Las escuelas Normales, su campo de estudio y formación: la pedagogía y la didáctica

 en Mario Ramos Carmona

Mario Ramos Carmona*

Retomar el campo de la didáctica y la pedagogía por parte de los maestros normalistas es un asunto de crecimiento profesional, pues es el punto nuclear en su formación y en actividad laboral; reconocer, resignificar y aportar al conocimiento pedagógico y didáctico es pues una necesidad y una tarea impostergable. Las escuelas Normales han olvidado ese gran campo del conocimiento por la colonización de los programas de formación docente que han soslayado la formación pedagógica y didáctica, quedándose en aspectos de análisis de la práctica educativa que aportan elementos a la formación profesional desde perspectivas de investigación y reflexión de la práctica, muchas veces queriendo transformar prácticas docentes sin haber antes establecido, enseñado, consolidado, diferentes formas o estrategias de práctica docente.
En algunas Universidades se han establecido departamentos de didáctica, como en la de Barcelona, donde el académico Joaquín Prats, catedrático de didáctica, encabeza un grupo académico de investigadores en didáctica de las ciencias sociales, desde donde se hacen aportes muy interesantes a la enseñanza de la historia y la geografía en la educación básica; en otros entornos se está trabajando de forma intensa la didáctica de la enseñanza de las matemáticas, la geometría y las ciencias naturales. Es decir, hay un movimiento incipiente en el mundo occidental que está trabajando con la reflexión, la aplicación y la innovación de la didáctica en áreas específicas. Las Normales deberían de hacerlo desde sus áreas de investigación, que pudieran resignificarse como áreas de investigación, pedagogía y didáctica. La Universidad Pedagógica Nacional tiene un área de teoría pedagógica y formación docente que aporta reflexiones y estudios sobre la materia, publicando en 2008 Pedagogía y Prácticas Educativas coordinado por Fernández Rincón.
A las Normales les corresponde volver a los orígenes, re-conocer los antecedentes de la pedagogía y la didáctica, reconocer ese campo del conocimiento humano presente desde los tiempos griegos y vuelto a ubicar en la ciencia por Comenio y Herbart en el siglo XVIII. El progreso desde una didáctica científica a una pedagogía científica se realizó en el siglo XVIII, según Díaz Barriga, al ubicarse como protagonistas en los debates actuales de la pedagogía y la didáctica, aplicar y generar conocimientos nuevos en este campo; hacer investigación experimental sobre las nuevas pedagogías y las nuevas aportaciones a las didácticas especiales o disciplinares.
Recuperar el discurso y la acción pedagógica, olvidado en nombre de la “calidad, eficiencia, eficacia de la educación”. Reivindicar la investigación, la difusión, la experimentación, la difusión y la formación didáctica y pedagógica como parte sustancial de la identidad de los docentes, ese es el reto, entre otros.

*Profesor-investigador de la Escuela Normal para Educadoras de Guadalajara (ENEG). [email protected]

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