Educarnos. Observatorio del acontecer educativo
José Moisés Aguayo Álvarez*
[…] cae mi voz/y mi voz que madura/y mi voz quemadura
y mi bosque madura/y mi voz quema dura/como el hielo de vidrio
como el grito de hielo…
Xavier Villaurrutia
Diez años de un esfuerzo editorial independiente y sostenido es algo que debe celebrarse. En un contexto sociohistórico y gremial donde la lectura y la producción crítica no son propiamente la regla, los intentos de elucidación, de asomo a los umbrales de las realidades diversas y de construcción y comunicación de perspectivas; tienen su mérito. Educa@rnos viene bregando y sus lectores y editorialistas estamos de plácemes, porque bregar es metonimia de educar. En pleno arranque de sexenio a nivel nacional y en el preludio de lo que será la gestión local, cabe cuestionarse si el segundo piso y el segundo entrepaño respectivamente, tenderán a replicar en materia educativa sus esquemas de definición de políticas públicas y de interacción con el amplio sector educativo, pero ante todo, si replicarán sus esquemas de toma de decisiones: de planeación, seguimiento, evaluación y comunicación. A nivel nacional, nos viene haciendo falta una valoración de cierre sobre aspectos relevantes en al menos, dos vertientes: Por un lado, más en lo epistémico, el proceso de concreción curricular, el uso de los libros de texto gratuitos, la territorialización efectiva de los programas analíticos, la pertinencia de los programas sintéticos en la práctica, los cambios en los procesos de subjetivación docente y directiva de cara a la reforma; y por otro, los procesos de evaluación, la incidencia relativizada de instancias como Mejoredu, Usicamm y Conaliteg, los procesos de formación inicial y continua de docentes y directivos, los procesos de promoción horizontal y vertical puestos en relación con la praxis, las becas universales y segmentadas puestas en relación con la calidad de vida y el desarrollo educativo, los programas nacionales como La escuela es nuestra, puesta en relación con las alfabetizaciones, entre otros tantos. A nivel local, urgen los balances anteriores con énfasis en sus manifestaciones situadas, pero además, un corte transversal de análisis con un mínimo viso de autocrítica. Por lo menos, la comunidad educativa se merece una maqueta con rigor académico que abunde sobre las aristas del programa emblema de la gestión emecista: Recrea. Los presupuestos erogados para ataviar los eventos académicos y cuasi académicos de la SEJ, la operatividad efectiva de los protocolos de actuación puestos en perspectiva con los riesgos psicosociales y las formas de [des]coordinación interinstitucional, los trayectos formativos de Formación continua, los programas de dotación de útiles y uniformes, los procesos y tiempos en la cobertura de plantillas escolares, entre otros. En ambos flancos, y dado que no podemos escudriñarlo todo con la misma agudeza o con un intento de ella, necesitaremos el despliegue reflexivo de Educ@rnos, este espacio que ha abordado/que ha bordado, desde las plumas digitales de nuestros pares, algunos contornos para enriquecer la óptica de los colegas y de algunos colectivos y que ofrece la más fehaciente constitución de observatorio del acontecer educativo sobre y desde la entraña del campo de la Secretaría de Educación Pública, y de la Secretaría de Educación Jalisco; aunque, cabe mencionarlo, es apremiante que termine de nacer una figura que funja como observatorio de los fenómenos educativos en territorio, que facilite a la comunidad educativa identificar su ubicación en el mapa fenoménico, epistémico y político: presupuestos, programas, cobertura, problemáticas, noticias, procedimientos, metodologías, criterios, sujetos y demás unidades de análisis, que permitan establecer correlaciones, comparaciones, yerros, aciertos y posibilidades. Si no emerge esta figura, seguiremos confundiendo lo grandioso con lo grandote y lo que entendemos por seriedad académica seguirá centralizada, colonizada y entronizada, y con ello, vedados el diálogo de altura al interior de las comunidades escolares y de las propias comunidades de comunidades escolares, la capacidad de interlocución del magisterio para marcar sus propias pautas y la probabilidad definir desde adentro, algunos horizontes posibles. Por supuesto, esto dependerá de la confluencia de condiciones y entidades, pero esencialmente de voluntades de espíritu crítico que pugnen por el encuentro para construir las realidades, como apuntara Hugo Zemelman en sus nociones acerca de la utopía. En tanto esas alteridades no terminen de fraguar, la comunidad educativa de Jalisco podrá tomar sus distancias y referencias de lo que en este espacio se comparte, con la esperanza de un eco (rotundo o no) que en algo, resuene como una voz que quema dura, como un bosque que madura. Por estos primeros diez años gracias, Educ@rnos; gracias, Jaime, Víctor (QEPD), Miguel, editorialistas, lectores, colegas todos.
*Doctor en Educación. Supervisor de Educación Primaria. [email protected]
Gracias por este gran esfuerzo que convoca al dialogo y la reflexión mediante sus publicaciones. Diversos temas, perspectivas, posiciones, miradas. Convergencias divergencias, propuestas, aportaciones todas para fortalecer lo que smamos: nuestra profesión. ¡Muchos años más!
Felicitaciones por esta primera década y que vengan más. Gracias por sus continuados esfuerzos.