Narrar y describir

 en Verónica Vázquez

Verónica Vázquez Escalante*

El uso del binomio narración-descripción, aparentemente es una práctica sencilla, sin embargo, esta acción que gira alrededor de todo ser humano a lo largo y ancho del planeta así como en cualquier idioma, encierra una gran herramienta para la expresión, comunicación e imaginación.
Quien no sabe narrar, crea fácil confusión a quien sabe escuchar; curiosamente sucede lo contrario cuando alguien no sabe escuchar, pues ni se entera al momento que alguien está narrando apropiadamente.
Ahora que está llevándose a cabo la Copa mundial de futbol (Rusia-2018) es el ejemplo perfecto para ilustrar la idea. Aquellas personas aficionadas a este deporte, que lo disfrutan principalmente a través de medios de comunicación, eligen ver un canal u otro, escuchar una estación de radio o ver por internet los partidos, de acuerdo a lo que ellos consideran la mejor narración.
También otro ejemplo, menciono que el hecho de recorrer pueblos como Macondo o Luvina, ambos famosos y paradójicamente inexistentes, resulta que la descripción nos ubica en esos lugares, se puede decir que a través de la representación verbal, la imagen ha sido capaz de transmitirse y brindarnos un “cuadro pintado verbalmente” en el que puede “verse” por la descripción.
La narración tiene el arte de relatar acontecimientos reales o imaginarios; si el caso es el segundo, entonces, el autor gradualmente desarrollará un estilo particular de crear todo, todo lo que su imaginación pueda alcanzar.
Cabe hacer mención que tanto la narrativa como la acción descriptiva tienen reglas a cumplir, cubrir con estructuras que se implementan, se ensamblan y expresan una realidad que puede o no existir y esta fórmula, es precisamente la que lleva al éxito o fracaso a un libro, una obra de teatro, una novela e incluso un chiste, hechos, sensaciones, ambientes, fenómenos y un sinfín de acciones.
Tener la certeza de emplear los adjetivos calificativos y detallar minuciosamente lo que se quiere describir o narrar, obliga a ser muy claro pues quedará plasmado el escenario en la mente de aquél a quien se dirigen estas tareas.
Comprender y sólo así, es advertir el peso que tienen estas acciones en la vida cotidiana del humano, esto nos lleva a tener la clara conciencia y certeza de que todo lo que escuchamos, vemos y creemos entender, puede o no ser real; puede o no ser cierto, pero lo que siempre será verdad, es tener una postura personal de lo que vemos, escuchamos, nos narran o nos describen porque esa realidad será nuestra existencia.
Tanto peso tiene la narrativa como la descripción, sin embargo, la personalidad de cada sujeto le dará la certeza de apropiarse lo que se dice al examinar y esclarecer lo que se encierra un párrafo o una verdad.

*Doctora en Ciencias de la Educación. Profesora de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad 145 Zapopan. [email protected]

Comentarios
  • Lali

    Oh, muy cierto Dra. Aprendo mucho cada vez que te leo.

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