Con moral incluida. El papel del SNTE en estos días

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Está por demás hacer un análisis y una crítica de lo que el SNTE ha sido a lo largo de sus 81 años de vida; cada etapa y cada momento vivido tienen su explicación y su forma de ser ante la sociedad, el Estado y los maestros.
Sin embargo, y para no irnos muy lejos, basta revisar lo que han hecho durante las últimas seis semanas para poder entender el porqué de su existencia y las formas de mantenerse con vida y vigente ante el poder del Estado, a pesar de ser un octogenario que aspira a ser centenario y un poco más.

Primera escena

El día 7 de febrero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, envía al Congreso una reforma al ISSSTE para su revisión, aprobación y votación, cuya idea central es el fortalecimiento financiero del Instituto. Uno de los aspectos incluidos es lo que tiene que ver con el aumento a las cuotas para aquellos trabajadores de confianza y de base que ganen más de 30 mil pesos mensuales (1,503.3 dólares al cambio de hoy), que según sus cuentas representan el 19% de los trabajadores que aportan al ISSSTE cada quincena y con lo cual pretenden recabar 11 mil 100 millones de pesos anuales.
Ese mismo día, el SNTE, en voz de su secretario, Alfonso Cepeda, quien además es senador por el partido de la presidenta y miembro de la comisión encargada del tema de la reforma, se congratulaba de la reforma y la aplaudía. En cambio, maestros de varios estados de la república iniciaron las protestas, primero en redes y a los pocos días con plantones, marchas y posicionamientos, principalmente de la disidencia del SNTE, entre otros la CNTE y grupos no oficialistas.

Segundo acto

Debido a las protestas, la presidenta de México anunció que la reforma no afectaría a los maestros y personal de base; el SNTE retomó ese discurso y aseguró que el magisterio no sería afectado. A nivel local (las secciones 16 y 47 replicaron lo dicho por su líder mientras se daban tiempo para organizar los juegos magisteriales y aparecer, a todo lujo, en la Normal de Jalisco para dar sus discursos en la consulta para la mejora de la carrera de los maestros y maestras), al tiempo, Alfonso Cepeda hacía su cruzada nacional para divulgar el Pliego Nacional de Demandas para que surta efecto a partir del 15 de mayo. En cambio, el magisterio de la mitad de los estados continuaba con marchas, plantones, paros y exigiendo el diálogo con la presidenta sobre sus peticiones más allá de la reforma del ISSSTE.

Tercer acto

La presidencia de la república da indicaciones para la revisión minuciosa de la reforma del ISSSTE, se comprometió a hablar con la CNTE y aseguró que los créditos del FOVISSSTE serían revisados a profundidad y adelantó que muchos maestros serían beneficiados con ello. Alfonso Cepeda, por su parte, se dedicaba a visitar e inaugurar mesas, reuniones y demás, a la espera de cómo va avanzando lo de la reforma y reacomodar sus discursos y narrativas para no verse mal. A nivel local, tanto la Sección 16 como la 47 se la pasan visitando escuelas, zonas y regiones escolares, invitando al magisterio para que afilien a MORENA (lamentablemente, para ellos, con poca respuesta de maestros), inaugurando juegos magisteriales e informando de las peticiones y avances de sus luchas y negociaciones, entre otras: la jubilación por años de servicio, la resolución de problemas de pago, eliminar las UMA y que se regrese a los salarios mínimos de la jubilación, la basificación de interinos, el incremento a la prima vacacional, el otorgamiento de las medallas Rafael Ramírez, Manuel López Cotilla y Manuel Altamirano a docentes de educación superior, entre otros.
La CNTE, por su parte, convoca al paro nacional el 19, 20 y 21 de marzo en la Ciudad de México, concretamente en El Zócalo, y exigir que el gobierno federal cumpla o transparente los compromisos de Andrés Manuel López Obrador y la propia Claudia Sheinbaum con el magisterio. En 10 estados de la república habrá eventos espejo y, en el caso de que la federación no cumpla sus promesas, habrá paro definitivo hasta que se llegue a acuerdos y se cumplan las demandas.

Epílogo

De no haber habido ningún tipo de protesta del magisterio, lo más seguro es que la reforma se habría aplicado tal como se recibió en el Congreso, lo cual no es otra cosa que más de lo mismo, la propuesta que Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo acordaron en 2007 con una que otra maquillada o algún remiendo no neoliberal. Después de los paros, las marchas, los pronunciamientos y las posiciones, lo más seguro es que la reforma tendrá cambios y las propuestas del magisterio disidente (la CNTE) estarán incluidas. Después de ello (y como ya lo sabemos), Alfonso Cepeda echará a andar la maquinaria e informará y presumirá que los cambios se deben a las negociaciones que el SNTE venía haciendo desde la llegada de la actual presidenta al poder. En fin, así las cosas de la moral intachable del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación con el Estado y el magisterio.

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

Deja un comentario

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar