Ponerse de acuerdo en educación

 en José Manuel Bautista

José Manuel Bautista Vallejo*

Es prácticamente imposible, repito, ponerse de acuerdo en educación es casi imposible…
No lo digo yo solamente, todos nosotros podemos acudir a la experiencia y comprobar hasta qué punto ideas distintas sobre lo que en apariencia debería ser unívoco desatan los movimientos más exacerbadamente contrarios sobre la educación de forma que dibujamos un panorama en donde lo habitual es la existencia de leyes cambiantes, mecanismos contradictorios, horizontes opuestos. Lógicamente de esta forma el futuro de la educación es incierto.
Pero no siempre es así. Me contaba un orientador de un centro educativo de Educación Primaria el caso de su escuela en donde tras un proceso de reflexión entre todos los miembros de la comunidad educativa y, muy en concreto, del claustro de profesores, habían decidido convertir a su centro educativo en una escuela inclusiva, cambiando principios y metodologías didácticas y organizativas.
Me contaba que, incluso, querían dar un paso más repensando el modelo de educación y encaminarse hacia una escuela renovada inclusiva propia del siglo XXI.
Esta es una loable posición, no cabe duda. Pero le respondí que aquella historia me parecía ficticia, que lo habitual era encontrar discrepancias. ¿Todos iban a estar de acuerdo en convertirse en una escuela inclusiva?
Lo que cada uno de nosotros puede describir atendiendo a su experiencia es cuánto cuesta ponerse de acuerdo. Aquí y allí las discrepancias sobre lo que es, representa y necesita la educación es más que evidente. ¿Por qué?
Voy a intentar dar una respuesta, pero antes quiero advertir que no entro en aquellos, especialmente políticos, que han decidido tener una postura diferente a otros, sobre todo el partido rival, sólo y exclusivamente para llevarles la contraria o porque detrás se encierran pingües beneficios con la cosa educativa. De esta respuesta, pues, voy a tratar de descontar todo aquello relacionado con los fines espurios de la educación, que también los hay.
La cosa es simple. Falta acuerdo porque tenemos una visión diferente de la realidad, educativa en este caso. Mucha gente cree que la educación se formula e implementa de una única manera, pero esto no coincide con la realidad. Hay muchas formas de hacer educación, a menudo muchas de estas formas distintas son exitosas, funcionan. Hay variedad.
Porque hay miradas, enfoques, tratamientos distintos y diversos, es necesario dialogar mucho y tratar de cerrar acuerdos sobre la base del bien común personal y comunitario. No olvidemos que es la persona la que debe estar en el centro de nuestra acción, la persona entera. No olvidemos que no se compromete en una acción quien no compromete en ella a la persona en su totalidad.

*Doctor Europeo en Psicopedagogía. Profesor-investigador de la Universidad de Huelva. [email protected]

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