Virus del Zika
Yolanda Feria-Cuevas
El virus del Zika es transmitido por mosquitos del género Aedes, es una enfermedad emergente que se identificó por primera vez en el bosque Zika ubicado en Uganda, en 1947 en macacos de la India mientras se realizaba un monitoreo de la fiebre amarilla selvática. Para 1952 se reportó la enfermedad en el ser humano en Uganda, a partir de esta fecha se registraron casos esporádicos en la República Unida de Tanzania, en el sureste de Asia y en el sur del Sahara. En 2007 surge el primer brote en la isla Yap, Micronesia y las grandes epidemias de 2013 y 2014 en la Polinesia Francesa, Nueva Caledonia, las Islas Cook y la isla de Pascua. En 2015 se reporta un incremento dramático de la enfermedad de Zika en América, siendo Brasil el país más afectado con una estimación preliminar de entre 440 mil y 1.3 millones de autóctonos infectados a diciembre del año pasado.
Hasta el momento se ha asociado la enfermedad del Zika con la microcefalia en neonatos, aunado a esto, recientemente las autoridades sanitarias de Brasil han observado un incremento en el síndrome de Guillain-Barre que coincide con el brote del Zika. Dicho síndrome es un trastorno autoinmune, es decir, que el sistema inmunitario del cuerpo se ataca a sí mismo por error, principalmente al sistema nervioso lo que produce inflamación de los nervios que ocasiona debilidad muscular y parálisis entre otros síntomas.
Los síntomas de la enfermedad producida por el virus del Zika son parecidos a los del dengue y la chikunguya, que consisten en fiebre, dolores musculares y articulares, cefaleas, conjuntivitis y erupciones cutáneas que pueden durar entre dos y siete días. Sin embargo, para confirmar el padecimiento es necesario realizar pruebas de laboratorio para detectar la presencia de ARN del virus del Zika en sangre, orina o saliva.
Al no existir todavía una vacuna contra esta enfermedad, se sugiere evitar las picaduras de mosquitos utilizando repelentes, ropa de color claro que cubra al máximo el cuerpo, utilizar mosquiteros en puertas y ventanas y evitar el estancamiento de agua para no favorecer la reproducción del mosquito.
*Profesora-investigadora del Cucba de la UdeG. [email protected]