¡Feliz 2018!

 en Alma Dzib Goodin

Alma Dzib Goodin*

Para quienes vivimos en los Estados Unidos, el año que se fue estuvo lleno de insultos, de intrigas, aún no sabemos si los rusos tuvieron que ver con las elecciones del año pasado; aprendimos el impacto de las noticias falsas; sufrimos de amenazas nucleares, guerra frontal a través de Twitter que parece ser mejor que cualquier avance diplomático; y por supuesto, no podremos olvidar, las promesas de campaña incumplidas.
Aún no hay barda, continua vivo el Obama Care, así como los impuestos que la clase trabajadora aporta para pagar abogados debido a los errores, corrupción o excesos de los políticos, pues la promesa de baja de impuestos solo tuvo impacto en los más ricos.
No podemos dejar atrás los escándalos sexuales que ocuparon tantas horas de televisión, ante los cuales, los padres taparon tantas veces los ojos y los oídos de los niños, y podemos decir que solo un hombre intentó, pero no logró disculparse.
Cada año pedimos que las cosas mejoren con el nuevo ciclo, pero a veces solo empeoran. En América Latina continua la corrupción y la división social; las mujeres siguen siendo menospreciadas y asesinadas; la educación continúa en el tintero; aún no tenemos a quien admirar en el campo científico; y los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos.
Dejamos atrás, sin embargo, el pánico que las tragedias provocadas por los sismos que dañaron a tantos, no solo en su patrimonio, sino en la fe puesta en el gobierno para obtener ayuda. La ayuda llegó de la buena voluntad de la gente, aunque hay familias que aún sufren por derrumbes en el continente.
No podemos olvidar los huracanes que arrasaron ciudades y países enteros. Puerto Rico y Cuba aún suplican por ayuda internacional, al mismo tiempo que en los Estados Unidos reconocimos el valor de muchos al hacer frente a los incendios forestales que dejaron tanta destrucción a su paso. Prueba de que el cambio climático no es un invento científico como algunos políticos aseguran, sino un tema que seguirá causando pérdidas humanas y económicas en los años por venir.
En el plano personal, deseo que los objetivos planteados se hayan cumplido, esos de siempre como bajar de peso y ahorrar usualmente solo se cumplen parcialmente, pero si sus metas eran crecer en el plano personal, ser mejor padre, mejor madre, mejor amigo o mejor esposo o esposa, deseo que continué trabajando en ello en el año que inicia.
El gobierno, no importa quien lo represente, no va a darnos mejores condiciones de vida, ni va a doblar nuestros sueldos, o va a hacer mejoras a nuestras viviendas, tendremos que trabajar el doble, para lograr las metas que a corto, mediano o largo plazo nos permitan tener un patrimonio.
Deseo que la salud no les quite el sueño, ojalá que este año se encuentre la cura del cáncer, de las enfermedades virales o bacterianas, y que cada uno de nosotros hagamos un compromiso personal con nuestra cuerpo, para que no lo privemos de los alimentos adecuados, a las horas correctas, de ejercicio y sueño suficientes para que podamos seguir adelante con las propuesta de vida que tenemos. Hagamos dicha promesa por nosotros mismos y nuestras familias que nos quieren a su lado por muchos, pero muchos años más.
Les deseo paz mental, para quienes viven tiempos violentos, donde se da gracias de no ser asaltados o asesinados. La violencia es parte de la vida en muchas ciudades y no debería hacerles dudar de que cada día regresarán con bien a casa, pero existe y es real. Así que debemos adaptarnos a la realidad que cada comunidad enfrenta cada día.
No podemos esperar que las cosas mejoren, pero al menos, que surjan programas de prevención y calidad de vida que dé a todos aquellos que sienten que tienen que delinquir, una opción. Siempre hay opciones, pero algunos simplemente toman las decisiones equivocadas.
Deseo que las familias caminen y crezcan juntas, que el hogar sea el lugar donde cada uno encuentre el espacio donde es posible sentirse pleno y con ganas de plantear y lograr metas conjuntas. Donde los niños progresen deseando ser adultos con proyectos que beneficien a sus comunidades y donde las oportunidades estén siempre abiertas.
Por supuesto, deseo que este espacio que la Revista Educ@rnos continúe, y que los lectores nos sigan haciendo sentir que nuestras ideas tienen sentido, gracias por leernos en el año que termina, y gracias por las lecturas que vendrán. ¡Feliz 2018 a cada uno de ustedes!

*Directora del Learning & Neuro-Development Research Center, USA. [email protected]

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