Los motivos de Elba y los secretos del lobo
Jaime Navarro Saras*
El pasado domingo, en medio de una serie de eventos donde el protagonismo de la CNTE estuvo por encima del SNTE y otros entes que representan o quieren representar al magisterio nacional, aparece Elba Esther Gordillo Morales rodeada de seguidores (principalmente de viejos y nuevos colaboradores, amigos y familiares) para respaldar la formación del partido Redes Sociales Progresistas (RSP), cuyo líder es Juan Iván Peña Neder (cuyo expediente judicial y pasado como funcionario y persona es un auténtico estuche de monerías), además de Fernando González Sánchez (su yerno) y René Fujiwara Montelongo (su nieto), y, quiérase o no, dicha conformación partidista está confeccionada al más clásico estilo de lo que ha sido la labor y carrera política de Elba Esther a lo largo de los años como líder del sindicato más numeroso de latinoamérica.
Así es, mientras que la CNTE pone en práctica sus luchas, métodos y estrategias de siempre para abrogar la reforma educativa de Peña Nieto y presiona a su estilo para que Andrés Manuel López Obrador cumpla su palabra con los maestros (empeñada, precisamente, durante la campaña electoral más reciente) de terminar para siempre con la mal llamada reforma educativa que tanto dañó los intereses y logros ganados por el magisterio por más de medio siglo y, no menos importante, la serie de Foros (por lo menos uno, el de Guadalajara en la ByCENJ) organizado por el SNTE para debatir y conformar su posición política con respecto a la reforma de los artículos 3º, 31 y 73 de la Constitución, idea que dista bastante con las prácticas que la CNTE viene haciendo, ya que el evento sólo fue para salir del paso y mandar el mensaje que no están cruzados de brazos, independientemente de que el evento dejó en claro que hubo prisas en la organización, que la calidad y nivel de las propuestas eran bastante “malitas”, pasadas de moda, distantes de las necesidades y realidad actual y, muy lejos de lo que la CNTE y el magisterio en general requiere en términos laborales y desarrollo profesional.
La aparición de Elba Esther no es mera coincidencia, conociéndola, sabemos que ello es un hecho armado y sólo es para recordarle a propios y extraños que aún sigue vigente, está más viva que nunca y que su regreso (en persona o a través de prestanombres) es toda una realidad, sobre todo porque el SNTE está bastante debilitado, devaluado y sin reconocimiento del propio magisterio. Además (y siendo la razón principal) de que la CNTE ha crecido bastante (los 40 diputados que tiene en la legislatura federal le dan esa legitimidad, posicionamiento y espacio de negociación ante cualquier reforma o propuesta a la educación pública).
También nos queda claro, que en los siguientes meses estará en juego el tema del sindicato y la conformación de una institución incluyente, a la espera de un esquema electoral con elecciones a través del voto libre, secreto y universal y, se quiera aceptar o no, posturas como las de la CNTE llevan ventaja de las instancias basadas en las viejas prácticas representadas por el SNTE, en ese sentido, Elba Esther y su séquito están a la espera de ser llamados o autopostularse para representar al magisterio, igualmente sabemos que la conformación del partido RSP es sólo una excusa institucional para mostrar el músculo que representa Gordillo Morales y seguir vigente respecto a lo que ha sido su vida: la política del bajo y el alto mundo. Por lo tanto, pues ni modo, ¡a sufrirla otra vez!
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]