, las estructuras formales diseñadas para el trabajo en equipo no funcionarán. Póngase, por ejemplo, el Consejo Técnico Escolar (CTE), en las instituciones educativas del nivel básico. La estructura existe al igual que el espacio, el marco normativo y todo el respaldo de la Secretaría de Educación para su constitución, operación y sostenimiento.
Pero, la estructura no es suficiente; se debe cuidar que funcione desde la democracia, las necesidades sentidas desde los actores educativos, logros, socialización de la información, capacidad operativa y, lo más importante, autonomía y proyección de todos sus integrantes.
El espacio debe constituirse en lugar común, ser apropiado como indispensable para el trabajo en la institución en general y, al mismo tiempo, en cada uno de los salones y clases.
La comunicación es fundamental porque permite a cada actor sentirse parte de la institución. El hecho de existir información diferenciada, ocultamiento, distorsión o cortinas de humo dan el mensaje de la existencia de centralizaciones, discriminaciones, verticalidad y, sobre todo, desconfianza.
La planeación, planificación y acompañamiento de quien ocupa la dirección es fundamental, da confianza al profesorado y se visualizan logros viables, factibles y, sobre todo: comunes.
La sensibilidad directiva resulta esencial para detectar, percibir y visualizar situaciones de conflicto que, al ser detectadas con antelación, pueden ser neutralizadas para que no lleguen a escalar a punto de no retorno. El manejo de conflictos, negociación y procesos de toma de conciencia resultan fundamentales.
Los equipos profesorales, no son equipos de obreros que pueden ser amenazados directa o indirectamente, son profesionistas al igual que los directivos y además tienen compromiso social claro, que permite ser el punto de encuentro profesoral, siempre y cuando quien ocupe la dirección no quiera usarla para fines egoístas o recorrer caminos visualizados desde la omisión del principio de realidad.
Si quien ocupa la dirección no es de corazón abierto y de espíritu social, la institución educativa se caerá en pedazos y, al final, las consecuencias serán pagadas primero por los niños, pasando por los padres de familia y terminando en la sociedad en general.
*Profesor-investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. [email protected]