Diagnóstico socioeducativo
Rubén Zatarain Mendoza*
“Hace mucho que no veo luciérnagas,
cuando vuelva al campo, las buscaré
temiendo que se escondan
con su imposibilidad de camuflarse
si no las encuentro miraré al cielo,
sabiendo que las estrellas están a salvo”.
Poema “Algo queda”, Del poemario Infancia es una fruta,
de Batanero Edurne, Madrid, Premio de poesía joven, Vaso roto, 2024.
En la propuesta curricular de la Nueva Escuela Mexicana se recupera el valor estratégico del Programa de Mejora Continua y el programa analítico como documentos contextuales en donde la lectura de la realidad es componente central.
En ambos documentos, un punto de partida es el diagnóstico socioeducativo, la fase de la búsqueda de las luciérnagas, los sujetos y sus presencias, los sujetos y su parte brillante, su luz propia a visibilizar.
Las condiciones socioculturales de los contextos comunitarios como telón de fondo, como periferia con vasos comunicantes en aulas y entornos escolares. El viento apacible, el bosque a ras de suelo y la oscuridad donde se genera el vuelo y el brillo.
Como se ha señalado antes, hacer diagnóstico implica identificar la problemática y las causas que la determinan, menudo reto para la investigación acción que es la docencia, menudo reto para un oficio en donde concurren obstáculos epistémicos que generan miopía o hipermetropía verbalizada sobre la otredad del educando.
Los alumnos y alumnas hablan en distintos lenguajes, y codificar sus mensajes no es cuestión de lecturas de realidad por encima o de fichas descriptivas andariegas y apresuradas.
El campo específico de los entornos escolares significa identificar aquellos factores familiares, sociales y comunitarios que tienen impacto en los procesos formativos.
Vaya desafío por descomplejizar, si no sabe, entender las determinantes del no saber, y si sabe (aprendizajes previos) potenciar su desarrollo y direccionar hacia el mayor logro de aprendizajes.
Institucionalmente se define la comunidad como el “Conjunto de sujetos que se relacionan en un territorio determinado, desde donde es posible hacer construcciones sociales, simbólicas, económicas e históricas comunes, no siempre ajenas a tensiones y contradicciones, que son fuente de ideas, contextos y recursos para la educación y el aprendizaje” (SEP, Orientaciones para la preparación de la Primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar, Directivos y supervisores de Educación Básica, septiembre de 2024, Ciclo escolar 2024-2025; p. 2).
De igual manera, el diagnóstico en los ámbitos de aula y escuela entraña conocer el perfil de los educandos, fortalezas y debilidades, necesidades e intereses, saberes previos y rezagos, siempre en perspectiva de evaluación formativa, en este momento -de planeación- del naciente ciclo escolar.
Es deseable que el ojo atento, las habilidades de observación comprensiva del docente, auxiliado de instrumentos de evaluación cualitativa, permitan los registros objetivos de los sujetos que aprenden, no en términos de ausencias y rezagos, sino en términos de las dificultades de aprendizaje que habrá que enfrentar en las tareas de aprendizaje.
En este momento de la reforma curricular 2002, los saberes y experiencias de los maestros y las maestras, el ejercicio de las autonomías profesional y curricular requiere también de una gestión pedagógica de supervisores y directivos concurrente con el diálogo pedagógico, atingente en la asesoría y el acompañamiento.
Datos preliminares arrojan que en los niveles de educación básica, el proceso de apropiación de planes y programas y la transformación de la práctica directiva y docente en la perspectiva deseada, se encuentran en proceso de desarrollo, esto es en sugerente área de mejora.
El pensamiento crítico pedagógico está en ciernes y la emancipación o descolonización de prácticas reproduccionistas situadas en el estadio técnico funcional aún está en la etapa del sueño.
El pensamiento crítico sociocultural requiere de habilidades de la investigación social y, dentro de éstas, aquellas que den la vuelta al paradigma dominante de carácter positivista que legitima una forma de interpretar los fenómenos sociales que concurren en la institución escolar como si está fuera una cosa; codificar la realidad, esto es, imposibilidad de lectura crítica de la realidad.
En tanto, la secretaria Leticia Ramirez Amaya se despide en video ex profeso y habla de continuidad, del secretario próximo Mario Delgado; los maestros y maestras, en el marco de la primera sesión ordinaria del Consejo Técnico Escolar harán diálogo horizontal sobre el diagnóstico socioeducativo como componente del programa de mejora continua (dimensión de escuela) y del programa analítico (dimensión de aula).
El CTE es concurrente con la primer década del hecho deleznable de la desaparición de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero.
El contexto nacional y el normalismo rural flagelado, que en Jalisco, a pesar de cambios de dirigencias sindicales y de administración educativa, no ha movido ni un ápice la inmovilidad, las inercias y los feudos de personajes sindicales, son verdaderos obstáculos para el desarrollo y saneamiento de estas instituciones formadoras de los nuevos maestros y las nuevas maestras.
Los contextos, las dimensiones y los ámbitos estatal y nacional como lectura de la realidad en el diagnóstico socioeducativo.
El contexto nacional, la reforma judicial y el inminente cambio de poderes en el ejecutivo federal.
El contexto estatal y el clima institucional, enrarecido por la indefinición del resultado a la gubernatura en la elección del 2 de junio. Hay nerviosismo, ejercicios de poder de fin de administración de exégesis necesaria; en Jalisco no es el mejor clima social y armonía de proyectos para la construcción de la continuidad de la Nueva Escuela Mexicana anunciada a nivel federal.
Las voces institucionales en su crónica anunciada del fin de USICAMM, el evento en Puerto Vallarta el 20 de septiembre, “Foro Regional de Reconocimiento a la práctica educativa 2024”.
La presencia de Adela Piña Bernal, titular de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, la presencia del Secretario de Educación en Jalisco y otras autoridades, el trasfondo del simulacro nacional del temblor de un día anterior, la NEM contra Recrea en los corrillos de pasillo, en los diálogos en lenguaje de señas y comunicación paraverbal.
La denominada Región Centro Oeste, de entidades como Jalisco, Aguascalientes, Campeche, Colima, Nayarit, San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato. Sus representaciones en el evento son, de al menos, 170 participantes.
Los mensajes y las mesas, los moderadores y las preguntas, la convivencia entre los niveles de autoridad nacional y estatal en materia educativa. El poco diálogo profesional, la poquísima escucha activa entre los participantes.
La asignatura pendiente del reconocimiento real a las maestras y maestros que a nivel de aula, escuela y zona materializan las propuestas de trabajo y hacen de la práctica educativa el sentido de la educación pública.
“Hace mucho que no veo luciérnagas (…) si no las encuentro, miraré al cielo…”
*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]
Partir de la lectura crítica de la realidad, es detenerse a mirarse desde el rol del sujeto en comunidad y puntualizar a través del encuentro dialógico como esa luz que tirita, las determinaciones socio históricas y culturales que traspasan las formas de relacionarnos con el otro, con los otros, para de ello problematizar nuestra realidad educativa – social.
El diagnostico socio educativo también es visibilizar las partes oscuras, traerlas a cuenta como las luciérnagas cuando tiemblan y apagan su luz, la retienen ante una amenaza detectada como las que permean a la práctica y sus contextos, las luces y sombras, fortalezas, amenazas y las áreas de mejora que están ahí dispuestas desde el contexto, sin duda el compromiso dispuesto de las compañeras y compañeros docentes, hacen la diferencia en este tejer de transformación en comunidad .
Mucho agradezco la oportunidad de reflexionar a través de la donación de su palabra.