Ciudad educadora I
Yolanda Feria Cuevas*
La Ciudad de México y su zona conurbada es una gran consumidora e importadora de insumos y energía, por lo tanto las dependencias gubernamentales y académicas desempeñan un papel muy importante al dirigirse a la comunidad con mensajes para incrementar la participación ciudadana. El fin último es generar una mejor convivencia y un constante aprendizaje, de ahí surge la necesidad de contar con una sociedad educadora.
En este contexto, la oficina de la UNESCO en México, firmaron con los gobiernos de las ciudades de Colima, Cozumel, Ecatepec de Morelos, Guadalajara, Guanajuato, Isla Mujeres, León, México D. F., Morelia, Playa del Carmen, Santa María de Rayón, Santa Cruz de Xoxocatlán, Tenancingo, Tenango del Valle, Tepeaca de Negrete, Toluca de Lerdo y Victoria, un convenio para impulsar el proyecto de ciudades educadoras y del conocimiento, lo que las obliga a proteger y a fomentar el respeto, la tolerancia y el intercambio para fortalecer su identidad. Además de ofrecer un espacio para rescatar y promover la cultura en un ambiente de cordialidad y mutuo aprendizaje.
El movimiento ciudades educadoras surgió en 1990 en Barcelona, España, con el objetivo de vincular a los gobiernos locales para trabajar conjuntamente en proyectos tendientes a desarrollar el valor educativo del ámbito urbano en todos sus espacios, transformándolo en una escuela abierta a la comunidad. El objetivo de cualquier ciudad educadora es aprender, intercambiar, compartir y, por lo tanto, enriquecer la vida de sus habitantes.
Las ciudades educadoras buscan:
•Ofrecer a los habitantes espacios públicos de educación permanente.
•Promover la participación ciudadana a través de una cultura de respeto a los derechos humanos para conocer y dar atención a las demandas y necesidades de la población.
•Contribuir a la formación de ciudadanos que participen, desde una perspectiva crítica y constructiva, en los procesos de toma de decisiones, planificación y gestión que la vida democrática conlleva.
•Realizar programas de convivencia ciudadana para fomentar actitudes de diálogo, cooperación, respeto, tolerancia y solidaridad.
•Promover la educación en la diversidad.
•Proponer procesos de conocimiento, diálogo y participación para la convivencia democrática.
•Favorecer la libertad de expresión, la diversidad cultural y lingüística, así como el diálogo en condiciones de igualdad.
•Incluir todas las modalidades de educación: formal, no formal e informal y las diversas manifestaciones culturales, fuentes de información y vías de descubrimiento de la realidad que ofrezca la ciudad.
•Buscar y promover la integración de los pueblos indígenas que habitan la ciudad.
•Ofrecer mecanismos de consulta para promover el diálogo y la participación en asuntos locales, nacionales e internacionales.
Con este tipo de proyectos se intenta desarrollar procesos donde los sujetos entiendan que la comunidad es el elemento más valioso para desarrollar un espacio educativo en todo momento, propicio para aprender y desarrollar las capacidades de cada uno de los individuos que la conforman.
Profesora-investigadora del Cucba de la UdeG. [email protected]
Saludos,
Estimada Profesora Investigadora, realmente llevo mucho tiempo escuchando hablar de Ciudades Educadoras, pero muy a pesar que trato y trato de entender este concepto en mi país Colombia considero que falta mucho por hacer para llegar a este concepto, partiendo de hecho que en nuestro país la educacion es muy cotosa, las oportunidades son muy pocas y la diversificacion del conocimiento a través de las instituciones no es muy acertada, considero que debemos continuar trabajando a manera ardua para llegar a la meta.
att,
JORGE CASTRO
Maestrante Universidad de Cartagena
Colombia
Hola Jorge,
El principio fundamental de las Ciudades educadoras es justamente que la educación salga de las aulas e instituciones educativas. Surge de la idea de que los ciudadanos recuperemos nuestras ciudades como espacios seguros, de esparcimiento y de convivencia entre individuos y de estos con la cultura y el aprendizaje cotidiano. Se podría pensar que esta responsabilidad es exclusiva de las autoridades, sin embargo, la buena noticia es que todos podemos hacer algo por empezar a transformar nuestras ciudades en Ciudades educadoras, con acciones tan pequeñas como privilegiar al peatón y a los ciclistas sobre los automovilistas hasta cuidar el parque en el que solíamos jugar, responsabilizándonos de que regrese a ser un espacio para que los niños jueguen, la gente lea o platique en sus bancas. En pocas palabras, hay que platicar, crear conciencia y salir a adueñarnos de la ciudad, caminar más, platicar con los vecinos y no dejarnos encerrar por la apatía, la flojera o el miedo.
En esta página encontrarás información que puede darte ideas para fomentar y crear Ciudades educadoras http://www.bcn.cat/edcities/aice/estatiques/espanyol/sec_educating.html
Saludos
Yolanda
Muy interesante llevar a cabo este proyecto que orienta a las comunidades marginadas y olvidadas; pienso que todo se puede lograr cuando las personas a cargo de las actividades conozcan el sentido de los resultados.
la irresponsabilidad, la pobreza y falta de oportunidades son las que NO permiten desde mi punto de vista, crecer; porque para poder crecer tendríamos que hablar del ámbito familiar y hoy en día estas, están en vía de extinción, y esa ausencia no permite que las poblaciones se desarrollen por la falta de amor, entonces por donde iniciar?. Yo me pregunto que hubiese sucedido de mi sin mis padres?.
Todo este amor desarrolla seguridad, autoestima, deseo de surgir; de lo contrario la sociedad se desarrollara con múltiples problemas que hoy en día son los que nos ponen a pensar que definitivamente estamos en un caos.