Piedras en el zapato
Rubén Zatarain Mendoza*
La madrugada del 20 de septiembre se votaron las leyes secundarias en materia educativa, proceso legislativo que había quedado pendiente desde el mes de mayo de este año.
Mientras transita en el Senado, en materia educativa existe ahora un andamiaje normativo fundamental para direccionar la educación básica, existe también un escenario de serenidad en las aguas turbulentas en la que devino el ejercicio de la profesión docente en la pasada reforma educativa.
En materia de educación universitaria las nuevas normas son generosas, en el marco de la autonomía aún se asigna presupuesto poco auditable, aún se les respeta sus propios planes de desarrollo institucional y sus propios procesos de evaluación interna a pesar del desprestigio de algunas instituciones por la estafa maestra.
Las leyes secundarias prometen también en educación superior fortalecer instituciones de educación Normal, unidades de la Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización del Magisterio, ojalá esto se traduzca en proyectos y programas claros de formación inicial de docentes con perspectiva de calidad y se revisen los propósitos de cada institución, que se entienda como han variado los escenarios y necesidades sociales.
La piedra en el zapato necesaria de los inconformes, la necesidad de moderar el paso, la conformidad imposible en los temas educativos.
La piedra en el zapato de quienes exigen luz sobre los desaparecidos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa el 27 de septiembre de 2014, 5 años ya de ausencia de certeza, la ausencia de credibilidad en la impartición de justicia, la piedra en el zapato de las instituciones que incumplen tareas importantes.
El normalismo y la viabilidad de la plaza automática, la piedra en el zapato de los gobiernos locales, sus manos acaparadoras y la discrecionalidad en el manejo de las plazas laborales.
Qué bueno que hubo cumplimiento de una promesa de campaña, que bueno que en fase muy temprana del proceso electoral de 2018 hubo un partido y una voz de líder convencido que asumió que el estado de cosas era insostenible, que bueno que hubo firmeza al enarbolar desde las plazas públicas la causa del magisterio, asediada desde distintos frentes.
Hoy la cuarta transformación en materia educativa tiene suma de advenedizos y oportunistas, los que siempre flotan antes y después de Gordillo, antes y después del PRI; la piedra en el zapato al cambio verdadero.
Qué bueno que el grupo de partidos opositores que se manifestaron en contra primero al cambio constitucional del artículo tercero en mayo pasado y luego a las leyes secundarias de septiembre, fueron derrotados en votación.
La piedra en el zapato de los parlamentarios no morenistas que tendrán otra oportunidad de debate y discusión en el Senado.
Qué bueno que incluso una parte del SNTE fue derrotada y que a pesar de nadar de muertito y aprovechar liderazgos caciquiles en algunas secciones, por su omisión en la defensa del profesor en la pasada oleada autoritaria de la reforma educativa, también fue derrotada.
Hoy están más visibles sus prácticas, más exhibidos.
La piedra en el zapato de los partidos políticos y sindicatos con interés particular que agazapados y sabedores de que son minoría esperan mejor momento para reinventarse como oposición.
La piedra en el zapato de negociar con hipócritas y serviles que sólo esperan el momento coyuntural para emigrar a mejor propuesta y pronóstico.
¿Y la movilización de la CNTE?, los no escuchados desde las administraciones salinistas, la piedra en el zapato de los radicales de izquierda del todo o nada.
La piedra en el zapato de los que hoy se manifiestan por todo, los que dan cátedra en la capacidad de movilización organizada para obtener respuesta, los que resisten y los que construyen vías alternativas para hacer movilización social y sindicalismo democrático por su propia cuenta.
¿Y la capacidad de escucha del presidente?, las coordenadas y sus datos de realidad nacional, la reinstalación de los cesados por el alud evaluacionista, la reforma constitucional, las leyes secundarias, la Nueva Escuela Mexicana y la armonización con los gobiernos estatales en donde gobiernan otros partidos y que hacen y fingen su propia propuesta educativa casera.
La piedra en el zapato de sus funcionarios salinistas y peñistas.
La piedra en el zapato de la simulación del federalismo, las democracias modernas y la alternancia en las entidades federativas, los pedigüeños de más presupuesto para el año venidero.
La piedra en el zapato de los gobiernos estatales y municipales que han decepcionado como propuesta de alternancia y hoy hay que padecerlos.
Las fuerzas políticas dominantes en 2013 aglutinadas en el pacto por México ahora observan con otra vestimenta, cómo el cambio es posible y como desde la ruta legislativa se marca la dirección del proyecto educativo del país del lado de las demandas legítimas del magisterio.
Como en todas las sociedades democráticas, las fuerzas políticas hace 6 años soberbias, autoritarias y despectivas del valor profesional y social de los maestros, ahora sólo les queda medrar desde sus acotados espacios institucionales y desde el derecho a voz que tienen en los medios de comunicación.
La piedra en el zapato para la marcha del país.
El cambio educativo tiene ya el marco legal: el cambio por el que el magisterio votó en mayoría tiene ya concreción.
La cámara de diputados ha cumplido su misión legislativa.
Los partidos que con falsa retórica exhibieron su odio al magisterio en pos de su falaz e hipócrita calidad educativa ahora rumian amargamente su parcial derrota.
El “vamos a darle en la madre a la cuarta transformación” del expresidente Fox, aplaudido por muchos militantes del PAN, es un ejemplo del tipo de guerra lingüística y simbólica de la que son capaces las fuerzas conservadoras.
La aplaudida idea de integrar un frente opositor en contra de AMLO, idea esgrimida por este nefasto personaje cuya ausencia de silencio es ya enfermiza, es otra muestra de que no asimilan su derrota con la dignidad que corresponde en una democracia.
La educación derechista que apacentó en las turbias aguas neoliberales de las que fue artífice y comparsa aún tiene que ir a juicio. La educación de calidad imposible desde un modelo de triunfadores y excelencia sólo excluye y acentúa las inequidades; ellos, viven una visión de sociedad como franquicia de la cual pueden obtener dividendos.
Como tal se oponen apasionada y a veces atropelladamente a todo intento de modificar el estado de cosas.
Para ellos, políticos de singular ralea, holgazanes de pensamiento y lucradores cortoplacistas el imposible olvido, porque le asignaron al pueblo y a sus educadores sólo un rol de obreros mientras cocinaban pingües negocios del lado de los emprendedores fenicios.
A Fox se le escucha poco afortunadamente y representa ahora una facción de políticos ociosos, pero claros del rol como voceros reaccionarios; él forma parte de un grupo que acecha, que es pobre en ideas pero es poderoso en capacidad de tribuna en púlpitos y micrófonos ante cámaras.
Las piedras en el zapato de los expresidentes, los conservadores de mil máscaras y dueños de los medios de comunicación.
La frase de autosuficiencia pan-prianista de que: “En democracia se gana o se pierde por un voto” es de urgente aplicación, aunque muchos reaccionarios se resistan.
El controvertido concepto de fraternidad citado en un viva del presidente de la república la noche del 15 de septiembre de 2019 y la relación tendenciosa que se hizo por los conservadores del siglo XXI diciendo que ahí hay reminiscencias de las logias masónicas, que ahí subyace la mano de satanás, que ahí está la prueba del mal, como fue el caso del abogado guanajuatense y el sacerdote de una de las parroquias de la colonia Jalisco en la Zona metropolitana de Guadalajara que conmina a luchar a favor de la vida y en contra del gobierno de la república.
Las confusiones históricas, la mala fe, la lucha por las ideas, el espacio de las ideologías y el sembrado del odio.
Las piedras en el zapato de la confusión ideológica, la tergiversación de la verdad y el encono apresurado cuyo único fin es desacreditar al actual gobierno federal.
Y el entorno internacional y los análisis de la OCDE de la desaceleración económica y los pronósticos de falta de crecimiento.
Y la relación siempre espinosa con el país vecino del Norte y el tema de la emigración local y centroamericana, la presión interna que alimenta otro frente de evaluación de la administración federal actual.
Piedras en el zapato para construir, para resolver añejos problemas, para reinstalar los bonos diplomáticos, para atraer la necesaria inversión externa.
Piedras en el zapato que la sociedad mexicana tiene que identificar y remover.
Piedras en el zapato de la interpretación de las leyes secundarias en materia educativa, piedras en el zapato en la implementación en entidades federativas no morenistas; la densa realidad educativa en permanente crisis.
La vida de la escuela tan alejada a veces de la intención explícita en las normas y en el discurso de los legisladores.
*Doctor en educación. Supervisor de Educación Secundaria del sistema federalizado. [email protected]