Aprendizaje y actualización feliz
Rubén Zatarain Mendoza*
Los procesos que emergen de una visión de cultura evaluativa centrada en los resultados del fin de cursos, permiten observar algunos elementos de Psicología Social en la práctica de hacer evaluación formativa por los profesores, con una tentación simbólica de ejercicio de poder que se remonta a los tiempos de la masificación y de la alta reprobación en el nivel de secundaria (en los setenta).
En el comportamiento de los niños, niñas y adolescentes es diverso el manejo de habilidades para sobrevivir.
Se observaron estrategias diversas de manejo del estrés, prisa por integrar trabajos, presentación ansiosa de exámenes y sorpresa en quienes fueron citados a rendición de cuentas de manera especial.
Pasado este momento y registradas las calificaciones sobreviene el relajamiento para quienes obtienen números dignos. Para quienes quedaron en la franja de las calificaciones bajas la inclusión cognitiva fantasmagórica, la atención en grupos de recuperación, mientras el resto de compañeros se ha liberado.
En la feria de los números y calificaciones las lecturas entre números son necesarias, según el estrato de los grupos de educandos.
Dentro de esta franja de educandos, ya libres de la urgencia de acreditar, la observación de la expresión libre, la asistencia a su escuela por gusto de asistir, la manifestación del aprendizaje feliz.
La rama femenil, la rama varonil, la inclusión a través del juego y la práctica del deporte. Corretear, golpear, manipular la pelota en los torneos de fútbol, voleibol y basquetbol.
Los ensayos de las escoltas que salen, de las escoltas que entran y tomarán la estafeta para los procesos cívicos y de honores a la bandera en el ciclo escolar 2022-2023 próximo.
Ciclo escolar que mueve el piso de los alumnos de las escuelas participantes por la prueba piloto y actualización de docentes en materia de marco curricular.
Desde la mirada de quien esto escribe algunos observables del juego, del aprendizaje libre y feliz, de la actualización son:
1. La obligación de aprender explícita en la agenda curricular aliena la relación dialógica entre el educando, el contenido y el profesor. En condiciones de libertad y con claros objetivos y metas, se despliega la motivación intrínseca necesaria a todo acto de aprender.
2. Sin la dictadura de los aprendizajes esperados se aprende mejor libremente. Programar tiempos y movimientos del aprendizaje puede convertirse en una frustrante experiencia para quien aprende y una irresponsable utopía para quien enseña.
3. En condiciones de libertad es más auténtico el trabajo colaborativo en los equipos, sin la competencia por el cuadro de honor o la mejor nota. Se impone desescolarizar –parafraseando a Ivan Illich– el desarrollo cognitivo y el instinto gregario de ayuda mutua y colaboración construido por nuestra especie.
4. La obsesión postindustrial por el resultado inmediato, debieran ser criterios de análisis y revisión, en esta coyuntura donde se avecinan procesos de la actualización en materia de marco curricular.
5. La tutoría personalizada del docente es central para que el alumno destrabe actitudes desfavorables al estudio. La paciencia como virtud y el apoyo direccionado, son posiciones humanistas que abonan a favor de quienes menos aprenden y que durante tres trimestres del ciclo escolar fueron etiquetados como “En rezago”. ¿Acaso nos olvidamos sobre las altas expectativas, necesarias al educando con mayores necesidades, que ya apuntaban Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en la hipótesis del efecto Pigmalión?
6. Con quienes menos aprenden desde la lógica de planes y programas se impone una estrategia de pedagogía operatoria, esto es movilizar más el movimiento del hacer con las manos, modelar y experimentar. El movimiento libre, la escuela como oasis de los kinestésicos, el uso conjunto de los sentidos, sin la administración excesiva de tiempos y movimientos para aprender y rendir cuentas de lo aprendido.
7. Libretas y avances en los libros ilustran que hay una línea de rezagados invisibles en la dinámica del aula, los libros de ejercicios y las actividades del sujeto que aprende como realidades y vitrinas a los que hay que acercarse para dimensionar los retos de la práctica docente situada.
8. Las calificaciones del 6 al 7 ilustran un segmento, un grupo de estudiantes sobre los que el conjunto de docentes tiene bajas expectativas en torno a capacidades y motivación. La necesidad de comprender las dificultades y los ajustes emocionales que hace el estudiante en la parte final del proceso evaluativo.
9. Los niños, niñas y adolescentes con menores resultados en números, tienen en lo general un déficit de atención y seguimiento de parte de sus familias monoparentales. El resultado educativo tiene fuerte correlación con la atención recibida por madres o padres de familia. Pensar la corresponsabilidad, construirla como cultura en la perspectiva de hacer valer lo comunitario particular.
10. La etiqueta de niños, niñas y adolescentes que requieren atención o son “intermitentes” es una clasificación poco pertinente para fortalecer el sano desarrollo emocional de los educandos.
El juego didáctico, el taller, el laboratorio, la práctica deportiva o el ensayo en artes, son excelentes estrategias para reinstalar procesos emocionales relacionados con el aprendizaje feliz.
Los juegos de calle, los juegos de mesa de participación colectiva como la lotería, el periodo vacacional de verano y sus cien maneras de manifestarse; los niños, niñas y adolescentes, la armonía de sus risas cuando se bañan bajo la lluvia, cuando observando y capturan mariposas o libélulas, cuando saltan detrás de la pelota sobre las charcas, la escuela humilde en posición de aprender de la vida social cuando se diseña fuera de horarios y calendario escolar, las luces sobre el aprendizaje feliz que tanto renovarán nuestras didácticas.
La vida de los maestros y maestras en receso escolar, los que viajan, los que leen, los que caminan, los que se encuentran en el nicho ecológico de la comunicación asertiva en la familia, los que se preparan para la evaluación de la promoción horizontal 2022 sin guías en septiembre, pero con bienintencionados oferentes de manera lateral.
Mientras, los equipos capacitadores ya afinan videos y cartas descriptivas para “actualizar” a los actualizables cuando se dé el retorno a la actividad de organización escolar en el ingreso al próximo ciclo escolar de marco curricular 2022-2023 en su primer nivel de concreción.
Ojalá que aprendamos estructuras finas para coordinar el aprendizaje feliz en las aulas, ojalá vivenciemos procesos de actualización y construcción de diagnósticos y Programa Escolar de Mejora Continua en un oasis de actualización feliz, eficaz y pertinente.
*Doctor en educación. Profesor normalista de educación básica. [email protected]
Agradezco la donación de palabra a través del presente artículo que tiene a bien donarnos Dr. Rubén, sobre todo en los diez puntos de análisis como referentes estratégicos en detonar aprendizajes significativos en nuestros estudiantes.
Significar lo que se aprende a través del aprendizaje situado – con sentido, en la resolución de problemáticas prácticas que viven las alumnas y alumnos, sin duda es otro elemento para propiciar en ellos, la voluntad de conocer, reconocerse desde la parte de las habilidades y potenciarlas como elemento en libertad, el gusto por conocer, serán estrategias genuinas para potenciar procesos de aprendizaje a lo largo de la vida. Si generamos tan solo, la inquietud por el conocimiento y la autogestión en la propia formación, nuestra misión de docentes habrá tenido éxito y germen vivo de la semilla del saber.
Más libertad, más confianza, mayores expectativas, la estrategia del juego en el aprendizaje, generar ambientes en los que nuestros estudiantes sean felices, serán fundamentales para alentar el desempeño pleno e integral de las niñas, niños y adolescentes.