Cambios

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Cada fin de ciclo escolar se generan procesos de reacomodo entre maestras y maestros con funciones docentes, directivas o de supervisión. Los que se cambian, los que ascienden. Los que dejan con el calendario escolar concluido sus comunidades y emigran por razones personales, familiares o institucionales oficiales o sindicales.
Hay aquellos a quienes por fin se les otorga el cambio al lugar largamente esperado, aquellos funcionarios (as) del sistema educativo que también cambiarán por la llegada de los tiempos políticos partidistas.
Fin de ciclo escolar, un año de servicio más para algunos, aulas y escuelas vacías de alumnos y a partir de hoy vacías de maestras y maestros.
Entregas y recepciones, algunos centros de trabajo reciben nuevos gestores de los asuntos técnicos pedagógicos y administrativos, algunos nuevos docentes, otros centros de trabajo despiden con emotividad a quienes se cambian.
La rendición de cuentas, las cartas de liberación, la entrega de sectores, zonas o escuelas, los inventarios, las actas de entrega-recepción, los movimientos tradicionales de personal que impactan acciones, logros de mediano y largo plazo.
Los arraigos y las escuelas de paso, los que permanecen y los que se van. Lo socioemocional de la profesión magisterial, las rutas y los caminos de la experiencia profesional, las expectativas de los sujetos con cambio de adscripción, las expectativas de quienes obtienen carga horaria incremental o tal vez una plaza de jornada por primera vez.
La liberación del estrés, los ajustes familiares, las economías personales, los saberes aprendidos en el taller nacional de formación continua que quien sabe y sobrevivan en otros contextos y con otros actores.
El verano, antaño de formación profesional de los maestros, el verano de reorganización administrativa y de recursos humanos en las instituciones educativas, las vacancias que se avecinan y que se distribuyen desigualmente entre la zona metropolitana y las áreas foráneas; dentro de las áreas foráneas, los municipios y rancherías tradicionalmente desdeñadas, en esa especie de elitismo geográfico que prima en la cultura magisterial y en las propias autoridades educativas encargadas de las vacancias.
Los centros de trabajo y zonas escolares tradicionalmente peleadas, los centros de trabajo que nadie quiere por razones geográficas o meramente de relaciones humanas no dialógicas.
El calendario escolar 2023-2024 en Jalisco que arranca el próximo mes de agosto, el que ya se organiza en materia de recursos humanos y en materia de entrega postergada de libros de texto gratuitos; la fase organizativa intercurricular que ya apunta a un inicio problemático, los reacomodos de mandos y equipos, la política que todo lo cruza.
Los libros de texto y sus cambios objetados en ese ring ideológico en el que se encuentran las fuerzas políticas en nuestro país y en cada entidad federativa.
La derecha militante y las mentalidades inamovibles de largo alcance, la trinchera Gutenberg insostenible, el fandango de la lectura, el divisionismo entre los profesores, la indefinición de los actualizadores, el libro de texto gratuito, la gratuidad flagelada.
El negocio editorial, la ideologización supuesta esgrimida aún antes de conocer el contenido de los materiales.
El litigio entre la Unión Nacional de Padres de Familia y la Secretaría de Educación Pública, el punto de vista de los padres de familia obreros y campesinos que son mayoría y cuya opinión no ha sido convocada, cuya voz es silenciada.
La polémica decisión de no entregar los libros de texto en Jalisco “Juan Carlos Flores Miramontes explicó que al territorio jalisciense han llegado 1 millón 600 mil ejemplares de los 2.5 millones que se requieren para educación básica pero no pueden distribuirlos” (Milenio Diario Jalisco 25/07/2023).
Los libros de texto en cajas y amontonados, el problema de su almacenamiento en temporada de lluvias, la insoportable levedad de la judicialización de lo pedagógico y el postergado interés superior de las niñas, niños y adolescentes; los padres de familia de clase alta y media que cuestionan la educación pública, pero financian su propia educación, las fuerzas restrictivas de las casas editoriales y el pingüe negocio que se mueve alrededor del libro.
La rectoría de la educación por parte de la Secretaría de Educación Pública una vez más vulnerada.
La trinchera del lenguaje inclusivo y lo implícito de la emancipación subyacente en el contenido de los nuevos libros de texto, Marx Arriaga y los docentes diseñadores cuestionados, el izquierdismo señalado según argumentan algunas voces que suman militancia partidista y capacidad organizativa magistral para meter zancadilla.
Las derechas obtusas siempre interesadas en puertos mercantiles, lejanos al humanismo; los moderados temerosos, tibios, que toman de rehén las niñas, los niños y los adolescentes con mayores privaciones socioculturales, para quienes el acceso al libro de texto tal vez sea la única puerta a ese caro alfabetismo que tanto valora la sociedad moderna.
Cambios.
Los cambios y ajustes de personal, las particularidades de eso que denominamos planeación estratégica en perspectiva de la calidad impactada por la propia movilidad de los trabajadores de la educación, los derechos y la integración de los equipos laborales, sustrato esencial de una comunidad educativa que problematiza y organiza objetivos, metas y acciones.
Las continuidades y discontinuidades, las rupturas y los goznes, los medianos y largos plazos como parte de la lectura de los procesos en el marco de la historia de las sociedades, en el marco de las historias institucionales, en el marco del sector educativo, en el marco del libro de texto para menores de edad.
La Nueva Escuela Mexicana como política educativa nacional que ha posicionado en el mejor de los casos un discurso cuyas concreciones no son de la dimensión de lo esperado, el necesario maestro y maestra defensor(a) de la escuela pública y su legado del libro.
Recrea llena de colores que ahora objeta la distribución local de los libros de texto gratuitos, privatizados en las bodegas oficiales.
Recrea, que en el ámbito estatal pretendía una refundación del sistema educativo con distanciamiento inicial y reeditado de la política nacional tal como aconteció en el sector salud; los resultados poco visibles, la sospecha de que sólo ha sido bandera para el redireccionamiento del gasto presupuestal que se ha diluido sin indicadores medibles; Recrea, ocurrencia y palestra política, exhibicionismo coyuntural como el denominado bicentenario o el aniversario de la ciudad de Guadalajara 2023.
Observar el sistema educativo nacional, leer las realidades y problemática del sistema educativo estatal a través de indicadores de calidad no fue la práctica visible en la planeación del desarrollo educativo, no ha sido la práctica en la rendición de cuentas en materia de resultados, en materia de indicadores de calidad.
Se fue el ciclo escolar, la cultura de evaluación sólo aplicable para el último de los eslabones y destinatario del sistema educativo. La evaluación de proyectos, institucional, por objetivos y resultados una vez más pendiente.
Los cambios dichos que no se concretaron.
Los cambios prometidos aún por vencer las fuerzas restrictivas en su nueva manifestación y arenas movedizas de orden político y judicial.
Los cambios esperanzadores que votamos en la entidad federativa, los cambios que convocaron a los votantes, los cambios que no llegaron y no se articularon.

*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]

Escriba su búsqueda y presione ENTER para buscar