Aportaciones ¿voluntarias?

 en Graciela Soto

Graciela Soto Martínez*

Un nuevo ciclo escolar da inicio, este 26 de agosto como ya es sabido regresaron a clases en educación básica 25.4 millones de alumnos en todo el país, en Jalisco regresan 1.7 millones. Los maestros, después de la larga jornada de capacitación de la Nueva Escuela Mexicana y la Fase Intensiva del Consejo Técnico, les dan la bienvenida a los alumnos, las escuelas nuevamente se llenan de su presencia y voces, así también llegan los padres de familia con sus expectativas y necesidades.
En el inicio del ciclo escolar está estipulada la formación de Asociaciones de Padres de Familia (APF) y los Consejos de Participación Social, convocatoria en que se elige a los representantes, idealmente se busca formar la alianza familia-escuela que tiene como finalidad el logro de los propósitos educativos. Un punto de estas reuniones para conformar los órganos de gobierno escolar son las aportaciones voluntarias que están apegadas al Reglamento de las APF. El mismo nombre de esta aportación “voluntaria” muestra un adjetivo donde señala que esto depende de una actitud de los padres. Nos preguntamos entonces, ¿la importancia que tiene la escuela para la sociedad depende de su voluntad que ayuden o no?, de acuerdo con Reglamento de la Asociación le toca los tesoreros y presidentes el manejo de estos recursos, los cuales tienen el propósito de atender las necesidades de la escuela, los directores y supervisores actúan en calidad de asesores, sin embargo, se ven involucrados de diferentes formas. https://info.jalisco.gob.mx/sites/default/files/leyes/Reglamento_Asociaci%C3%B3n_de_Padres_de_Familia.pdf
Ahora se pretende que la educación sea de excelencia, más allá de la calidad, por el momento se tienen sueños y programas de mejora, los alumnos, maestros y padres de familia exponen como parte de sus ideales tener escuelas dignas con aulas exprofeso que reemplacen a las aulas ligeras que aún persisten y con salones concluidos, las que todavía están en litigio porque las constructoras o la SEP no cumplieron con los contratos, con equipamiento digno, mobiliario, intendentes, espacios limpios, maestros suficientes, materiales para los alumnos, igualmente con talleres y clubes que estimulen el desarrollo, también tenemos la esperanza de que este año no las roben, que si así sucede el trámite sea sencillo y que el seguro recupere lo robado. Pero los que soñamos y trabajamos por lograr lo que nos proponemos sabemos que esto tiene un costo, en ello hay que destinar recursos para alcanzar los deseos de la comunidad escolar de aprendizaje.
Hacia allá se enfocan las aportaciones voluntarias, son parte de que podamos cumplir con los sueños posibles, se reconoce el gran esfuerzo estatal de RECREA para dotar de apoyos a los alumnos y por ende a las familias, hay trabajo coordinado por parte del estado y de los municipios, directores, supervisores, autoridades educativas, asociaciones de padres, lo que va a entregar seguramente va a contribuir con la economía familiar, sin embargo, la lista de necesidades en la escuela es larga, por ello se requiere de esta aportación cuyo manejo recae en la APF, concretamente en la tesorera de la Asociación.
En el tema de las aportaciones se requiere dejar el discurso de la confrontación y la denuncia de directores o asociaciones de padres, porque cuando se hacen señalamientos de la no obligatoriedad, e incluso se dan los teléfonos para denunciar se está alentando a no colaborar, amparados en estas consignas, se les menciona que no se puede obligar, ni se condiciona la admisión o el ingreso, lo que se omite mencionar es la carencia de presupuesto para la atención del mantenimiento de la escuela.
Si ya hay un cambio de gobierno tanto nacional como estatal entonces los conflictos y señalamientos con maestros deben modificar su abordaje, que se investigue en primer término, se actúe de forma imparcial, se concientice a los padres y madres de la importancia de su apoyo. También se necesita que la ley sea expedita en la localización de las tesoreras, que sustraigan los recursos económicos, dado que el trámite de denuncia y atención de esta problemática es lento, tortuoso e ineficiente.
De forma reciente se difundieron medidas cautelares emitidas por la CNDH Oficio: 257El20l9-, la cual, el Visitador General Derechos a CEDHJ Doctor Eduardo Sosa Márquez, emite oficio al Secretario de Educación Juan Carlos Flores Miramontes en el que señala en la Segunda y Tercera Disposición: “Bajo la premisa de que la educación es laica, gratuita y de calidad, por ningún motivo se niegue, se condicione, se restringa o limite la inscripción ni la permanencia del alumnado por la falta de pago de las aportaciones voluntarias”, añade que no se discrimine a ningún niño, se nos instruye a este cumplimiento, está clara la consigna por la prioridad que tienen los niños al derecho a la educación, por ello no hay relación entre la aportación y la asistencia del niño a la escuela.
De esta medida cautelar llama la atención el punto cuarto, el cual ya no se difunde en la estructura, este señala de forma textual lo siguiente “Cuarta. Con el ánimo de que el mantenimiento de las escuelas no dependa de lo recaudado a través de las aportaciones voluntarias de los padres de familia se le reitera el cumplimiento al punto recomendatorio décimo tercero de la Recomendación Oficio 2578/2019-I, emitida por esta defensoría pública, en el que previamente se le solicitó que se incremente el porcentaje del presupuesto asignado para que se cubran las necesidades que requieran las escuelas públicas de Jalisco para el mantenimiento de los planteles educativos y para mejoras. Esta parte es clara, señala la responsabilidad del Estado en cuanto a atención económica, podemos observar la deficiencia presupuestal, no los estamos culpando de esto, que es una situación ajena y que depende de partidas hacendarias, pero que no se engañe a la población y se difunda un mensaje confuso, en el que dejan a la deriva el tema del mantenimiento de la infraestructura escolar.
Directivos y docentes hemos sido testigos de padres de familia, los cuáles tienen trabajos que ganan poco, dada las condiciones sociales de pobreza se entiende, pero son los que van juntando pesitos para la escuela, con muchos esfuerzos, no cuestionan ni escatiman el apoyo, y si alguno se acerca a la escuela se le ofrecen alternativas, puede cooperar con su trabajo o en especie, son otros perfiles de padres los que no quieren cooperar y se muestran amenazantes empoderados por los mensajes mediáticos.
Se agradece también a esos padres que nos han apoyado, con ellos nos mantenemos en pie con escuelas dignas, la problemática de las aportaciones es de los últimos años.
Sobre el tema de los útiles escolares o los materiales didácticos que requieren los alumnos para sus labores escolares, no entra en el tema de la aportación, en ocasiones se conjunta un monto para atender los dos rubros, sin embargo, van por caminos paralelos, este concepto si es obligatorio, ya que es algo de utilización personal y básica en el trabajo escolar. Así que, en caso de que algún padre muestre esta actitud debe saber que la escuela no tiene para dotarle y lo que hace el gobierno con las mochilas es compensatorio, ya que hay otros materiales que se necesitan, además de lo que contiene la que próximamente se distribuya en los municipios participantes en el programa estatal RECREA.
En esta sociedad de consumo la escala de prioridades es incongruente, muchos padres de familia invierten en un teléfono móvil, en su cuidado personal, en imagen o apariencia, en momentos de esparcimiento, pero, en cambio no tienen para la cooperación necesaria y fundamental que contribuye a un mejor espacio educativo, ha habido casos graves que incluso confrontan o agreden a quien lo solicita.
Se requiere que actuemos todos juntos en la corresponsabilidad de educar, que se revise el tema para ver lo que compete a los padres para mantener una escuela digna, que no escatimen sus aportaciones voluntarias que han sido de gran utilidad para el mantenimiento de los espacios, es importante analizar lo que compete a directores y maestros para que en este marco de austeridad hagamos optimización de lo que tenemos y actuemos con trasparencia, así también para que la autoridad educativa pueda ser sensible a las necesidades de la escuela y canalice los recursos correspondientes.

*Doctora en Educación. Jefa de Sector de Educación Preescolar en la SEJ. [email protected]

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