El adolescente y el libro

 en Rubén Zatarain

Rubén Zatarain Mendoza*

“Llevo dentro de mí mismo un peso agobiante:
el peso de las riquezas que no he dado a los demás”
Rabindranath Tagore

Está por realizarse una edición más de la Feria Internacional del Libro del 30 de noviembre al 08 de diciembre.
Dos de los aspectos poco demostrados son cuánto contribuye al uso y manejo de los libros por parte de los adolescentes y jóvenes, cuánto aporta a la cultura de la buena lectura.
Las expectativas para la difusión son grandes, las expectativas para impactar y enriquecer la cultura de la lectura son limitadas.
La promoción de la lectura es un asunto en el que concurren distintas instituciones en ese evento cuya sede es ya de conocimiento común.
Es muy gratificante el encuentro de quienes escriben y los potenciales lectores que se acercan a una obra o confirman el rostro del autor de sus lecturas favoritas.
Las voces de los escritores van al encuentro del auditorio en las salas, en los pasillos. Algunas salas lucen atiborradas cuando quien toma el micrófono es un consolidado, en algunas salas solo concurren familiares y amigos cercanos cuando el escritor es novel.
Los libros tienen sus apologistas y cobran materialidad de mercancía en voz de algunos agentes de ventas, vender es tal vez uno de los fines de algunas editoriales y librerías, educar no es lo primero; aprender a través del libro es también asunto de mercado y de poder adquisitivo.
Es la era del libro como fetiche industrial, funcionalista, cosificado, simbólico.
En la era de los best sellers, de los más vendidos, de los más comerciales, los stock a veces son insuficientes; los buenos libros a veces no son los más leídos.
El gusto de los adolescentes ocasionalmente es manipulado, los jóvenes son población destino de la moda y otros artificios, también en materia de oferta de libros lo son.
Las expectativas sobre la versión de la FIL 2019 no pueden ser diferentes. Se esperan productos nuevos, se espera mejorar las ventas, se espera -bueno algunos esperan- que se lea más.
La FIL es una exposición y exhibición de libros que les da redituabilidad, prestigio nacional e internacional y también viabilidad financiera. Bien por la idea de sus fundadores y de sus continuadores que cosechan anualmente desde 1987.
Después de todo la década de los ochentas no fue del todo perdida en materia de difusión de la cultura.
La década fundacional de la FIL tampoco fue una década pérdida para los ungidos, para los acariciados del presupuesto.
La FIL y el reacomodo político en la Universidad de Guadalajara.
La FIL y los gobernadores estatales priistas y panistas.
La FIL, Salinas y el grupo Universidad; la FIL y Peña Nieto y sus tres libros que lo han marcado.
La FIL y la inocua refundación, la cuarta transformación y la lectura; Beatriz primera dama; el Fondo de Cultura Económica.
Sin embargo, a pesar de los días intensos planificados y las visitas escolares en turno matutino sobre todo, no hay mucha evidencia del real impacto que se tiene en la construcción de la cultura de la lectura y en la formación comprobable de buenos lectores que seleccionan las buenas fuentes y realmente le den lectura a las adquisiciones.
Muchos de los libros comprados en la versión de la FIL del año pasado seguramente han seguido intactos en algún rincón o como pieza decorativa de un librero.
Muchos de los libros, seguramente también no pasaron de alguna consulta para cumplir alguna de las tareas escolares.
Otra de las expectativas de cada versión de la FIL es la presentación de nuevas publicaciones. Como siempre esperamos que la cosecha cultural materializada en forma de libro traiga nuevas cosas tanto en el mundo literario como en el de libros especializados.
Los adolescentes de los niveles de Educación Secundaria y del nivel de Educación Media Superior y los jóvenes que cursan la Educación Superior son consumidores naturales de la oferta de libros y eventos de la FIL.
Esperemos que parte de las becas Benito Juárez se invierta en adquisición de libros.
En el hábito de la lectura los lectores escolarizados obligados predominan sobre aquellos que lo hacen por iniciativa personal. Las instituciones escolares exigen lectores competentes pero a su vez producen con su obsesión y metodologías librescas una aversión a la lectura por placer y generan una especie de fobia al saber.
Hay mucho por trabajar en materia de competencia lectora, hay una masificación del libro en los contextos urbanos sobre todo, pero en tanto no se aporten nuevas ideas pedagógicas que clasifiquen los procesos de adquisición de significado desde las condiciones culturales del perceptor del mensaje escrito, estaremos sembrando demasiadas semillas y obteniendo pocos frutos.
Baste como ejemplo, los millones de libros que se entregan para los tres niveles de Educación Básica cada mes de agosto y lo poco que se asimila y conserva a nivel de desarrollo cognitivo y desarrollo de la inteligencia y del lenguaje.
El libro de texto gratuito lamentablemente cae en la cultura del desperdicio y termina muchas veces en las bodegas de reciclado o en los basureros deshojados por el viento y el polvo.
Los adolescentes necesitan emanciparse de la lectura por obligación. Necesitan recuperar la libertad de elección, la libertad de su uso del tiempo para elegir sus propias lecturas.
Entonces educadores y escuela tendremos que dejar de imponer rutas y autores por muy clásicos que nos parezcan; tendremos que modelar y formar el uso y manejo de los buenos libros, formar el criterio para que el lector elija la literatura y la información adecuada.
Sobre el país invitado a la FIL en 2019: la India, todo por aprender en materia de Historia y Geografía, en materia de estructura social, en materia de diversidad religiosa.
En el ámbito literario la India también tiene mucho por acercar a los lectores de habla hispana. Su cultura milenaria es muy rica, pero su cultura en el presente se mueve y evoluciona con rapidez, por tanto, tiene cosas por mostrar.
Estudiar un poco sobre el vasto país de la India será una gran oportunidad en la semana de la Feria, acercarnos a la variedad de su escritura y de los nuevos escritores será también una gran oportunidad de aprendizaje y de enriquecimiento cultural.
La India y su interesante historia geológica, el origen de los Montes Himalaya, la India-Pakistán y la historia evolutiva de las ballenas. La India de los Vedas, del Ramayana, el Mahabharata, los pueblos diversos a orillas de los ríos Indo y Ganges, la India objetivo de Cristóbal Colón, la India y sus especias, el país de Rabindranath Tagore, la India y su singular independencia al lado de su líder Mahatma Gandhi, la India y su legado de espiritualidad budista, hinduista, la India guerrera contra la musulmana Pakistán, la India de la madre Teresa de Calcuta, la India y su nuevo cine, su emergencia en la competitividad informática.
Acierto de la FIL acercar el mundo de la cultura de un país o región cada año.
México lector
Jalisco lector
Los adolescentes lectores.
El uso parcial y el abandono de la Bibliotecas de aula y de las Bibliotecas de escuela. El esfuerzo presupuestal para acercar libros a las masas desde las misiones culturales, desde la creación de la Comisión Nacional de los Libros de texto gratuitos con Torres Bodet. Su necesaria continuidad.
No han bastado los programas federales como Rincones de Lectura, no han bastado los tibios esfuerzos de la política educativa estatal, hay mucho por hacer para formar la competencia lectora, hay mucho por hacer para formar lectores permanentes, para transformar culturalmente a los escolares, a los jóvenes no escolares.
El acceso al libro digital para un sector de la población resuelve solo eso, el acceso a la información.
Repensemos la formación del sujeto que lee, del sujeto que aprende a través de la lectura de calidad, la literacidad; el sujeto que desarrolla pensamiento y lenguaje en gran medida el eje del sistema escolar y quien sabe también sea el eje transformador que requiere la sociedad mexicana.
La FIL y sus beneficiarios económica, política y culturalmente, la FIL y los medios y la prensa, los lectores por otra cuerda, los visitantes adolescentes con mochila a las espaldas, la adquisición de algo más que libros.
La compra venta de libros nuevos y usados, otra manifestación de la exclusión.
La lectura como promesa de desarrollo de la inteligencia nacional.

*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. zatarainr@hotmail.com

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