Apoteosis de la opacidad

 en Invitados

Job Avalos Romero*

En días pasados concluyó el proceso para la designación de los titulares al puesto de director/a de las distintas unidades UPN del estado de Jalisco. Además del burdo copia y pega, hecho a partir de la convocatoria para la designación de Directores de Instituciones de Educación Docente del estado, realizada en 2021, se hace patente la hostilidad y el menosprecio con los cuales la cúpula de la SEJ trata a la Universidad Pedagógica en la entidad, desconociendo los mecanismos internos en la designación de directores, establecidos desde la creación de la institución en 1978, los cuales habían sido respetados hasta ahora.
Con todo y eso, la convocatoria daba la impresión de transparencia y formalidad al establecer un proceso en varias etapas, con puntajes porcentuales precisos: valoración de la trayectoria académica y profesional (20%), plan de desarrollo institucional (25%), examen de conocimientos (25%), entrevista (30%). ¿Cómo no confiar en que se obtendría un resultado ejemplar? Más aún al tratarse de una convocatoria emitida por el máximo representante de la Secretaría de Educación Jalisco. Lamentablemente, esto no fue sino otro juego más de manipulación, jaloneos y negociaciones bajo la mesa, donde lo que menos hubo fueron cuentas claras y transparencia.
Al menos dos elementos evidencian irregularidades en el proceso: 1) la inclusión del SNTE como parte del “comité evaluador” sin que haya mediado ninguna consulta a las trabajadoras y trabajadores de las Unidades UPN, siendo que el sindicato nunca antes había tenido voz ni voto en dicha designación, y por buenas razones; 2) imprecisiones en la fase de entrevista, pues aunque la convocatoria establecía que sería realizada por el comité evaluador, no quedó claro por qué terminó siendo una labor compartida con el secretario ni se especificó cómo se repartiría la ponderación del 30%. La confusión es producto de la misma convocatoria, según la cual, la entrevista con el titular de la SEJ debía realizarse después de las fases del concurso que incluían puntajes específicos hasta completar el 100%, es decir, en una etapa posterior llamada Del Nombramiento.
Si el proceso pretendía ser organizado y transparente, ¿por qué no se hicieron públicos los resultados de cada una de las candidatas y candidatos que participaron en el proceso? En tiempos donde los puntajes y los rankings forman parte obligada de los concursos y procesos de selección, llama la atención que la SEJ y su titular omitan compartir los resultados de este concurso, a menos que haya cosas que no sea conveniente hacer públicas. En tiempos donde la transparencia forma parte del discurso de cualquier administración pública, llama la atención que exista tanta resistencia a compartir información, a menos que dicho término, transparencia, haya sido vaciado de su sentido y sólo se utilice por conveniencia política.
Desconozco si frente a la petición ya externada de dar a conocer los resultados, la SEJ termine por hacer públicos los puntajes. En todo caso, tres lecciones podemos sacar del proceso realizado.

1. Al secretario le interesa muy poco, por no decir nada, lo que ocurre con las Unidades UPN que existen en la entidad. En ese sentido, la manera en que se llevó a cabo el concurso para la designación de directores es sólo un detalle. Más allá de esta situación específica, existe una acumulación de situaciones no atendidas. Prácticamente todas las unidades sufren una falta crónica de mantenimiento, problemas estructurales en sus edificios y falta de recursos para su funcionamiento cotidiano. Sin embargo, esta administración, al igual que las de los últimos veinte años, no han dado ningún apoyo sustancial para evitar el deterioro y el agravamiento de dicha situación.
2. Aunque hay en la estructura de la SEJ una “Dirección de Unidades UPN”, integrada a la Subsecretaría de Formación y Atención al Magisterio, el objetivo de dicha dependencia y su existencia dentro del aparato administrativo no quedan claras. Se supone que la Dirección conoce la dinámica interna de cada centro educativo y debe favorecer, entre otras cosas, la comunicación y las gestiones de las unidades con las instancias federales y estatales. Sin embargo, la historia y las dinámicas existentes en cada unidad estuvieron ausentes en un concurso que, por su opacidad, parece haber sido un intercambio de favores e influencias donde la Dirección de Unidades simplemente se prestó para avalar unos resultados decididos fuera de los lineamientos de la convocatoria.
3. El desarrollo del concurso para la designación de directores de UPN y los resultados obtenidos son un mal presagio para lo que viene. Si la actual y casi saliente administración de la SEJ decide realizar el tan esperado concurso de plazas académicas de base para UPN, la opacidad demostrada en el ejercicio que acaba de concluir deja pensar que el siguiente proceso puede ser una ocasión más para pagar favores y comprar lealtades. No sería extraño que, haciendo caso omiso de la normatividad propia de la UPN, se ignore a la Comisión Académica Dictaminadora, único órgano autorizado para emitir dictámenes sobre las y los candidatos ideales para ocupar plazas en esta institución, y que en su lugar se cree una comisión local hecha a modo para poder manosear el proceso. O que se pretenda hacer un concurso cerrado con la intención de favorecer intereses particulares y acomodar colaboradores, tal como ocurrió en el proceso de promoción interna, donde arbitrariamente se atribuyeron categorías altas y ampliaciones de tiempo a modo para ciertas personas.

Finalmente, nada de esto es realmente sorprendente. Quienes ocupan cargos en los niveles más altos de la SEJ no están ahí por vocación de servicio. Más bien se sirven de esos puestos como trampolín para sus aspiraciones políticas: diputaciones estatales o federales, presidencias municipales o cualquier otro cargo público. Desde esa lógica, se entiende perfectamente por qué el actual titular de la SEJ dijo que no quería problemas con los cambios de directores en las unidades de la UPN. Una mancha en su gestión podría costarle ser designado a una diputación o a otro puesto en la siguiente administración del gobierno estatal.

Doctor en Ciencias de la Educación. Profesor en la Unidad 141 UPN Guadalajara. [email protected]

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