El precio de la ignorancia de la memoria institucional

 en Carlos Arturo

Carlos Arturo Espadas Interián*

La recuperación de la memoria histórica en el funcionamiento y consolidación de los centros educativos resulta crucial para valorar al personal, al estudiantado y, en general, a toda la comunidad escolar, sin importar del nivel educativo del cual se trate.
Las experiencias vividas a nivel institucional con aciertos y desaciertos logrados forman o debieran formar parte de la memoria institucional que permite recuperar desde distintas dimensiones lo que se ha realizado.
Sin embargo, esta recuperación suele no ser sencilla ni tan fácil, en el sentido que hacerlo significa aceptar que antes de alguna administración, ya se realizaban, es decir, generalmente se pretende partir de “cero”.
Partir de “cero” significa que, si no hay antecedentes ni esfuerzos previos, todo ha iniciado en la administración en turno, esto es políticamente correcto desde las lógicas conservadoras, donde la memoria histórica únicamente se recupera a conveniencia y con lagunas de tamaños proporcionales a la emocionalidad que se le quiera dar a las cosas.
El manejo de estas administraciones se hace sobre bases emocionales y discursos superfluos que hablan desde la superficialidad de las acciones, con uso recurrente de la demagogia e imágenes impactantes con frases de “aliento” como sí podemos y, otras por el estilo.
El actuar de esta forma, empobrece a los centros educativos y a los equipos de trabajo. Cuando las lógicas que construyen telones de humo, mienten y se desdicen con facilidad y se apoderan de las administraciones de los centros educativo, reitero, sean del nivel educativo que sean, ese centro está condenado a perecer o existir en la mediocridad de ensoñaciones.
Generalmente esas lógicas se alinean a las lógicas de las administraciones estatales o de gobierno y se vuelven cómplices del encubrimiento, se uniforman los elementos, imágenes y estilos de los discursos y se convierten en elementos que se amalgaman en una cadena de reforzamientos que construyen imaginarios en los ciudadanos o integrantes de las comunidades educativas.
El reconocer la memoria histórica institucional para construir con bases sólidas es una característica de los grandes imperios, los centros educativos no son la excepción. ¿Qué tipo de centro escolar queremos para nuestro país?

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional Unidad 113 de León, Gto. cespadas1812@gmail.com

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