Áreas de oportunidad para el calendario escolar

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Este año ha sido atípico en cuanto al clima y con un temporal de lluvias que termina por no llegar a la ciudad de Guadalajara (aunque apenas se apareció una lluvia fuerte hoy por la madrugada), en tanto, el ambiente que se vive en las escuelas no es de lo mejor gracias a los 40 o más grados en promedio de temperatura y la molestia que ésta genera en los colectivos escolares, es tal la incomodidad provocada por el calor que la semana pasada obligó a que, estados como Nuevo León, Coahuila, Durango, San Luis Potosí, Sinaloa, Chihuahua y Tamaulipas tomaran medidas emergentes en las escuelas para flexibilizar el calendario escolar, en el mismo tenor Nayarit tuvo que adelantar el cierre del ciclo y en Michoacán han suspendido clases en la región de Tierra Caliente (cinco municipios) y, de seguro, y así como van las cosas, todo el país terminará el ciclo escolar antes de lo previsto, en el caso de Jalisco la indicación ya está dada, se van de vacaciones los estudiantes regulares (con buen promedio) y sólo se quedan a terminar el ciclo escolar aquellos niños, niñas y adolescentes que requieran reforzamiento en sus aprendizajes y rendimiento.
Hemos dicho que el calendario escolar vigente no ayuda en mucho al tema del descanso necesario para estudiantes y docentes al final del ciclo escolar, su propuesta y justificación está centrada en la mayor cantidad de días dentro de las aulas, lo cual, más que impactar en los aprendizajes, esto tiende más al hartazgo escolar de los sujetos implicados que a lo que significa para las autoridades educativas el derecho a la educación.
Es un calendario escolar pensado más en las políticas económicas y los tiempos de los padres de familia y lejos, pero muy lejos, de las políticas educativas y los procesos de aprendizaje que requieren los estudiantes, no por algo (en las tres últimas décadas) hemos pasado de 180 a 200 días anuales de clases, después a una propuesta de 185, 190 y 200 días, finalmente a un calendario escolar de 190 días vigente desde el 14 de mayo de 2019, independientemente que, en el Acuerdo con esta fecha, Capítulo I de las Disposiciones Generales señala que:

Calendario Escolar. Documento oficial que determina la SEP donde establece los días obligatorios de clase, calendarizados en mínimo 185 días y máximo 200 días, en los que deben brindar servicio educativo las escuelas públicas y particulares de Educación Básica. (Diario Oficial de la Federación, Acuerdo Número 14/05/19).

Estamos pues, ante el dilema de si más días en las escuelas provocan mayores aprendizajes en los estudiantes o, si menos días del calendario (por ejemplo 185, que es lo mínimo que ordena la SEP), proporciona un descanso justificable entre un ciclo escolar y el siguiente, lo cierto es que las experiencias del año escolar que está por terminar, arroja desconcierto, enojo, molestia y hastío en la mayoría de sujetos de la educación, lo cual llevó a que muchos estados de la repúbica hayan tomado las medidas señaladas al inicio de este artículo.
Ojalá y que este ciclo escolar les haya servido de laboratorio a las autoridades educativas locales y federales para que, con todo el tiempo del mundo, le hagan las adecuaciones debidas al calendario escolar 2023-2024 y, en lugar de culminar las clases el día 190, se terminen en el 185 o antes, y cuyos propósitos sean no sufrir los estragos que ha dejado el calor infernal y el hartazgo en que se está convirtiendo asistir a las escuelas después de los dos ciclos escolares de pandemía.

*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]

Comentarios
  • Catalina González Pérez

    Generalmente más horas / días lectivos no deriva en más aprendizaje, puesto que no es un asunto de cantidad. A estas alturas y con las condiciones climáticas, es inoportuno dejar que asistan los que durante el ciclo completo quienes requieren más apoyo. Lo requieren pero no en estas fechas y condiciones.

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