Jalisco Cómo Vamos ¿cómo nos vemos en materia educativa?

 en Gildardo Meda Amaral

Gildardo Meda Amaral*

Para tener una visión clara acerca de la realidad educativa, los analistas educativos recurrimos a investigaciones, a estudios realizados por organismos internacionales, a la revisión de cifras educativas, a recoger las impresiones de los actores (padres de familia, profesores, personal directivo y alumnos). Como resultado de esta indagación, encontramos que frecuentemente no concuerdan los resultados que se obtienen de una fuente a otra.
Uno de los estudios más importantes que recoge las opiniones de los habitantes de la zona metropolitana de Guadalajara, acerca de la calidad de vida del individuo en relación consigo mismo, con los demás, con su ciudad y con su gobierno y otras instituciones, incluso en el aspecto educativo, es el realizado por el Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos, integrado por la Fundación J. Álvarez del Castillo (El Informador), Fundación Extra y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Jalisco Cómo Vamos formuló una serie de preguntas sobre la calidad de la educación que reciben los alumnos, las condiciones en las que funcionan las instalaciones escolares a las que acuden y el mobiliario de las mismas, los profesores que la imparten y la seguridad en las proximidades de los núcleos educativos. En 2014, la evaluación al tema de educación, bajo estos cuatro criterios, fue de 4.7 en una escala de 1 a 7 puntos, en una medición en la que 1 se percibe como “muy malo” y el siete como “muy bueno”. Todos los resultados decrecieron con respecto a los de la encuesta implementada en 2013.
Aunque siempre se han percibido con mayores bondades que defectos, el sistema de educación en Jalisco atraviesa por su periodo de menor aceptación. Según la Encuesta de Percepción 2014, la calidad ha decaído y atraviesa por su mínimo histórico. Seguridad e instalaciones y mobiliario fueron los dos aspectos peor calificados.
Este estudio arroja que las personas más jóvenes poseen mayor nivel de escolaridad que las personas de mayor edad. Esto, “podría significar un cambio positivo en la calidad de vida en el futuro, ya que el nivel de educación está asociado a la calidad de vida”, afirmó el académico del ITESO y compañero editorialista de Educ@rnos Miguel Bazdresch. Es decir, estamos en los albores de una sociedad cada día más escolarizada.
Con respecto al acceso a la educación superior por género, encontramos un acceso diferenciado entre hombres y mujeres, ya que los hombres que tienen este nivel son el 19% en comparación con un 15% de las mujeres. Sin embargo, esta relación se invierte cuando las comparaciones se hacen en la población joven, ya que 56% de las mujeres tienen un nivel de educación secundaria o menor, por un 50% de los hombres, lo que indica que las mujeres cada vez están ganando mayores espacios en la sociedad y el ámbito educativo no es la excepción.
Con respecto a las localidades que integran el área metropolitana, sólo en Guadalajara más de la mitad de los encuestados cursaron estudios posteriores a la secundaria, en tanto que en el resto de los municipios la mitad de los encuestados sólo estudió hasta nivel secundaria. Guadalajara y Zapopan concentran la población que rebasa la secundaria, en tanto que Tonalá y El Salto tienen los indicadores más preocupantes, pues sólo 3 de 10 entrevistados rebasan este nivel.
En Guadalajara y Zapopan están las personas con mayor nivel de estudios (18% y 24%, respectivamente). En tanto que en El Salto y Tonalá sólo 6% y 5%, respectivamente, tienen estudios superiores.
Jalisco Cómo Vamos es un estudio que se basa en la percepción de los sujetos y aunque la percepción obedece a los estímulos que se reciben a través de los sentidos y que no significan procesos de abstracción más allá de la simple percepción del entorno, sí destacan la valoración que hacen los sujetos sobre los alcances de las políticas públicas que, en un sentido estricto, son la población destino de ellas. Es un esfuerzo encomiable, que puede ser replicado por las autoridades educativas y el SNTE, entre otros actores, que pueden hacer un alto en el camino y preguntar de vez en cuando a los docentes… oye, ¿cómo vamos?, ¿percibes que estamos haciendo bien nuestra labor?, ¿estamos resolviendo nuestros problemas? Enhorabuena por este tipo de acciones.

*Profesor–investigador de la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Tlaquepaque. [email protected]

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