Configuraciones alternativas en educación
Carlos Arturo Espadas Interián*
Las tendencias mundiales apuntan al recrudecimiento de posiciones radicales alineadas hacia la derecha, más en los países con visión de imperio y que hoy se sienten amenazados por el hecho de perder su posición en el mundo, sobre todo si nos referimos al mundo occidental, aunque lo anterior no excluye a otras partes del mundo. Cuando se trabaja en educación, este tipo de diseño de la geopolítica mundial no puede pasar desapercibida para los educadores, sobre todo por el hecho de construir marcos analíticos que permitan visualizar que existen otros diseños económicos, políticos y sociales que se encuentran coexistiendo y realizan configuraciones relacionales mundiales que escapan a las tendencias que llaman más la atención con respecto a las tendencias que hoy parecieran dominantes.
Lo rico del trabajo docente radica en la construcción de escenarios incluyentes que en lo posible den alternativas para la reflexión de los estudiantes y del colectivo magisterial para tener referentes más allá de las tendencias dominantes, pues el mundo es algo más que lo dominante.
Las semillas de las formas en las que se construyen aspectos diferenciados imbricados en entornos culturales permiten tener referencias que amplían las visiones de mundo, caso contrario, negar estos enclaves diferenciados representaría el empobrecimiento de alterativas de mundo y de paradigmas para tener referencias distintas y que ofrezcan salidas para la construcción de un mundo distinto a lo que existe actualmente.
Esos enclaves pueden estar más cerca de nuestros entornos académicos de lo que pensamos, se encuentran en las vocaciones tradicionales que son formas no sólo de producción, sino verdaderos constructos que se incorporan armónicamente, en muchas de las ocasiones, con el entorno, tanto ambiental, social como político. Otra posibilidad se encuentra en las comunidades con tradiciones añejas, sobre todo aquellas más ligadas a sus tradiciones ancestrales que se integran en una cosmovisión generalmente milenaria, es el caso de las comunidades indígenas, por ejemplo.
De igual forma, las manufacturas artesanales, ofrecen lógicas que pueden aportar elementos que hoy resultarían innovadoras en el sentido amplio del concepto y que necesariamente, para reconocer estas realidades, tendría que alejarse de las definiciones dominantes de lo que hoy consideramos innovación.
De igual forma, la casa de cada uno de nuestros estudiantes, sus tradiciones, sus micro-culturas, sus formas de relacionarse, de autoconstruirse e incluso, la forma en la que sobreviven a partir de los entornos adversos, ofrecen la posibilidad de transformar todas estas formas, en materia prima para el análisis de mundos desde las aulas, de mundos posibles, reales y que permiten la reconstrucción desde lógicas que podrían ser en muchas de las ocasiones inesperadas y con ello se puede no sólo revalorar los mundos comunitarios y familiares que rodean el proceso educativo y que son parte de nuestros actores educativos –estudiantes, profesores, administrativos…–, sino también se recuperan aportes para elaborar proyectos diferenciados enriquecidos con elementos que de otra forma se perderían ante la aplastante fuerza de los modelos y lógicas dominantes.
*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. [email protected]