Un paso pa´delante dos pa´tras, ¿será así, la realidad escolar en lo sucesivo?

 en Jaime Navarro Saras

Jaime Navarro Saras*

Por más que se quiera poner como prioritario el tema de que niños, adolescentes y jóvenes asistan presencialmente a las escuelas, ello no deja de ser un discurso vacío y poco creíble de que se volverá a las aulas con los mismos criterios de antes de marzo del 2020, y menos si siguen apareciendo variantes del Coronavirus y diversas formas de contagio que puedan surgir en lo sucesivo.
El hecho de que en Jalisco y en la mayoría de estados de la república se hubiera regresado a la educación a distancia el día de ayer, como también, que en muchos países no se tenga contemplado volver a la presencialidad por un tiempo, es una muestra de que los gobiernos locales y foráneos no le han encontrado las formas viables e ideales a la escuela en estos tiempos de pandemia.
Los ciudadanos agradecemos a los gobiernos que nos abran los espacios para volver a una vida normal ya que, durante todo este tiempo en casa y con espacios restringidos se generaron comportamientos que rayan en la tristeza, la melancolía, la depresión… y, en muchos casos, en conductas patológicas, pero también sabemos de sobra que la apertura de espacios tienen que ver principalmente con intereses políticos y económicos por encima de los cuidados de la salud, el bienestar de la población y el desarrollo educativo y cultural de nuestros niños y jóvenes.
El hecho de que de pronto parezca que ya avanzamos y de pronto retrocedamos no significa que siempre va a ser así, aunque por momentos parece que sí, sobre todo cuando quienes deciden una cosa u otra estén pensando en una candidatura o en una continuidad de su gobierno, lo cierto es que la escuela no puede seguir siendo una moneda de cambio de las autoridades con la población o privilegiar los intereses de las minorías que deciden el destino del país, como tampoco hacer de los maestros y estudiantes conejillos de indias para experimentar una nueva realidad social.
El magisterio, los niños, niñas, jóvenes y padres de familia están hartos de la educación a distancia por lo cansada y desgastante que se torna, es algo que no están dispuestos a volver a vivir, en su paradigma de convivio la presencialidad es vital, y no tanto por lo que se pueda aprender en un sentido educativo, sino por todo lo que significa estar al lado del otro, así como trabajar juntos, platicar y jugar.
Ojalá y pronto se encuentren las fórmulas para que la escuela no parezca que camina un paso y retrocede 2, 3, 4 y o más pasos en un santiamén de las ocurrencias gubernamentales… veremos que sucede en este 2022 y verificar si aparecen algunas evidencias de que se le va ganado al fenómeno Covid y todo el desastre que ha dejado en el mundo, pero principalmente con la salud de las personas y los procesos educativos de niños, niñas y jóvenes.

*Editor de la Revista Educ@rnos. jaimenavs@hotmail.com

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