Autismo

 en Yolanda Feria Cuevas

Yolanda Feria-Cuevas*

El término trastorno del desarrollo se refiere a un concepto general que incluye la discapacidad intelectual y entre ésta figura el autismo. Por lo general, es un retraso en la maduración del sistema nervioso central que se manifiesta en la infancia y continúa hasta la adultez. Comúnmente la discapacidad intelectual se refleja en la afectación de las habilidades cognitivas y en las conductas adaptativas, lo que hace compleja la inclusión, de quien la padece, a la convivencia familiar cotidiana. Las principales alteraciones en el autista son en el comportamiento social, la comunicación y el lenguaje.
Investigaciones fisiológicas y psicológicas han demostrado que el autismo proviene de una alteración biológica que modifica los niveles superiores de los procesos cognoscitivos. Los rasgos característicos de las personas autistas son: el aislamiento, la preferencia por lo conocido y por las rutinas establecidas.
En la convivencia diaria se pueden ir obteniendo logros mediante el cumplimiento de metas de acuerdo al desarrollo de cada individuo, pero también se pueden provocar ambientes de ansiedad, pánico y depresión. Para evitar en lo posible los efectos negativos, es fundamental que la familia esté enterada de lo que es esta enfermedad y de los avances que propician un entorno adecuado para el aprendizaje de los pacientes. Como apoyo, es importante el establecimiento de rutinas fijando horarios para las comidas, el juego, el aprendizaje, la socialización y el sueño.
En cuanto al entorno escolar, la Secretaría de Educación Pública en el Plan de Estudios de Educación Básica publicado en 2011, establece que para hacer efectivo el derecho de ofrecer una educación inclusiva, los principios pedagógicos deben estar encaminados a favorecer la inclusión y la diversidad para así poder atender a los estudiantes que por tener capacidades diferentes requieran de estrategias de enseñanza–aprendizaje adecuadas para permitir la accesibilidad, participación, autonomía y confianza en sí mismos y no dar lugar a las actitudes de discriminación.
Aún con este enfoque, la inclusión de estudiantes con capacidades diferentes no se logra del todo ya que no existen metodologías claras y precisas para su realización y falta mucho trabajo coordinado y de seguimiento entre padres, docentes, personal de apoyo y directivos de las escuelas para atender a dichos estudiantes.

*Profesora-investigadora del Cucba de la UdeG. [email protected]

Comentarios
  • Alma Dzib-Goodin

    He leído con atención y mucho gusto su nota, estimada Yolanda Feria-Cuevas, sin embargo me permito hacer algunas precisiones sobre el tema, las cuales considero importantes por el bien de la población que sufre por las deficiencias en el desarrollo de los niños o de los adultos:
    En primer lugar, el término “autismo” no existe en la literatura científica. Este es el concepto que los medios han acuñado para ahorrar espacio de prensa (esa es mi hipótesis). Lo que SI existe son los desordenes o trastornos del espectro autista que abarca, como todo síndrome, diversas manifestaciones tanto cognitivas (que incluyen lo intelectual), como conductuales. La dificultad para llevar a cabo estrategias de enseñanza, radica en que cada caso es único y no puede ser necesariamente generalizado.
    La difusión que se ha llevado en los medios, siempre ha sido un tanto pobre, pues enmarcan las características que usted ha mencionado, sin embargo el problema de ello, es que encasillan a los niños y dispersan la atención de otros trastornos del desarrollo, como pueden ser trastornos del desarrollo por causa perinatal o bien trastornos de causa ambiental. Es por ello que se dificulta encontrar una causa única de este grupo de trastornos del desarrollo, y de ahí la necesidad de investigación.
    Dentro de los trastornos del espectro autista, se encuentran el síndrome de X-frágil, que tiene una causa genética, al igual que el síndrome de Rett, pero en el camino hay otros, como el síndrome de Savant que implica un gran misterio científico pues divide a las personas entre grandes genios y la deficiencia intelectual profunda.

    Las características que usted ha tenido bien a mencionar, son las típicas del síndrome clásico de Kanner. El problema de tomar como regla estas manifestaciones, es que pueden enmascarar otros problemas del desarrollo, como trastornos del lenguaje, o bien de índole motora.

    Aquí me permito compartir un poco más sobre el tema:
    http://centrodeasesoriasytutoriasenlnea.blogspot.com/2014/01/sindromes-del-espectro-autista.html
    http://neurocognicionyaprendizaje.blogspot.com/2013/03/buscando-una-mejor-calidad-de-vida-para.html

  • Yolanda Feria-Cuevas

    Alma, muchísimas gracias por las precisiones del tema y la ampliación del mismo.
    Considero muy importante la capacitación para la inclusión y el açompañamiento de las personas con algún trastorno del espectro autista, ya que como mencionas, los padecimientos, capacidades y manifestaciones son muy variadas y con terapias y dinámicas adecuadas, es gente que puede desarrollar actividades específicas. De entrada, tenemos que ser tolerantes, con nosotros mismos, y comprender que somos nosotros los que tenemos que aprender a convivir e integrarnos.

    • Alma Dzib-Goodin

      Muy cierto estimada Yolanda, a veces es muy fácil olvidar que sus capacidades, aunque no se parecen a las de los demás niños, les permiten avanzar y adaptarse a su medio ambiente. Es por ello que actualmente se considera una perspectiva más evolutiva, donde las respuestas al medio son importantes- Bajo esta premisa, el ambiente apoya las habilidades, pero no cambia para el infante, sino que enseña al infante a adaptarse al medio, usando sus habilidades específicas para crear mayores fortalezas. En este programa, el trabajo transcurre en los ambientes naturales, bajo un esquema de 24 horas. Hasta ahora, ha resultado bastante prometedor.

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