Visiones del desarrollo y educación

 In Mario Ramos Carmona

Mario Ramos Carmona*

Desde 1994 Pablo Latapí Sarre nos advertía sobre los dilemas de la investigación, relacionándolos con las visiones del desarrollo en México y América Latina; afirmaba que las investigaciones probables se derivaban de la visión del desarrollo que prevalecían en la región y a las cuales se adscribían los investigadores. De las cuatro visiones que él percibía suponía una serie de temáticas de investigación y también acciones educativas y diseños curriculares específicos. Hoy que la historia nos alcanzó parecen ser más actuales que nunca estas reflexiones de este insigne investigador.
Hablaba, en primer lugar, de un “desarrollo capitalista dependiente”, que planteaba una integración política y económica al modelo capitalista haciendo énfasis en “consolidarse como zona geopolítica de los Estados Unidos” Latapí (1994), en esta visión la educación caminaría en el sentido de asimilar los valores de la modernización capitalista, el desarrollo de mano de obra calificada y la incorporación de los sectores pobres a la economía de consumo.
En segundo lugar contemplaba para la región y para México “un desarrollo endógeno con énfasis en la autodeterminación nacional, la equidad social y la satisfacción de las necesidades básicas”, en esta perspectiva la capacitación de población rural y el desarrollo de valores nacionalistas en lo político, cultural y económico eran fundamentales. Aquí se hacía necesaria una educación para atender las problemáticas de desarrollo interno y la atención de los problemas del desempleo.
La tercera de estas visiones era “la preparación gradual de una sociedad fundada en bases distintas que haga hincapié en la solidaridad y la autogestión… principalmente a través de los sectores populares”, esta visión implicaba democratizar el acceso a la educación y concientizar y organizar a la sociedad para inducir cambios graduales a partir de la propia participación popular.
La cuarta y última de estas visiones del desarrollo y sus implicaciones para la educación los representan los modelos socialistas de Cuba y Nicaragua, que aunque diversos entre sí, constituyen llamadas de atención sobre otras posibilidades de desarrollo para los países de la región. Aunque su viabilidad política luce mínima hoy en día se han adoptado algunos rasgos de esta visión en Venezuela y Bolivia donde se trabaja con una educación desde la perspectiva de la teoría crítica y desde una opción por la descolonización de la cultura.
La importancia de estas reflexiones del maestro Latapí, estriban en que la actual coyuntura de la mal llamada “reforma educativa” se perfiló la adopción en la dimensión educativa de un desarrollo totalmente dependiente, desde la formación cultural, histórica, y valoral. A través de la reforma educativa se adecua al sistema educativo para formar ciudadanos funcionales al sistema de producción capitalista foráneo, de ahí el énfasis en la enseñanza del inglés, de ahí la supresión de la filosofía como parte de los planes de estudio, de ahí la supresión de historia prehispánica.
Las posibilidades que menciona Latapí en su ensayo de 1994 se hicieron realidad en este sexenio, pero además entregando el sistema educativo en diseño curricular, contenidos y control laboral del magisterio al total control de los sectores empresariales y políticos más identificados con la integración subordinada al mundo capitalista americano, en primer lugar y al europeo en segundo plano.
Pareciera que la suerte está echada, si comparamos las reformas energética, laboral, educativa vemos que todas apuntan a la construcción de una sociedad dependiente y subordinada.

*Profesor-investigador de la Escuela Normal para Educadoras de Guadalajara (ENEG). marioramos_maestro@hotmail.com

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