Colectivos docentes en la incertidumbre
Benita Camacho Buenrostro*
En materia educativa se cierra el año 2014 con más interrogantes que certezas sobre el rumbo de la educación básica en México. Después de haber retomado, no sin tropiezos, los consejos técnicos de escuela como la vía para fortalecer la formación docente y generar la mejora educativa sostenida, ha vuelto la duda sobre el ya incierto panorama educativo con respecto de lo que será de dicha propuesta institucional. La incertidumbre se genera a partir del sorpresivo relevo, a fin de año, de la titular de la Subsecretaría de Educación Básica, quien con profundo conocimiento de las debilidades de nuestro sistema educativo intentaba, una vez más, impulsar el trabajo colegiado de los docentes como la mejor vía para la transformación de sus prácticas. Pensando en cómo lograr el objetivo se generó el espacio y el tiempo en el centro escolar, a fin de que los docentes pusieran en común los problemas más urgentes sobre las dificultades que enfrentan cada día con respecto de los aprendizajes y el comportamiento de los estudiantes, así como todo aquello que rodea al complejo proceso educativo que se gesta al interior de la escuela.
Esta propuesta obedece al modelo de formación docente que pretende convertir a los docentes, que hasta hoy han venido jugando más un rol de agentes pasivos como operadores de programas, en agentes activos que puedan en colectivo construir las propuestas que sólo a partir de su conocimiento y su experiencia se pueden elaborar, para la solución de los problemas y la mejora de la enseñanza.
La importancia de mantener y enriquecer la propuesta estriba en que, a partir del trabajo colegiado, los profesores pueden tomar conciencia de su capacidad y gestar la autonomía para decidir y actuar como profesionales de la educación, lo que hasta hoy no ha ocurrido. Sólo de esa manera, los docentes estarán en posibilidad de hacer frente a los problemas, valorarse y valorar su profesión.
Ahora que la funcionaria ha sido relevada por quien, si bien ha transitado por el mundo de la burocracia en el sector educativo, dista mucho de representar una mejor opción para dirigir la subsecretaría más grande y compleja del sistema educativo, estamos ante la expectativa sobre lo iniciado. Es decir, si lo anterior se asumirá como política pública y tendrá continuidad como innovación institucional que se fortalecerá a partir de la experiencia recuperada en los colectivos docentes, o quedará a nivel de propuesta personal que se irá diluyendo como tantas, con el paso de los días.
*Profesora-investigadora del Sistema Virtual de la Universidad de Guadalajara. [email protected]