El regreso de la obsesión por la evaluación
Andrea Ramírez Barajas*
La desaparición del INEE por interés y disposición presidencial, abrió la puerta para mejorar las alternativas evaluativas y su vinculación con las decisiones educativas. De esta manera, el Senado de la república ha convocado a un proceso de selección de dos figuras: Comité Directivo y Consejo Técnico del nuevo orgasmo por formarse, en dicho proceso ha habido una gran cantidad de irregularidades y desaseo en el proceso, al mismo se le resta (desde su origen) legitimidad y solvencia académica e institucional.
El portal de EDUCACIÓN FUTURA hizo evidente plagio académico de una de sus aspirantes e irregularidades en el proceso de solicitud de dos más, de esta manera, distintos investigadores, académicos y científicos en nuestro país se han pronunciado ante el Senado porque pare y corrija dicho proceso, pero parece que no se ha logrado y la obsesión por la evaluación sigue. http://www.educacionfutura.org/entregan-a-senado-firmas-de-expertos-exigiendo-cancelacion-de-seleccion-de-candidatos-para-integrar-el-nuevo-organismo-educativo/
En un brillante artículo publicado en el periódico La Jornada referido al problema de la evaluación de los académicos y la beca al desempeño en educación superior se ve el caso de la UPN–Ajusco, La Jornada, 17 de mayo de 2019 https://www.jornada.com.mx/2019/05/17/opinion/017a2pol
De esta manera, parece que los personajes impulsores de las Cuarta Transformación en educación no quieren o no pueden desligarse de la obsesión por evaluar todo lo que encuentren a su paso.
Uno de los elementos centrales de la ofensiva neoliberal (en educación) ha sido el crear esquemas, modelos, diseños y estrategias de evaluación del desempeño docente; ésta fue la columna vertebral de la reforma educativa en el gobierno de Peña Nieto y, parece que el gobierno de López Obrador está dispuesto a continuar con dicha estrategia.
El proceso de conformación del nuevo organismo (desde la convocatoria hasta el momento actual), parece que lleva prisa, los acuerdos a los que aspira son, a toda costa y junto a ello los personajes como prospectos para ocupar algún cargo en dicho organismo, es que cuentan con antecedentes ligados con experiencias en el propio INEE o en antecedentes de evaluación neoliberal, ¿de qué se trata entonces?, ¿en dónde residen las diferencias?, ¿cuáles son las distinciones a las que aspira el gobierno de la cuarta transformación?
Lo más sano para la vida institucional del país es volver a iniciar de nuevo, lanzar una nueva convocatoria, emitir nuevas reglas que garanticen la transparencia, a la par que se van develando las atribuciones que tendrá el muevo organismo.
Hoy en día la educación en nuestro país y la sociedad mexicana en su conjunto, estamos muy necesitados de claridad en los acuerdos y de legitimidad en las acciones. No es posible continuar con un proceso que será refutado cada día. Esperemos que los senadores superen su autismo, además de la miopía institucional que padecen y que abran los ojos y los oidos para ver y escuchar los reclamos que vienen de distintos frentes, pero sobre todo del interés común de llegar a acuerdos que realmente contribuyan a mejirar la educación de nuestro país.
*Doctora en educación y consultora independiente. [email protected]