Sometimiento dentro de los centros escolares

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

Los elementos estructurales que son planeados para que exista relación de sometimiento y acatamiento, así como sus manifestaciones derivadas de aceptación, conformismo y demás conductas, usan al sistema educativo nacional y al cuerpo profesoral como instrumentos de ese sometimiento.
Así se conforman las clases subalternas, en palabras de Gramsci, que van conformando los grupos de poder incluso al interior de los centros escolares. Sus herramientas para el sometimiento son diversas, desde aquellas relacionadas con la filosofía “ocupacional”, la filosofía del terror y otras más.
El poder se ejerce en varios niveles, formas y dimensiones y se vive como realidad altamente estructurante y estructurada desde entornos externos a los centros escolares que fortalecen estas estructuras de dominación, convirtiéndose en una serie de reforzamientos institucionales, sociales y culturales que someten a los actores escolares.
El poder al interior de las escuelas adopta discursos de “moda” que se materializan en otras instancias, personas y funciones, de forma tal que pasan inadvertidos y se funden con la cultura, lenguaje y visiones de mundo.
La escuela se convierte en la antítesis de la posibilidad libertadora de los distintos sometimientos materializados en las estructuras culturales, espirituales, políticas y demás que conforman la vida de las sociedades.
La escuela y sus maestros deberían permitir y permitirse construir parámetros de referencia críticos que vinculen la teoría y práctica desde la lógica de la filosofía de la praxis; caso contrario, se estará concretando la sentencia gramsciana del hecho que las escuelas no saben educar y eso es lo que se podría decir de un país donde parte de su infancia llega a los últimos grados de primaria sin saber leer y escribir, en el sentido rudimentario de lo que estas actividades culturales implican.
El planteamiento es fácil de esgrimir, sin embargo, existen elementos normativos, estructurales, culturales y demás que producen esta situación al interior de las escuelas y donde resulta incluso la eliminación de aquellos integrantes del cuerpo profesoral que pretenden cambiar las cosas y como coloquialmente se dice, nadar contra corriente.
Qué procesos deberán generarse al interior de los centros escolares para constituir resistencias para impedir el avance de este proceso de enajenación de un pueblo y ofrecer alternativas de acción política y cultural en favor de la defensa de los valores y derechos legítimos de un pueblo y de la humanidad en general.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. [email protected]

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