Cine y política ¿tenemos el gobierno que merecemos?
Gildardo Meda Amaral*
La noche en que se entregaron los premios Óscar, fue de ensueño para los mexicanos amantes del séptimo arte. El mexicano Alejandro González Iñárritu ganó tres estatuillas doradas con la película “Birdman”, además de que Emmanuel Lubezky se alzó con el premio a la mejor fotografía.
El cineasta, también galardonado como mejor director, se hizo eco de las críticas que han llovido en los últimos meses contra el gobierno de Enrique Peña Nieto, que atraviesa su peor momento tras la masacre de 43 estudiantes en septiembre y un posible conflicto de interés por la compra de casas.
”Quiero dedicar este premio a mis compatriotas mexicanos, los que viven en México. Ruego que podamos hallar y construir el Gobierno que merecemos”, dijo el director al recibir el Óscar para “Birdman”.
El realizador también pidió por los mexicanos que trabajan en Estados Unidos para que sean tratados con dignidad. “Ruego que sean tratados con la misma dignidad y respeto que los que vinieron antes y construyeron esta increíble nación de inmigrantes”, dijo.
Pero independientemente de la vena cinematográfica del evento, cabría reflexionar si es que realmente este es el gobierno que merecemos. Miramos hacia los lados y observamos un gobierno sumido en el descrédito por la falta de seguridad a la población, incapaz de brindar oportunidades de empleo digno a un sector muy numeroso de mexicanos, enfrascado en una guerra de declaraciones contra el Estado Vaticano por una carta privada del Papa Francisco, en donde advierte sobre la posible “mexicanización” de Argentina; ese mismo gobierno que al buscar a 43 estudiantes desaparecidos desde hace seis meses, ha encontrado infinidad de fosas clandestinas y que no ha informado de la identidad de los restos encontrados en ellas; a un poder judicial inmerso en la desconfianza, porque a pesar del aumento a la penalidad contra secuestradores, ninguno de ellos ha sido sentenciado en los últimos años; partidos políticos alejados de los intereses de la ciudadanía que funcionan como franquicias políticas que venden candidaturas al mejor postor y premian servilismos e incondicionalidades; un poder legislativo desprestigiado, dispendioso e ineficaz, que dejando al margen los esfuerzos por reducir el gasto público, se asignan 125 millones de pesos sin explicar para qué; a 103 periodistas asesinados en los últimos 15 años; a 7 consejeros del Instituto Nacional Electoral que se niegan a sesionar alegando la falta de imparcialidad del organismo; un líder sindical, Gamboa Pascoe, coronar con una estatua su “sacrificio” por los trabajadores; un fiscal anticorrupción en el nadie cree ni en los resultados a los que lleguen sus futuras indagatorias y el desánimo parece ganarnos. Coincidimos con el sentir de que merecemos, es más nos urge, un gobierno mejor.
González Iñárritu al igual que el ganador del Óscar a la mejor película en el año 2014, Alfonso Cuarón, se han convertido en detractores de envergadura mundial de Peña Nieto, pero también en motivo de orgullo de los mexicanos.
Estafeta
Agradezco los comentarios de Francisco Díaz, del maestro Víctor Manuel Mendoza quien pronostica que ésta será la peor campaña política para Nueva Alianza, ya que saldrá a relucir lo gris de la actuación de los dirigentes sindicales.
Por otro lado, Rodolfo Ramírez escribe para expresar su deseo que el PANAL deje de usar los recursos sindicales, le quiten a los comisionados y sus votantes magisteriales abran los ojos. Así perdería su registro –señala–, no representa ninguna idea diferente que merezca representación ni subsidio público. Por su parte, Miguel Ángel Pérez, expresa que el Panal es la clara muestra del peor de los oportunismos. Efectivamente –dice– hace alianzas no para beneficiar a los demás, sino para sacar tajada de dicha unión. Este tipo de partidos deberían de desaparecer, finaliza.
*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque. [email protected]
Felicidades Gil. En cada uno de tus artículos he observado claridad y valentía, así como el necesario análisis orientador para la generalidad de los docentes.
En este breve espacio encontramos pinceladas de una realidad que nos agobia y que merece estudiarse con mayor profundidad; pero sobre todo requiere acciones contundentes para impedir que continúen los vergonzosos hechos que la historia nos reclamará. Desde aquí la invitación a los docentes a la actuación transformadora para lograr el gobierno y la sociedad que merecemos.