La mediación ante otras violencias
Isaac Reyes Mendoza*
La violencia que vive nuestro país ha contribuido para que el pueblo sensibilice su conciencia y se involucre en la búsqueda de respuesta de sus gobernantes, de quienes depende la solución.
En instituciones como la Secretaría de Educación, la respuesta del sector educativo al fenómeno de la violencia del Estado, debiera cuestionar los recursos que tienen los maestros para dar la lección respecto de las herramientas para educar desde el conflicto, y cuestionarnos ¿puede ser mediador y utilizar la herramienta de la mediación un ente público que evade el diálogo y el encuentro?
El acoso y violencia laboral es proceder de algunos grandes mandos, mandos medios y modestos mandos directivos de las escuelas, dónde se catalizan y reproducen los innumerables problemas que vive la sociedad, en esa complejidad se muestra la verdadera cara de la autoridad, cuando raya en la perversión autoritaria. Tomemos como muestra los múltiples casos de arbitrariedad que se suscitan en los cambios de administraciones y de funcionarios en los diferentes cargos, quienes amenazan seriamente los derechos de los trabajadores a través de la manipulación administrativa y acciones que exponen la estabilidad laboral y su materia de trabajo (mi situación y la de mi hermana son casos vivos).
Es razonable que las instituciones requieren de estabilidad y control de los procesos laborales, sin embargo la oleada de disposiciones administrativas repercuten en las interacciones de la autoridad y los maestros, vulnerando sus Derechos Humanos y laborales, resaltan los casos de los maestros y maestras que defienden sus derechos, que son lo primero que lastiman, enseguida se da todo un proceso de maltrato hasta enfermar emocional, física y moralmente, destruyendo a la persona y su familia, basta realizar unos cuantos reportajes de maestros que han sido orillados a vivir un penoso proceso de defensa jurídica de sus derechos y los que han fallecido en el intento, sobre todo en administraciones pasadas enquistadas en corrupción e impunidad.
Los representantes de las instituciones educativas como judiciales están obligados legal y moralmente a resolver y cuando lo hacen a través de la mediación debe ser imparcial, ajustado a reglas justas para las partes involucradas, con diálogo como herramienta de encuentro y búsqueda de soluciones satisfactorias para las partes en conflicto, buscando armonía, equidad, concordia y fraternidad, y se logra el propósito cuando la autoridad muestra con su proceder, que respeta sus propias jerarquías, sus leyes y reglamentos, escucha a las partes, investiga, explora, evita que el problema crezca y sobre todo brinda comprensión y apoyo al personal a su cargo.
*Profesor de educación básica. [email protected]