Vargas Llosa no quiso ser maestro

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

Decidió ser escritor de tiempo completo y lo hizo bien. El dominio de la lengua española y su capacidad narrativa viven en sus novelas, en los personajes que dan vida a sus historias.
Sus galardones quedan ahí como muestra de su calidad, desde el premio Príncipe de Asturias, el premio Miguel de Cervantes y el premio Nobel en 2010.
En una de sus intervenciones ante micrófono fue enfático al decir que la escritura sería su oficio de tiempo completo, lo cumplió plenamente y su productividad lo demuestra.
Él mismo contó que le gustaba escribir en horas tempranas del día, esa era su disciplina.
Para ser escritor de tiempo completo se deslinda de otros oficios y actividades, entre ellas de la posibilidad de la enseñanza; esto es, de ser maestro.
Supongo que sabedor de que ambas profesiones son igualmente demandantes, igualmente celosas y absorbentes.
A pesar de que afirmó haber pensado en algún momento de su biografía desde el planteamiento social y político de izquierda, no lo expresa su oratoria como candidato presidencial en 1990 donde fue un escritor político de carácter neoliberal; lo explícito fue su verbo de monaguillo neoliberal defensor convencido del valor en el mercado y la libre empresa.
Lejos de la praxis de izquierda, su voz y mensaje de campaña evidenció conceptos y referentes muy alejados del materialismo histórico y del materialismo dialéctico para explicar y comprender el atraso de su patria y el atraso de los países latinoamericanos.
La emergencia de los movimientos armados de izquierda en el Perú como el movimiento del partido comunista peruano marxista-leninista-maoista conocido como Sendero Luminoso o el movimiento marxista guevarista Tupac Amaru, no gozaron de su simpatía.
Calculador de votos, en materia de salario de maestros propone con espíritu modernizador (ese era el contexto de ideas) que era necesario mejorar percepciones y prestaciones.
Menudo trauma ha de haber vivido al haber perdido las elecciones ante Alberto Fujimori en aquel 1990, mientras nosotros estrenamos presidencia impuesta en la figura de Carlos Salinas de Gortari.
Sin madera para un liderazgo de lucha al lado de las causas del pueblo, Vargas Llosa se mudó a España y dejó atrás su patria presidida por Fujimori, su nefasta administración y estela de violacion de derechos humanos.
Menuda fortaleza de convicciones derechistas y de debilidad de la memoria histórica al haber apoyado la campaña presidencial de la hija mayor de su rival político, la ex primera dama Keiko Fujimori, y asumir amargamente el triunfo del maestro Jose Pedro Castillo Terrones (2021) un líder popular emergente, no proveniente de la capital del país.
Sobre Pedro Castillo el presidente peruano depuesto y hoy injustamente encarcelado pese a ser democráticamente electo por su pueblo afirmó que era un analfabeto.
El Vargas Llosa demócrata y libertario, el crítico de toda forma de dictadura, desde Trujillo (República Dominicana) Pinochet (Chile) y Fidel Castro (Cuba) Chavez-Maduro (Venezuela), entre otros, lista enunciada por él mismo, destila clasismo y desde su falsa trinchera de intelectual etiqueta y se contradice.
Al final su concepto de democracia excluye a los que eligen “ser pobres”pudiendo emular a los países ricos.
Sobre el Perú, su patria “sangre de todas las sangres” frase que parafrasea de José Maria Arguedas, afirma que elige ser pobre, tal como otros países latinoamericanos que dan la espalda con sus decisiones políticas democráticas a la riqueza y el desarrollo económico.
Vaya visión, como si la pobreza fuera un acto volitivo de los pueblos y las mayorías electoras.
Hoy de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, premio nobel de literatura 2010, originario de Arequipa Perú, sólo queda el polvo. Según los anales, se registra el 13 de abril como fecha de su fallecimiento.
Para fortuna de las letras latinoamericanas y universales, para delicia de los lectores queda también su extensa obra que invita a la lectura.
Cuando Mario Vargas Llosa sigue sus corazonadas políticas y habla (habla y habla en cuantos foros tiene oportunidad) del lado de la derecha y mira en una pobre habilidad de observación la realidad, desde sus lentes de huérfano de patria; cuando Vargas Llosa siente cómo adoptado español y se deja seducir por título nobiliario, real academia española y luego su asiento en la academia francesa, perdió pasión su su lectura.
Cuando en esa extraña licencia y foro que da la academia a sus intelectuales, se atrevió a cuestionar al presidente electo en 2018 por los mexicanos, supe que su senectud y lucidez no dan amplitud de miras en lo político y democratico.
Apenas liberaba un poco de tiempo para la lectura de literatura y es cierto apenas leí la Ciudad y los perros, la Fiesta del Chivo y Pantaleón y las visitadoras, en resumen poco.
Desde mi horizonte mi limitación: muy poca obra leída del autor para expresar una opinión literaria documentada y objetiva.
Solo apuntar que sus referentes (Lima, República Dominicana e Ikitos, entre otros ) refieren esa vertiente de realidad latinoamericana que es un libro cuyas “venas abiertas” parafraseando a Eduardo Galeano permite muchas lecturas.
Vargas Llosa y los militares, Vargas Llosa y las dictaduras, Vargas Llosa y su visión a distancia clasista y de nobleza española sobre Latinoamérica.
Al menos en su literatura Vargas Llosa es ameno y por ratos divertido y se le agradece en sus novelas el soslayo ideológico explícito y no invitar a la mirada conservadora de ultraderecha.
Desde el horizonte ideológico Perú y América Latina no necesitaban otro apóstol de la democracia antipopulista y libertario, allá él y su adscripción y contradicciones de ideas.
Su fortuna de más de diez millones de dólares obtenida a golpe de tinta y papel (hay que reconocer) no lo faculta tampoco para emitir juicios sobre el desarrollo político y las democracias latinoamericanas.
Senil ya pero imperdonable igual, fue su opinión sobre las elecciones en México en 2018, “México eligio mal y esta perdiendo las libertades construidas bajo la presidencia de Zedillo” se atrevió a decir.
“México es un país bajo la presidencia de un populista y demagogo” afirmó refiriéndose a Andrés Manuel López Obrador.
Vargas Llosa se ha ido. Quedó en el recuerdo su infancia y educación en el colegio lasallista donde padeció el shock traumático de un profesor, “hermano” se dicen ellos que intentó hurgar bajo su bragueta.
También quedó en el recuerdo su paso por el colegio militar Leoncio Prado donde además de padecer el bullying, propio de este tipo de instituciones que educan y coeducan con disciplina castrense a los adolescentes, refiere, nace su vocación literaria pese a las expectativas de su padre.
Vargas Llosa escritor tiene aún mucha palabra por comunicar a quienes no conocen o conocemos parcialmente su obra.
Vargas Llosa político o ideólogo dice poco a las mayorías empobrecidas y explotadas, dice mucho tal vez a los favorecidos y a aquellos que navegan con banderas de libertad abstracta en aguas revueltas conservadoras.

*Doctor en Educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]

Comentarios
  • Martin Linares Ramos
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    Mi estimado Rubén. Como siempre se agradece y reconoce tu honestidad intelectual cuando expresas no conocer en su totalidad la obra de Vargas Llosa. Y ello no hace otra cosa que validar tus apreciaciones sobre el Vargas Llosa, ciudadano, que no logra concretar su legado literario debido a su incongruencia como persona.

    Veleidades del ser humano. Saludos.

  • Gris Gómez
    Responder

    Muchas gracias Dr. Rubén por la donación de su palabra.
    Mario Vargas Llosa enfrenta ahora el juicio de Osiris: entre los méritos literarios obtenidos y sus convicciones ideológicas conservadoras y fascistas, ¿ Que peso tendrá su corazón? ¿Cual será el veredicto de la balanza de la historia?

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