Austeridad y eficiencia

 en Rodolfo Morán Quiroz

Luis Rodolfo Morán Quiroz*

 

Supe de un caso de alguien que le ponía poca gasolina a su coche anticipando que pudieran robárselo. Así, los ladrones no podrían llegar muy lejos. Imagino que el razonamiento incluía el elemento de que, en caso de que finalmente se robaran el vehículo, al menos no se lo llevarían con el tanque lleno y con el gasto de dinero ya hecho. Aunque, según me cuentan, el motor del coche acabó dañándose de tantas veces en que le hizo falta combustible para funcionar. Cabría pensar que los muchos viajes a la gasolinera o el transportar gasolina en un recipiente adicional en el vehículo implicarían otros riesgos y otros gastos adicionales.

Aparte del dicho de que “lo barato sale caro”, cabe pensar cómo, para no gastar dinero en algún emprendimiento, a veces lo desperdiciamos o gastamos más en otros objetos o actividades. Así puede suceder en las aulas en donde, para no gastar en marcadores, se convierte en inútil el pintarrón que se instaló con un costo, no sólo del objeto, sino por haberlo transportado y puesto en un muro.

En semanas recientes hemos sabido de que el 47º presidente de Estados Unidos, a pesar de sus declaraciones xenófobas, creó un puesto para un billonario “afroamericano” (Elon Musk, sudafricano) para que éste se encargara de hacer más eficiente el gasto federal de ese país. En este video se mencionan algunas de las inequidades derivadas de los razonamientos de Trump y Musk (https://www.instagram.com/reel/DGhrvneMVcx/?igsh=MXJ6aHpyb2NhM2Jzag==) que se pueden sintetizar en el absurdo de cómo, la tarea de reducir los costos de la seguridad social, deriva en despojar a personas que reciben dinero federal con el pretexto de “ahorrar” dinero de los contribuyentes, mientras se le pagan a Musk millones de dólares diarios por los contratos federales con sus empresas. La acusación de que las pensiones de seguridad social podrían ser más austeras si dejan de pagarse (supuestamente) a personas de 200 años de edad se convirtieron en parte de un acalorado debate en las cámaras de aquel país del norte.

Esta discusión respecto a la seguridad social es sólo una de las manifestaciones de estos ánimos de eficiencia y austeridad. Para no gastar, dice el razonamiento (aunque no nos parezca tan razonable) de los multimillonarios involucrados, será mejor que se deje en el desamparo a millones de personas. De tal modo que el nombramiento en el departamento de educación federal de Linda McMahon (luchadora en el ring, no luchadora social) (https://youtu.be/NEoZbjBlCbo?si=hWHKBdZWoTE-h_oe) minuto 7:10 responde a esa línea de pensamiento: no hay que gastar en educación y lo más lógico es acabar con quienes se dedican a ella. De tal modo, cientos de empleados de este sector fueron despedidos para “no gastar” en esos servidores públicos. Los gastos en capacitación de maestros, en trámites burocráticos, en sueldos de funcionarios podrían ahorrarse, según elucubra Trump. Y esa tendencia habría de aplicarse en muchas otras oficinas federales. Las noticias respecto a estos cortes abundan en internet, por lo que no abundaré y sí enfatizaré que, mientras tanto, con el afán de hacer notar que la promesa de deportar a los migrantes que Trump considera “delincuentes y criminales” se pagan costos altísimos por utilizar aviones militares en viajes a los países de origen de los deportados. Además del sobrecosto de $700 mil dólares en cada uno de los vuelos militares para transportar deportados (https://www.instagram.com/reel/DFX4GMhRw_G/?igsh=MTg1MWE0amg4emVwdQ==) el afán de eficiencia ha llevado a dilapidar miles de dólares. Un caso de ignorancia supina es el de retirar fondos a las investigaciones sobre “diversidad en coclea” porque las nuevas políticas de Trump no quieren apoyar la diversidad sexual (https://www.instagram.com/reel/DGgoGUzyVXi/?igsh=MXp2dXE4YWE3anFi) de modo que el término, en un congreso de neurología, se convirtió en el pretexto para acabar con los financiamientos para investigación científica. El caso de Gwynn Wilcox, reinstalada en el National Labor Relations Board (https://youtu.be/5RZnT5_E6eU?si=1ReqIFL_s7ApYHdi) es sólo uno más de los muchos que se han ido a juicios, que costarán varios millones al gobierno federal, además de las alteraciones que ya han causado los despidos de funcionarios en distintas dependencias. Los burócratas despedidos han resaltado que no esperaban que, incluso tras haber votado a favor de Trump, éste acabaría por despedirlos con la noción de que así estaría ahorrando dinero. El 47º presidente está convencido, entre otras cosas, de que los aranceles que aplicará a muchos de los socios comerciales de Estados Unidos ayudarán a reducir el déficit comercial de ese país respecto a los demás y que “se recibirán miles de millones de dólares” que harán ricos a los estadounidenses, sin considerar que los consumidores dentro de ese país acabarán pagando los aranceles que su gobierno aplica a los productores en el exterior.

Cabe mencionar que Trump ha perdido ya varios casos en los juzgados, relacionados con sus órdenes ejecutivas y, aunque quizá no sea evidente en un principio, estos costos judiciales impactarán también a los contribuyentes. Reducir las burocracias, desaparecer gastos en múltiples oficinas, en buena medida acabarán por afectar la manera en que se han abordado los problemas durante décadas. En muchos casos, la solución de esos problemas o necesidades se volverá más cara. La falsa concepción de que, por ejemplo, reducir los gastos en el sector de la educación hará que ésta sea más eficiente, podría llevar a una hecatombe. La reducción en el porcentaje del Producto Interno Bruto dedicado a la educación no puede interpretarse como una buena noticia. Por ejemplo, en el mundo se dedicaba el 4.5% del PIB en 2009, mientras que en 2022 este porcentaje se redujo a 3.8%. Lo que, quizá para Trump y Musk sea “eficiente”, pero para los estudiantes y los docentes representa una merma en la atención y en la calidad de vida de quienes atienden ese sector (Gasto público en educación, total (% del PIB) | Data).

Hay otros ejemplos. En el caso de México, la periodista Nayeli Roldán ha mostrado cómo la “austeridad” en el sector salud ha impactado en el aumento de costos para los usuarios de los subsistemas del sector salud. En general, si “no hay” medicinas, mesabancos, aulas, planteles, equipamiento, materiales, los involucrados en los sistemas encargados de la salud o de la educación acabarán por pagar más. Reducir la cantidad de recursos públicos en estos sectores acaba incidiendo en la cantidad de recursos de tiempo y dinero que han de dedicar las poblaciones a las que deberían atenderse. En su libro La austeridad mata. La política de la 4T que dejó a México en ruinas; Roldán plantea la pregunta “¿A dónde se fue el dinero?” y da algunos ejemplos de cómo “el supuesto ahorro” acaba beneficiando a otras empresas de políticos o de sus amigos, en vez de dedicarse a la solución de problemas públicos.

Las múltiples protestas en contra de las políticas de supuesta eficiencia encabezadas por Elon Musk (al que llaman ahora “Felon” = delincuente) han tenido un impacto en su más conocida marca de automóviles eléctricos, Tesla (llamada así en honor a Nikola Tesla, 1856-1943, un ingeniero serbio nacionalizado estadounidense). Las acciones de la empresa y la popularidad de los coches han caído en picada. Habría que encontrar una moraleja a partir de las políticas aplicadas con motosierra, de las que tanto Musk como “el pelucas” Javier Milei parecen ser simpatizantes. La austeridad y la tacañería en los sistemas de gobernanza, que incluyen los esfuerzos educativos y los gastos en las escuelas, requieren de manejos más afines a la metáfora del bisturí que corta tumores que a la metáfora de la cuadrilla de talabosques que cortan a diestra y siniestra sin miramientos. Saldrá más caro el caldo que las albóndigas y los impactos de los supuestos ahorros en sectores vitales de las sociedades, como la salud y la educación, el transporte y la vivienda, la alimentación y el esparcimiento, habrían de considerar modelos más detallados de cuánto hay que invertir para obtener determinados aumentos en las eficiencias (un ejemplo, muy simplificado: (Analisis de costos y beneficios en educacion como evaluar el valor de los programas y reformas educativas – FasterCapital).

 

*Doctor en Ciencias Sociales. Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Guadalajara. [email protected]

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