O todos coludos o todos rabones; el clasismo en el SNTE
Jaime Navarro Saras*
En noviembre pasado se inició un proceso de basificación, compactación de plazas y convocatoria para plazas de 3/4 de tiempo, dirigidas a docentes, además de procesos de selección y admisión del PAAE, así como promoción vertical y horizontal entre las Secciones 11 y 60 del IPN (Instituto Politécnico Nacional) y el SNTE (https://snte.org.mx/seccion60/convocatorias-de-basificacion-para-el-personal-academico-del-instituto-politecnico-nacional-2024/). El proceso incluyó un acto protocolario de lujo con personal de ambas Secciones y el Secretario General del CEN del SNTE, Alfonso Cepeda Salas.
El IPN, sabemos, del impacto que tiene a nivel nacional e internacional en la investigación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología; sin embargo, las 2 secciones sindicales son parte del SNTE y están a la par que las otras 59 de las 61 que conforman el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en México.
Todo hace suponer que las 61 secciones del SNTE comen del mismo pan y beben de la misma leche, pero no es así; cada una logra acuerdos o sumisiones en cada estado. Las hay con muchos recursos y las hay viviendo en la miseria, también las hay con cierta autonomía y las hay rendidas al político que gobierna el territorio.
Las secciones que conforman al personal del IPN comen en plato aparte; ello se debe a varias razones: una de ellas, por ser una institución de educación superior con prestigio; otra más, porque está en la Ciudad de México; una más, por su fino estilo de enfrentar las cosas y, finalmente, por los recursos ilimitados a los que tienen acceso.
Las secciones sindicales de los estados están conformadas en su gran mayoría por trabajadores de educación básica, en tanto, la educación superior (Normales, UPN, CAM y posgrado) representa una minoría y que en muchos casos no llega ni al 5% de todos los miembros. En las Secciones 11 y 60, el 100% es personal de educación media superior y superior y la educación básica es inexistente.
Las necesidades y requerimientos entre un docente de educación básica y de educación superior son totalmente diferentes. En educación básica (inicial, preescolar y primaria) son plazas de jornada; en secundaria es de horas; en cambio, en la educación superior (y dependiendo del estado) son de horas, medios tiempos, tres cuartos de tiempo y tiempos completos. En el IPN son de asignatura, medios tiempos, tres cuartos de tiempo y tiempo completo.
En dicha convocatoria (publicada en la liga del primer párrafo) se describen todas las promociones, además de los reconocimientos por 25, 50 y 60 años en el servicio, dichas convocatorias son anuales.
En el caso de Jalisco, en específico la Sección 47 del SNTE, que conforma a los trabajadores de la educación del estado (la otra es la Sección 16, que atiende a los trabajadores federalizados), el tema de las promociones, recategorizaciones y todas las mejoras para el personal de educación superior (6 escuelas Normales, la dirección de Normales y 2 posgrados), que no llega a los 2 mil trabajadores (1508 exactos: 1392 de Normales y 116 de posgrado) de los poco más de 52 mil que la conforman (32 mil 458 activos y 20 mil 400 al corte de noviembre de 2024), representa el 4.62%; ese tema prácticamente es inexistente. Desde octubre de 2018 no ha habido ningún proceso de recategorización, incremento de horas y el ingreso de nuevos académicos con horas de base. Desde 2018 y, además, a destiempo, ha habido interinatos sin convocatoria de por medio; estos interinatos se entregan a discreción con el acuerdo entre los directivos y los delegados sindicales.
Este rezago inició allá por 2004, justo con la continuidad del PAN (por segunda vez) al gobierno de Jalisco. Primero se tardaron periodos de un año (antes de ello, lo común era hacerlo cuando una plaza quedaba vacante por pensión, despido o renuncia), después se tardaron tres años y así sucesivamente. La penúltima (siendo secretario de la Sección 47, J Guadalupe Madera) 4 años, hasta llegar a esta última de 6 años y los meses que han corrido de octubre a la fecha.
Desde la llegada a la Sección 47 de este comité encabezado por Ilich González Contreras, hubo compromiso de corregir el tema de la educación superior, antes de su llegada habían pasado 4 años de la última promoción, en los dos años y meses que lleva en el cargo (y le quedan menos de dos años para dejarlo) solo se ha oido la promesa como la canción de Las Cerezas: para abril o para mayo, lo cierto es que no ha pasado nada, salvo, el supuesto acuerdo con esta nueva gestión (que son los mismos desde 2018) de que a partir de febrero se conforma la comisión mixta para emitir la convocatoria antes de julio y quienes resulten favorecidos en las promociones, empiecen a cobrar los efectos de la recategorización o el incremento de horas el viernes 1º de agosto de este año.
6 años y casi 4 meses sin promociones para la educación superior en Jalisco de seguro es un récord en nuestro país, el cual se debe sumar a los demás récords Guinness que tiene la SEJ desde que existe Recrea.
En estos 6 años más los 4 de su antecesor, no solo han dejado de hacer promociones, sino que se han perdido categorías y plazas en cada una de las instituciones que conforman la educación superior en la Sección 47, además de que no ha habido ninguna plaza u horas nuevas desde 2003, que fue la última vez que la SEJ le inyectó 100 horas de la categoría Titular C a cada una de las 9 instituciones, amén de otras condecoraciones como la Medalla López Cotilla y Manuel Altamirano que no reciben los docentes de posgrado y solo las escuelas Normales, estatales y federales, reciben la Altamirano. En cambio, los académicos del IPN reciben la Rafael Ramírez (es el equivalente a la Manuel López Cotilla) y la Manuel Altamirano, además de los reconocimientos arriba señalados.
En tanto, y como dicen en mi rancho y en otros lugares más: O TODOS COLUDOS O TODOS RABONES. Si los trabajadores de la educación superior estatales de Jalisco son parte del SNTE, requerimos todos los beneficios que se reciben en las demás secciones del SNTE, como los de la 11 y 60 del IPN; de otra manera, se sobrentiende que en México el SNTE representa a trabajadores de la educación de primera y segunda clase, a pesar de que las cuotas sindicales son las mismas para todos los agremiados, ¿acaso no?
*Editor de la Revista Educ@rnos. [email protected]